El análisis de los
datos de la ejecución del presupuesto municipal de éste año hasta el pasado 31
de agosto sigue dejando datos de interés para entender como viene funcionando
en la práctica y más allá de los anuncios de campaña la gestión de José Corral
Ya vimos en ésta entrada y en ésta otra lo que pasaba respecto a la llegada de fondos
nacionales, y al funcionamiento de las “cajas negras” solventadas con los
recursos del programa “Iniciativa Comunitaria y Cooperativas de Trabajo;
ejemplos ambos que nos permitieron medir la gran distancia que va de los
dichos, a los hechos.
De acuerdo con la
ordenanza de presupuesto sancionada por el Concejo, la Municipalidad de Sana Fe
tiene previsto gastar este año un total de $ 5.069.677.811,00, pero
“superpoderes” mediante, Corral elevó esa cifra a $ 5.254.991.275,88.
En los primeros 8 meses del año el gasto total
devengado fue de $ 2.857.182.014,52, lo que supone un 56,36 % de lo aprobado en
el presupuesto, y un 54,37 % de lo “retocado” por Corral a partir de allí. Proyectando
anualmente las cifras, nos daría un porcentaje de ejecución del 84,54 %
respecto a lo votado por los concejales, y de un 81,55 % en relación al
presupuesto vigente; y aquí surge ya una primera conclusión: o las cifras del
presupuesto fueron infladas
artificialmente por Corral, o la Municipalidad viene ajustando fuertemente los
gastos, o una combinación de ambas cosas.
Veamos lo que pasa
con algunas partidas de las que nos hemos ocupado en otras ocasiones (por
ejemplo acá) como “Bienes de Uso” y “Servicios de la
Deuda y Amortización de Otros Pasivos”. Mientras la primera expresa la
inversión municipal en gastos de capital para mejorar la infraestructura
(Construcciones y Maquinaria y Equipo, básicamente), la segunda contabiliza la
cancelación de deudas contraídas por la municipalidad, por todo concepto.
En “Bienes de Uso”
y a partir del proyecto enviado por Corral que hablaba del “plan de obras
públicas más ambicioso en la historia de la ciudad” se aprobaron en la ordenanza
de presupuesto $ 1.849.441.604,00, que luego el intendente rebajó levemente por
los “superpoderes” a $ 1.827.244.098,78.
En los primeros 8
meses del año (es decir al 31 de agosto pasado, último dato disponible) se
habían ejecutado en ese rubro $ 537.436.702,45, lo que significa un 29,06 % de
lo previsto en el presupuesto original, o un 29,41 % de lo contemplado en el
“retocado” por el DEM.
Si se proyecta
anualmente ese nivel de ejecución, daría un porcentaje del 43,59 % de lo
previsto originariamente, y de un 44,11 % sobre lo reformulado, lo que arroja
la segunda conclusión: a este ritmo de avance, Corral terminará ejecutando
bastante menos de la mitad de la obra pública y la inversión prevista o
prometidas en el presupuesto.
También resulta muy
interesante lo que ocurre con “Servicios de la Deuda y Amortización de Otros
Pasivos”, rubro para el cual se previeron en el presupuesto $ 468.191.809,00;
pero que apenas la ordenanza fue promulgada, Corral aumentó a $ 592.385.530,19;
es decir un 26,52 % más, de movida.
En los primeros 8
meses del año se ejecutaron en éste ítem $ 542.481.177,54, que representan un
porcentaje de ejecución del 115,87 % sobre el presupuesto aprobado, lo que
proyectado anualmente daría nada menos que un 173,80 %.
Pero si se considera lo gastado por la gestión de Corral en cancelar deudas hasta el 31 de agosto pasado en relación a la partida específica que existe a esos fines tal como quedó “inflada” por él mismo, el porcentaje es igualmente llamativo: se gastó el 91,57 %, lo que da ría una proyección anual del 137,35 %, y acá aparece la tercera conclusión: si el ritmo de cancelación de deudas no merma en los últimos cuatro meses del año, la gestión municipal deberá volver a reforzar esta partida, echando mano de otras para solventar el refuerzo.
La anomalía no se explica por el pago de intereses de deudas anteriores ya contempladas en el presupuesto, o autorizadas por el Concejo: en el rubro “Pago de Intereses” se aprobaron fondos por $ 68.562.891,00, luego disminuidos por Corral a $ 68.289.653,59; pero al 31 de agosto solo se habían devengado $ 29.923.523,58, o sea el 43,82 % sobre lo aprobado y el mismo porcentaje sobre lo reformulado; cifras que proyectadas anualmente darían un 65,73 %, lo que nos deja la cuarta conclusión: mientras Corral aparecería cancelando deudas por mucho más de lo previsto en el presupuesto, no llegaría a los dos tercios del pago de intereses contemplados allí.
