sábado, 5 de mayo de 2018

PARA ESO ESTÁN



Antes de la conferencia de prensa de ayer del Ministro de Expectativas Friustradas Dijovne, y el Ministro de Deuda Galopante Caputo estábamos repasando los análisis de la prensa sobre la corrida del dólar, y nos quedamos con dos párrafos extractados de sendas notas de Ambito Financiero que más abajo transcribimos; y con esta nota de Claudio Scaletta en Página 12,  porque nos parece que dan cuenta cabal del trasfondo que hay detrás de los últimos movimientos de la economía, y sus proyecciones políticas.

Finalizaba Ambito de ayer su editorial político con éste sugestivo párrafo: “P.D.: Mensaje al Partido Justicialista. Están en la mira. No es tiempo de oportunismos, populismos, demagogias, y, mucho menos, golpismo. El país aprendió de su historia reciente, y tiene claro el rol que gran parte de este partido tuvo en 2001. Si en serio quieren ser alternativa de gobierno para el próximo año, es momento de plantear ideas superadoras que los muestren, de verdad, con posibilidades racionales de hacer frente a la crisis que en gran parte generó el kirchnerismo; y con reglas de juego limpias.

Y en otra nota del diario se decía esto, sobre las expectativas del gobierno acerca del resultado de las medidas que preparaba para sofocar la corrida: “...igualmente, se mostraba algo de optimismo oficial. Se aseguraba que se observa que alguno de los inversores que eligieron salir de las posiciones de Lebac, en los últimos días (incluyendo ayer) estarían reingresando en la inversión atraídos por la tasa de interés de 30%. "Con ese nivel, hasta aceptas pagar el impuesto", aseguraban ayer en el Central. Al finalizar surgió una visión esperanzadora. Se espera ahora una lenta pero constante y genuina entrada de divisas de parte de los sojeros, que según los tiempos de su producción, estarían conformes con los precios del dólar convalidados por la entidad en las últimas jornadas y comenzarían a concretar su liquidación anual. No hay ni montos ni tiempos exactos de esta previsión,...”. Agregaba un off the récord de un funcionario del Banco Central justificando haber quemado casi 8000 millones de dólares de las reservas para calmar al mercado en las últimas semanas, con esta frase: "Para eso están". 

Más allá de cómo y cuando termine la corrida, y a cuanto llegue el dólar, hay algo que está clarísimo, tal como lo marcaba Cristina tuitiando el jueves por la tarde: lo que pasó (y va a pasar de ahora en más) es una fenomenal transferencia de ingresos de los asalariados, jubilados y sectores de ingresos fijos a favor de los bancos, fondos de especulación financiera, acreedores externos y grandes grupos exportadores; como viene siendo desde que gobierna Macri, pero con mayor aceleración.

Y como se está cortando no solo el chorro del endeudamiento, sino el de la afluencia de capitales, el gobierno cedió a la presión de los bancos y los sectores de la especulación financiera subiendo la tasa del 26 al 40 % en tan solo una semana (deben ser las famosas “reglas de juego claras y estables”) para contener la sangría, y calmar al dólar: la súper tasa fue anunciada pensando no tanto en la disparada del billete verde de estos días, como en la que se avizoraba en el mega renovación de 680.000 millones de pesos de LEBAC’s el 16 de este mes.

Suponen que lo que han concedido a unos (bancos y fondos inversores) con el nuevo nivel de las tasas, y a los otros (grandes grupos exportadores) con el salto del dólar, les permitirá ganar unos meses de calma, mientras profundizan el ajuste: una vez más, un gobierno de derecha (ni moderna ni democrática, derecha a secas) presta más atención al humor de los mercados, que al descontento social en alza. Nada nuevo bajo el sol, un gobierno rehén de las fuerzas que decidió liberar.

Pero si antes de todo esto el gobierno de Macri venía dando muestras de no ceder en absoluto en la implementación de los tarifazos, ahora mucho menos; cuando desde distintas usinas del exterior (desde el FMI hasta la revista Forbes) miden en función de su respuesta en esa cuestión, su capacidad de conducir el proceso, para ver si conviene “quedarse” en la Argentina, o salir corriendo en busca de otros ambientes más favorables.

Y allí es donde ingresa la oposición a la que -para variar, en un gobierno radical- acusan de los desbarajustes en la economía, cuando no de intentar desestabilizar a Macri y su gobierno: de allí entonces la admonición de Ambito al peronismo, “recordándole” sus responsabilidades en la caída de Alfonsín y de De La Rúa (obviando por supuesto las responsabilidades propias de ambos), y exigiéndoles un compromiso institucional con el ajuste.

