domingo, 27 de octubre de 2019

HOY ES POR VOS TAMBIÉN, FLACO


El viernes en el cierre de campaña en Mar del Plata estabas por todas partes, en el recuerdo y el pensamiento de todos. En esa misma ciudad en la que en el 2005 contribuiste con Lula y Chávez a enterrar el ALCA, una de las tres o cuatro decisiones estratégicas fundamentales que tomaste para sentar las bases de la década ganada.

Y hoy, en éste día que todos los años nos trae un poco de tristeza recordar que no estás, vas a estar, en el pensamiento de todos los que vayamos a votar por Alberto y por Cristina, porque lo vamos a hacer en nombre del futuro, pero también en el de ese pasado que vos ayudaste a construir; sin el cual este presente de esperanza no sería posible.

Por eso esta noche y por primer vez en 9 años, vamos a sonreír un 27 de octubre, porque volvemos, y volvemos porque nunca nos fuimos. Y como marcó Cristina el viernes, si nunca nos fuimos aunque nos pronosticaban la desaparición política es porque como vos, mantuvimos las convicciones.

Y para volver hicimos lo que, seguramente, vos hubieras hecho: unir, sumar, juntar, tender puentes. Reconociendo los errores que había que reconocer, manteniendo las ideas centrales sobre lo que queremos para el país y lo que pensamos sobre el rol de la política, para que está y para quienes se hace política.

Como nos pediste cuando te estabas yendo, no la dejamos sola a Cristina, porque además ella no nos dejó solos a nosotros y ahí está otra vez, como hubieras estado vos, poniendo el cuero en defensa de la idea, y en defensa de la gente agredida por las minorías del privilegio. Y nosotros con ella, como vos querías.

Como en aquel 2003 en que llegaste a la Rosada, el panorama con el que nos vamos a encontrar será desolador, y sea acaso aun peor que entonces. Pero no honraríamos tu memoria si eso nos hubiera detenido, y nos hubiéramos quedado al costado, condenados al olvido, como querían los que mandan siempre, sin importar quien esté en el gobierno.

Hoy vamos a las urnas convencidos de ganar para volver a asumir la responsabilidad de gobernar, por decisión de una amplia mayoría de los argentinos, para devolverles a millones de ellos la dignidad y la esperanza. Porque seguimos creyendo -como creías vos- que los números tienen que cerrar, pero con la gente adentro.

Llegamos hasta acá buscando una unidad lo más amplia posible para derrotar a la nueva encarnación política de los dueños de la Argentina, que esta vez se hicieron cargo ellos mismos de gobernarla, y estamos a punto de conseguirlo. Con todo el pragmatismo que vos tenías y que exigían las circunstancias para deponer actitudes personales y diferencias secundarias en función del objetivo, como hubieras hecho vos.

Pero también manteniendo en alto las convicciones, con el ánimo de no dejarlas en la puerta de la Casa Rosada, como no las dejaste vos. Rebeldes, cuestionadores e inconformistas, como vos nos pedías, dispuestos a marcar los errores y los desvíos, como pide Alberto, pero tan concientes como estuviste vos cuando te tocó el turno, de la inmensa responsabilidad política que vamos a asumir, en circunstancias dramáticas.

Sin embargo y si las cosas terminan como pintan, hoy será un día de alegría y de merecidos festejos. Y cuando festejemos todos el nuevo triunfo popular, nos vamos a acordar de vos, porque también sos parte de esto, y parte fundamental. Por todo eso lo de hoy es por vos, flaco, para que lo disfrutes estés donde estés.



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