En el presupuesto original “Servicios de la Deuda y Amortización de Otros Pasivos” representaba el 9,23 % del gasto total de la municipalidad (lo que no es poco), pero en la ejecución efectiva hasta el pasado 31 de agosto viene representando nada menos que el 18,98 %, un porcentaje preocupante porque supone que la gestión de Corral destina casi uno de cada cinco pesos que gasta, a pagar deudas.
Y si bien viene bajando (llegó a representar más del 36 % de lo pagado al 30 de abril) sigue siendo alto, y el avance de las ejecuciones mensuales demostraría que se trata de deudas corrientes del año pasado, que se transformaron en flotantes al pedalearlas para éste año, cuando se empiezan a cancelar.
Mientras tanto, con “Bienes de Uso” (es decir con la inversión en obras e infraestructura) el proceso es exactamente el inverso: en el presupuesto aprobado por el Concejo representaba el 36,48 %, pero en lo ejecutado hasta el 31 de agosto fue el 18,81 %, o sea la mitad.
Si lo vemos de otro modo, al plantear el presupuesto Corral prometió gastar 3,95 pesos en “Construcciones” (obra pública) o “Maquinaria y Equipo” por cada peso gastado en pagar deudas, pero en los 8 primeros meses del año la relación es casi de 1 a 1, e incluso lo pagado por deudas fue más que lo invertido en gastos de capital.
Lo que nos deja con la quinta y última conclusión: Corral no solo les mintió a los concejales y a los santafesinos en cuanto a las obras (exagerando notoriamente los recursos que iban a venir desde el gobierno de Macri con ese fin), sino con las deudas de la municipalidad, ocultando en el presupuesto deuda de años anteriores con proveedores y contratistas que viene pedaleando año tras año, y que escamotea de la discusión pública.
Pero si se considera lo gastado por la gestión de Corral en cancelar deudas hasta el 31 de agosto pasado en relación a la partida específica que existe a esos fines tal como quedó “inflada” por él mismo, el porcentaje es igualmente llamativo: se gastó el 91,57 %, lo que da ría una proyección anual del 137,35 %, y acá aparece la tercera conclusión: si el ritmo de cancelación de deudas no merma en los últimos cuatro meses del año, la gestión municipal deberá volver a reforzar esta partida, echando mano de otras para solventar el refuerzo.
La anomalía no se explica por el pago de intereses de deudas anteriores ya contempladas en el presupuesto, o autorizadas por el Concejo: en el rubro “Pago de Intereses” se aprobaron fondos por $ 68.562.891,00, luego disminuidos por Corral a $ 68.289.653,59; pero al 31 de agosto solo se habían devengado $ 29.923.523,58, o sea el 43,82 % sobre lo aprobado y el mismo porcentaje sobre lo reformulado; cifras que proyectadas anualmente darían un 65,73 %, lo que nos deja la cuarta conclusión: mientras Corral aparecería cancelando deudas por mucho más de lo previsto en el presupuesto, no llegaría a los dos tercios del pago de intereses contemplados allí.
En el presupuesto original “Servicios de la Deuda y Amortización de Otros Pasivos” representaba el 9,23 % del gasto total de la municipalidad (lo que no es poco), pero en la ejecución efectiva hasta el pasado 31 de agosto viene representando nada menos que el 18,98 %, un porcentaje preocupante porque supone que la gestión de Corral destina casi uno de cada cinco pesos que gasta, a pagar deudas.
Y si bien viene bajando (llegó a representar más del 36 % de lo pagado al 30 de abril) sigue siendo alto, y el avance de las ejecuciones mensuales demostraría que se trata de deudas corrientes del año pasado, que se transformaron en flotantes al pedalearlas para éste año, cuando se empiezan a cancelar.
Mientras tanto, con “Bienes de Uso” (es decir con la inversión en obras e infraestructura) el proceso es exactamente el inverso: en el presupuesto aprobado por el Concejo representaba el 36,48 %, pero en lo ejecutado hasta el 31 de agosto fue el 18,81 %, o sea la mitad.
Si lo vemos de otro modo, al plantear el presupuesto Corral prometió gastar 3,95 pesos en “Construcciones” (obra pública) o “Maquinaria y Equipo” por cada peso gastado en pagar deudas, pero en los 8 primeros meses del año la relación es casi de 1 a 1, e incluso lo pagado por deudas fue más que lo invertido en gastos de capital.
Lo que nos deja con la quinta y última conclusión: Corral no solo les mintió a los concejales y a los santafesinos en cuanto a las obras (exagerando notoriamente los recursos que iban a venir desde el gobierno de Macri con ese fin), sino con las deudas de la municipalidad, ocultando en el presupuesto deuda de años anteriores con proveedores y contratistas que viene pedaleando año tras año, y que escamotea de la discusión pública.
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