Remarcar la importancia que tiene el dólar en éste país es una obviedad, porque es una obsesión argentina: estamos todo el tiempo pendiente de cuanto cotiza, los argentinos ahorran en dólares, cacerolearon para que no les prohibieran hacerlo, en dólares se tasan, se compran y se venden las propiedades; y ahora con éste gobierno, están dolarizadas las tarifas de los servicios públicos, la comida y la nafta. Y por estos días, están hablando de -lisa y llanamente- dolarizar la economía: que el billete verde reemplace al peso como moneda en la cual se hagan todas las transacciones en el país.
Sin embargo, parece que a nadie le preocupara que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de ANSES haya perdido más de 17.000 millones de dólares de valor, como consecuencia de la corrida cambiaria. En ese sentido, el Fondo que respalda al sistema previsional argentino siguió el mismo derrotero del salario mínimo, la jubilación mínima y la AUH: desde que gobierna Macri, vieron pulverizados su valor en dólares.
Claro que tampoco preocuparon a los preocupados por el dólar los 117.000 millones de dólares declarados en el blanqueo de capitales, de los cuáles apenas el 7 % regresaron al país; ni los 150.000 millones de dólares de nuevo endeudamiento contraído por el gobierno de Macri desde 2015, ni los más de 54.000 millones de dólares de fuga de capitales que hubieron desde entonces.
Claro que tampoco preocuparon a los preocupados por el dólar los 117.000 millones de dólares declarados en el blanqueo de capitales, de los cuáles apenas el 7 % regresaron al país; ni los 150.000 millones de dólares de nuevo endeudamiento contraído por el gobierno de Macri desde 2015, ni los más de 54.000 millones de dólares de fuga de capitales que hubieron desde entonces.
Antes que alguno diga por que medimos en dólares al FGS de ANSES si las jubilaciones se pagan en pesos, proponemos volver al principio: porque los jubilados que cobran esas jubilaciones vieron dolarizados desde el 2015 la luz, el gas, la carne, el pan, la leche, que se sumaron a los alimentos, que ya estaban dolarizados desde siempre.
Hemos dicho varias veces acá que la imparable suba del dólar pulverizó (entre otras) el valor de las empresas en las que el FGS tiene participación, lo que a su vez facilita las maniobras de los accionistas mayoritarios de cada una de ellas para recomprarlas por monedas, y sacarse de encima al Estado, que es para ellos un socio molesto. Pensarán que solo con eso, las acciones (que cayeron como consecuencia de la crisis) vuelven a subir, y harán negocios.
El tema es que lo peor para el Fondo de Garantía aun no pasó: el 61,8 % del total de su cartera de activos son títulos de la deuda pública argentina. Imagínense si entramos en default, como pueden llegar a caer en picada en su valor.
Para poner las cosas en perspectiva histórica, cuando el Estado tomó posesión a través del FGS de los activos de las AFJP, el valor del fondo era de 6523 millones de dólares, y al dejar Cristina el gobierno en diciembre del 2015, de 68.456 millones de dólares: en moneda dura, aumentó 10,49 veces su valor, en siete años. La pesada herencia.
Al 30 de junio pasado (último dato disponible) y con solo dos meses de corrida cambiaria y un dólar a $ 29,65, había pasado a valer 46.239 millones de dólares: una pérdida del 32,46 %, en apenas dos años y medio. Ni pensar con un dólar orillando los $ 41. El mejor equipo de los últimos 50 años.
Lo que pasó en este tiempo con el Fondo de ANSES nos recordó que, cuando la runfla que hoy nos gobierna (y otros aliados del momento, como el GEN de Stolbizer, el socialismo y Liebres del Sur) accedieron a controlar la Cámara de Diputados conformando el "Grupo A" sancionaron el 82 % móvil para los jubilados, luego vetado por Cristina.
La Ley 26.649 (2010) luego vetada establecía que la medida debía ser financiada con los recursos habituales de la ANSES, y los rendimientos anuales del FGS; y dispuso a su vez que "los valores acumulados en el mencionado Fondo no podrían superar el importe equivalente a las erogaciones de prestaciones anuales autorizadas para la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) en la Ley de Presupuesto de la Administración Nacional.". O sea: en cuanto los activos del Fondo superaran el equivalente a un año de jubilaciones y pensiones, debían liquidarse; más o menos lo mismo que acaba de pactar el gobierno de Macri con el FMI, para reducir el déficit fiscal, y garantizar excedentes financieros para pagar deuda.
Es muy interesante leer hoy (por la actualidad que conservan) algunos de los conceptos volcados por Cristina en el Decreto 1482/10, por el que vetó totalmente la ley: Decía allí por ejemplo lo siguiente:
"...el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del SIPA tiene como naturaleza y finalidad la de constituirse como fondo de reserva a fin de instrumentar una adecuada inversión de los excedentes financieros y atender eventuales insuficiencias en el financiamiento del régimen previsional público a efectos de preservar la cuantía de las prestaciones previsionales."
"Que por lo tanto, resulta claro que en materia de afectación de los activos que conforman el patrimonio del FGS como recursos de la ANSES, no puede considerarse su utilización como un mero recurso previsional, sino que el destino de los mismos es de carácter restrictivo y requiere de una instancia aprobatoria que excede a la propia ANSES."
"...la eventual liquidación de los activos que conforman el FGS, en forma no previsible, podría generar distintos efectos negativos en diversos planos, como el monetario, el económico y el financiero, atento que no existen posibilidades prácticas de ventas masivas de instrumentos financieros en cartera, debido a lo reducido del mercado de capitales y a la composición patrimonial del Fondo."
"Que además, la asunción del Fondo de una posición vendedora, no estudiada con previsibilidad, provocaría el deterioro de los precios de los activos financieros argentinos, generando una desvalorización del mismo, ocasionando una baja en el precio de los bonos argentinos, un incremento de la tasa de interés de nuestro país y del riesgo país, y restringiendo además, las posibilidades de endeudamiento del sector privado, perjudicándose en consecuencia, las valuaciones actuales de los activos financieros." (las negritas son nuestras)
La titularidad del Fondo de Garantía de Sustentabilidad está vacante desde que el 1º de agosto renunciara el ex Met Life que Macri designara allí en reemplazo del ex Clarín y Ledesma, Blaquier: nadie quiere agarrar el hierro caliente de rematar a precio vil "la plata de los jubilados"; por miedo a terminar preso el día de mañana. Mientras tanto, esta parte de la "pesada herencia" que le dejó el kirchnerismo a Macri destruye su valor día a día, pero el que está preso, es Boudou.
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