jueves, 19 de marzo de 2020

EN UNA NUBE DE PEDOS


La Legislatura de Santa Fe, más concretamente la Cámara de Diputados que preside Miguel Lifschitz, debía sesionar hoy para tratar la ley de necesidad pública que mandó Perotti hace más de un mes; pero no lo hará: se suspendió la sesión.

Y no precisamente por el coronavirus, para evitar contagios, sino porque no hay acuerdos entre las partes. Para ser más precisos: para que existan acuerdos con el gobierno peronista, primero se tienen que poner de acuerdo entre sí los radicales y socialistas, socios en el Frente Progresista y como tales, gobierno de la provincia hasta diciembre de 2019.

Para que se entienda: en medio de la pandemia, en Santa Fe la oposición sigue dilatando la discusión sobre la declaración en Santa Fe de la emergencia sanitaria, y el otorgamiento en ese contexto de facultades y partidas al gobernador para hacerle frente; mientras esa misma oposición (o al menos los mismos partidos, como la UCR) se reúnen con el presidente, y le comprometen su apoyo ante la crisis.

Ojo, no debería sorprender: es la misma oposición que hace tres meses rechazó y mandó al archivo la declaración de la emergencia en seguridad, en la provincia con los mayores indicadores de muertes violentas en proporción a la población, de todo el país.

En la nube de pedos en la que vive Lifschitz (que debería ir a un psicólogo para procesar el hecho de que ya no es más gobernador, ni lo será por cuatro años), está todo bien, y no hay nada de que preocuparse, o que justifique que los legisladores sesionen, o sea, hagan su trabajo.

Tenemos la leve sospecha de que tan desconcertante estrategia política no sería, en éste contexto, todo lo genial que ellos suponen.

Lástima que con la pandemia se aconsejan el distanciamiento social y el confinamiento voluntario en las casas, porque a cierta gente le haría bien salir a tomar aire, y de paso, tomar contacto con la realidad.

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