Por eso no sería de extrañar (abundaremos al respecto en otra entrada) que los gobernadores del PJ o parte de ellos retaceen diputados propios a los votos necesarios para imponer un freno al tarifazo: los corren con la vaina de “aportar a la gobernabilidad”, para sacarse el sambenito de golpistas; cuando en rigor el único golpe contra el gobierno que hubo en estos días, lo dieron los mercados.

Ese es el contexto político que intenta crear una visión obtusa de la realidad, propia de un “pensamiento único” que supone que más allá de los humores cambiantes de la democracia, hay una sola hoja de ruta económica que los gobiernos “deben” seguir, que no es otra que la que está siguiendo Macri. De esa visión idiota se nutren también los dichos de Dujovne y Caputo en la conferencia de ayer.

Sobre las medidas conocidas y anunciadas (suba de la tasa al 40 %, mayor ajuste fiscal, paralización de la obra pública) poco se puede decir que no se haya dicho ya, cuantas veces se ensayaron en el pasado: en lo inmediato lograrán conjugar la inflación creciente (seguramente acelerada por el traspaso a precios de la corrida del dólar) y cada vez más despegada de la absurda meta oficial sostenida contra toda evidencia empírica, con una recesión machaza, que muy posiblemente se prolongue al año que viene.

Y eso por la muy sencilla razón de que no es el gobierno el que maneja realmente la economía, y es poco lo que puede hacer al respecto, porque además así lo ha decidido, dolarizando precios esenciales (los combustibles, las tarifas, la comida al eliminar retenciones) y eliminando todo tipo de control al flujo de capitales y las transacciones financieras.

Esa circunstancia (que los factores de poder que “sostienen” al gobierno lo pongan periódicamente al borde de estrellarse para sacarle más beneficios) hace que el objetivo político de la reelección haya sido de momento archivado, para reemplazarlo por el de sostenerse hasta el final del mandato; sin mayores tormentas, de modo que permita finiquitar tranquilos los negocios que pudieran quedar pendientes.

Con el panorama de hoy y en una realidad cambiante, la reelección parecería muerta (las reelecciones, en realidad: se ruegan aportar datos sobre el paradero de María Eugenia Vidal), y que el final del mandato esté asegurado dependerá de lo que pase en los tiempos por venir; y no nos referimos precisamente a lo que haga la oposición política, o los niveles que alcance la protesta social.

Y mientras tanto, el daño social que vienen produciendo las políticas del gobierno (en especial abaratando el costo en dólares de la mano de obra y generando excedentes para fugar) seguirá, y todo indica que se irá agravando. Porque esas políticas y ese gobierno (como las reservas de Central) "para eso están"; lo que supone que si lo que se busca es un cambio de políticas, es necesario un cambio de gobierno.

4 comentarios:

  1. Cuando "el mercado" pide sangre, bajan la obra pública.
    Cuando se pide que bajen las tarifas, preguntan de dónde quieren que saquen la plata.

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  2. Soy Español en España de toda la vida, no te puedo dar muchas lecciones porque aquí tenemos también malos ciudadanos que votan partidos populistas o corruptos como PP, PSOE, Podemos o nacionalistas, no es mi caso. Desde fuera te digo que el problema de Argentina es que está lleno de Argentinos, en su mayoría hablan mucho y actúan poco, solo piensan en fútbol, política y otros temas menores pero de economía te voy a decir una cosa si ingresas dos y gastas cuatro tarde o temprano tendrás un problema. El día que los Argentinos de bien, la mayoría entienda eso y de la espalda a los populismos ese día empezareis a mejorar. Si yo fuera presidente de vuestro país lo primero es cortar la hemorragia del gasto os iba a echar la mitad de los funcionarios y automatizar e informatizar. Ese ahorro parte iría a reducir deuda y parte a inversiones I+D y educación. Que mucha falta os hace, claro, que no duraría ni 5 minutos antes que cualquier populismo me derrocar. E ahí vuestro problema ¿Lo entiendes?

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  3. Te hubieras ahorrado todo lo que iba después de "no te puedo dar muchas lecciones...", de boludos que aportan ideas geniales como esas acá tenemos tantos, que si se pudieran exportar seríamns potencia mundial

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  4. Sería bueno que los de Ambito aclararan en qué aspectos:
    "...a la crisis que en gran parte generó el kirchnerismo..."

    Hasta el momento no he podido encontrar una sola evidencia de dicha afirmación.
    Cuando se desenlace el desastre, que es inexorable, van a seguir repitiendo lo de la "pesada herencia". Lo triste: muchos lo creen y van a seguir convencidos de esto.

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