jueves, 19 de abril de 2018

UNA VICTORIA A LO PIRRO


El gobierno logró ayer hacer fracasar la sesión especial convocada por la oposición para frenar los tarifazos, tema analizado acáSin embargo, la victoria le costó mucho y duró poco: a las pocas horas ganaban la calle en todo el país protestas convocada anteriormente con el mismo fin; acaso potenciadas por lo que había pasado en el Congreso.

Y al igual que lo que había pasado antes con la reforma previsional que modificó a la baja la fórmula de ajuste de los haberes de los jubilados, es seguro que hubo en esas protestas muchos de quienes votaron por "Cambiemos" en las elecciones de octubre del año pasado.

Elecciones que se dieron en un contexto irrepetible (del cual salieron los índices de pobreza que el gobierno dio a conocer hace poco), precisamente porque entonces se habían pausado los tarifazos que luego renovaron su furia, y no se había votado el manotazo a los jubilados.

Desde entonces para acá, el gobierno viene a la defensiva tanto en el Congreso, como en la sociedad: prueba de ello es que ayer mismo, luego de haber conseguido el objetivo de hacer fracasar la sesión especial, tuvo que convocar a la Rosada a los aliados (UCR, Carrió) para discutir una estrategia para salir del atolladero en el que lo colocaron los tarifazos, o hacer como que buscan una, en respuesta al malhumor social y apenas horas después de que el propio Macri ratificara con firmeza la vigencia de las medidas.

Al igual que ocurrió con la reforma previsional, no se trata en el caso de los tarifazos de que el gobierno insista en sostener las medidas para preservar un elemental principio de autoridad, sino porque son centrales en su programa económico; que atraviesa la etapa en la que debe dar muestras de estar decidido a profundizar el ajuste para equilibrar las cuentas públicas y generar recursos excedentes para pagar la deuda; y generar así la confianza en los mercados para que le sigan prestando, y no explote todo por los aires. 

De hecho, con diferencia de apenas horas, eso es precisamente lo que le exigieron a Macri el FMI y el Banco Mundial. Y de paso -como no- que los amigos/testaferros/socios del presidente hagan negocios; claro que el costo político está superando lo tolerable, y se torna gravoso tanto para el gobierno, como para sus aliados formales en "Cambiemos" y los sectores dialoguistas de la oposición.

Si los diputados que responden a los gobernadores del PJ y el bloque massista trataron ayer -en su mayoría, porque hubo excepciones- de aportar al quórum para tumbar los tarifazos, es porque el seguidismo obsecuente del oficialismo en obsequio a la gobernabilidad ya no paga como hasta hace un tiempo: mientras en Diputados se caía la sesión, en Senadores Cristina introducía el tema pidiendo una preferencia para mayo para un proyecto similar al impulsado por Rossi en la sesión fallida, para frenar los tarifazos (ver video en el final del post), ante la mirada silenciosa de Pichetto.  

Nadie puede predecir que pasará la semana que viene cuando la oposición insista con otra sesión especial contra los tarifazos, o en el Senado con el proyecto presentado por Cristina. Es -y acaso seguro- que aun de salir una ley en esa dirección sea vetada por Macri, como lo fue la ley anti despidos, pero no sin pagar costos políticos por eso.

Hasta ayer, Macri parecía estar dispuesto a asumirlos, pero podría estar subestimando la reacción social contra el ajuste (que excede con creces la que se manifestó anoche en los "ruidazos"), o gastando muy aceleradamente su capital político y electoral: nada es para siempre, menos en política.

Y otra vez, entonces, en éste contexto, la pelota vuelve al campo opositor, para redoblar esfuerzos para ocupar con eficacia todos los espacios de lucha para frenar las políticas nocivas del gobierno, desde el Congreso a la calle y el mano a mano con la gente, en la diaria.

Los opositores (los que se asumen como tales, sin complejos) deben escuchar, intepretar y expresar los reclamos y las protestas, y convencer, persuadir, sumar voluntades; demostrando que otro rumbo es posible para el país, frente a un gobierno que ya mostró las cartas: para los maestros de la simulación, ha quedado en claro que lo que hay, es lo que se ve, y no es muy atractivo. Por eso la desesperación de Carrió y los radicales, porque el desencanto empieza a ganar a sus propios votantes.

Sin mezquindades ni vedettismos o ansias de protagonismo, pero con firmeza, con claridad de ideas y con propuestas frente a un gobierno que -lo dijimos hace un tiempo, y los hechos lo vienen confirmando- no tiene futuro para ofrecerle a los argentinos, y les está haciendo pagar muy caro el presente; tanto que no pocos empiezan a añorar el demonizado pasado inmediato.

2 comentarios:

  1. " a profundizar el ajuste para equilibrar las cuentas públicas y generar recursos excedentes para pagar la deuda; y generar así la confianza en los mercados para que le sigan prestando, y no explote todo por los aires". A no caer en el relato q el endeudamiento externo es para cubrir el deficit, el deficit es en $ y lo soluciona Ciccone. D aca a fin d 2019 necesitan 100.000 palos verdes: 12.000 palos verdes deficit comercial + 12.000 palos verdes deficit turistico + 25.000 palos verdes formacion activos y remision d utilidades + 12.000 palos verdes pago servicios deuda externa ( tanto 2018-2019), el grifo externo ya lo tienen cerrado d hecho (no pueden salir a colocar deuda al exterior), solo les keda manotear d las reservas (q no son suficientes) y el FMI ( tener en cuenta q la inercia burocratica del fondo puede llegar a un año hasta efectivizar el desembolso), el estallido financiero esta mucho mas cercano d lo q podamos imaginar.

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  2. En ningún lado dice que el endeudamiento es para enjugar el déficit. Está claro que es para financiar la fuga de capitales. Pero el gobierno paga los servicios de la deuda en dólares con pesos a través de los que le compra al Central los dólares.

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