El escándalo de los aportantes truchos a las campañas de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires quedó un poco tapado por la comedia de los cuadernos, pero hace un par de días leíamos en la tribuna de doctrina a doña Boluda Total Transparencia de Coso re sorpresa por el escándalo de los aportantes truchos a la campaña de "Cambiemos", que descubrió la investigación periodística de Juan Amorín para El Destape: "Me sorprendió que pertenezcan a Pro, un partido que enarboló la bandera del cambio y de la transparencia. Hubo casos anteriores de aportantes falsos que afectaron a otros partidos y que se descubrieron gracias a las auditorías.
Casos en los que, por ejemplo, aparecieron jubilados que cobraban la mínima aportando a campañas electorales. No es la primera vez que sucede, pero sí me sorprendió que hubiese ocurrido en Cambiemos", admitió Ferreira Rubio, en diálogo con LA NACION."
Y más patitiesa aun, nos cuenta doña Boluda esto otro: "Pero el tema central es otro. Saber de dónde salieron los fondos. Aquí hubo un dinero reportado y gastado por el partido (Cambiemos), pero quienes aparecen como aportantes dicen no haber hecho esos aportes. Entonces, quién dio el dinero es la pregunta central. Queremos saber quién financia las campañas, no por una cuestión de curiosidad, sino porque eso significa la puerta de ingreso a potenciales conflictos de interés, a compromisos que después se traducen en decisiones públicas, contratos, beneficios." (las negritas son nuestras)
A esta altura del partido esta buena señora está sorprendida porque sea justamente el actual oficialismo (que está impulsando una ley para que las empresas puedan aportar al financiamiento de los partidos políticos, sin ningún tipo de límites) el que debe ocultar el origen de los fondos que financiaron su campaña, y le preocupa que eso pueda ocultar posibles conflictos de intereses o canjes de favores públicos a cambio de guita para la campaña, justo en éste gobierno; el que puso a Laura Alonso, que venía de otra "ONG", en la Oficina Para Encubrir la Corrupción, para crear un Ministerio de Conflictos de Intereses; para facilitarlos desde el propio Estado.
El mismo gobierno en el que hay 269 funcionarios (empezando por el propio presidente) que conservan cargos en empresas privadas que obtienen beneficios del Estado. O esta señora es muy boluda, o nos está tomando por boludos a todos nosotros.
¿Dónde van a poner tutuca gruesa que no pueden declarar las empresas, doña Transparencia, en el Frente de Izquierda, en la campaña de Margarita stolbizer?
El mismo gobierno en el que hay 269 funcionarios (empezando por el propio presidente) que conservan cargos en empresas privadas que obtienen beneficios del Estado. O esta señora es muy boluda, o nos está tomando por boludos a todos nosotros.
¿Dónde van a poner tutuca gruesa que no pueden declarar las empresas, doña Transparencia, en el Frente de Izquierda, en la campaña de Margarita stolbizer?
A no ser, claro está, que estemos en presencia de otra manifestación del fenómeno del "oenegeísmo" que proliferó en los países de América Latina desde los años 90', que traía vientos de transparencia desde otros países en teoría más desarrollados, evolucionados y en los que el lobby está admitido y regulado; y que venían a transparentar nuestras prácticas políticas contaminadas (sí, adivinaron) por "...70 años de peronismo...".
El oenegeísmo purificador de las prácticas políticas, ese hobby de gente blanca, de clase media, con prepaga, la dentadura completa y los problemas materiales más acuciantes resueltos, a las que el poder económico suelta disimuladamente (y a veces no tanto) a la cancha, para que desde un púlpito que vaya a saber uno quien se los otorgó, levanten el dedito señalando réprobos y elegidos, lo que está bien y lo que está mal.
E incurriendo -como no- en ciertos equívocos históricos, de comprensión de los procesos políticos u omisiones sugestivas, como poner la lupa en la corrupción política olvidando que siempre que hay un corrupto, hay un corruptor.
Pasa -claro- que ese corruptor suele ser generoso con su billetera, distribuyendo fondos a las ONG's...que combaten la corrupción: una inversión muy entable, si se la sabe ver en perspectiva.
Está sorpresa la señora Transparencia, nunca se hubiera esperado semejante nivel de truchada de alguien que no fuera un puntero peronista del conurbano bonaerense, o de alguna provincia "feudal" del interior; miren si se iba a imaginar que viniera "de gente bien, que viene a cambiar la política".
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Esto ya lo hacían los radicales y conservadores en la década del 20 y presisamente no existía el peronismo antes de hablar hay que saber de qué se habla!!!!!!
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