sábado, 8 de febrero de 2020

PERONISMO A FONDO


Con la precisión que caracteriza a la derecha cuando de hacer mierda cosas se trata, el macrismo demolió el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES, sin que en cuatro años lo medios que lo sostuvieran se quejaran por lo que hacían "con la plata de los jubilados".

Tal como cuenta acá Alejandro Vanoli en Página 12, destruyeron el valor de los activos medidos en dólares un 34,3 % en cuatro años de gobierno, y desde el mayor valor que alcanzaron esos activos en noviembre del 2017, los desplomaron un 49 %.

El porcentaje de inversión de los activos del FGS en proyectos de inversión destinados a mejorar la infraestructura del país o resolver problemas sociales (como el PROCREAR) retrocedió en dos tercios, desde el 13,1 % que llegaron a representar en los años kirchneristas, al 4,8 % en el final del gobierno de Macri; mientras los préstamos a los jubilados que los endeudaron con tasas impagables recorrieron el camino inverso: saltaron del 2,4 % al 6,1 % de los activos del Fondo, "invertidos" en una timba financiera que se llevó buena parte del poder adquisitivo de jubilaciones y pensiones, que debía preservar.

En solo un año (el último de Macri, donde se jugaba su reelección) el valor del Fondo en términos reales (medido contra la inflación) cayó un 23,7 %, y en dólares un 23,2 %, como consecuencia de la devaluación. 

Eso sin contar con que sus recursos corrientes fueron destinados a financiar la "reparación histórica" que solo contribuyó a ahondar el déficit de financiamiento del sistema de seguridad social, y la desigualdad de las prestaciones que paga; y con que se lo "empachó" de títulos públicos para financiar al Tesoro, que van a sufrir en cualquier proceso de reestructuración de deuda pública, de hecho varios ya fueron "reperfilados" en su momento.

Hasta allí las cifras del desastre macrista: queda por delante la enorme tarea de reconstruirlo, como una herramienta central puesta al servicio del crecimiento económico con inclusión social; financiando el desarrollo de proyectos de infraestructura y el crecimiento de la economía que genere nuevos puestos de trabajo en blanco, que a su vez contribuyan a financiar el sistema de seguridad social.

Es decir, que funcione tal como fue concebido cuando se lo creó en el 2007 por Néstor Kirchner, y cuando se lo potenció con el aporte de los activos transferidos de las ex AFJP, luego de la liquidación del oprobioso sistema de la jubilación privada, a instancias del hoy preso político Amado Boudou y por decisión política visión estratégica de de Cristina. 

Pensar que entonces el macrismo y sus socios en la fallida experiencia "Cambiemos" (que luego saquearían el FGS cuando fueron gobierno), se opusieron con el argumento de que el gobierno manoteaba "la caja de los jubilados" para financiarse.

Claro que para ponerlo en marcha, recomponer su valor y su utilidad como instrumento de política económica no se puede andar con tibiezas, ni gradualismo, ni enfoques teóricos equivocados: para usarlo exclusivamente para aportar utilidades que absorba el Tesoro para cuadrar los números del superávit fiscal, se lo hubiéramos dejado a Dujovne.

Por el contrario lo que hay que hacer con esos recursos es muy claro: peronismo a fondo, inyectando recursos en la economía real para crecer, dejando de lado lo que Claudio Scaletta llamó con acierto "el peligroso virus del fiscalismo".

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