Primero fue la carta de Cristina, después -con su estilo- se sumó Alberto: le pegaron al chancho (la Corte Suprema), y aparecieron los dueños: el "Foro de Convergencia Empresarial" (esa madrioshka de sellos de goma del empresariado), a defender a Rosenkrantz y su recua, porque -dicen- son "el pilar de la república".
Más que nada y ante todo, son el pilar -como en el rugby, vieron- de los negocios. Para eso está básicamente el Poder Judicial en el capitalismo en general, y con mayor razón en los capitalismos tardíos y periféricos como el nuestro: para garantizar la propiedad privada de los dueños de los medios de producción, y sus negocios. Las demás funciones son decorativas, negociables o para la tribuna.
Ojo: la cosa no viene de hora, incluso hablando de la Corte. Es estructural: aun en los tiempos posteriores a la renovación que impulsó Néstor Kirchner, la cabeza del Poder Judicial en el país -con la previsible y solitaria excepción de Zaffaroni- nunca se caracterizó por avanzar en su jurisprudencia en contra de los intereses de los dueños del poder real; incluso en aquéllas causas que en teoría impulsó como los juicios de lesa humanidad.
En tiempos tan lejanos como el 2012, señalábamos nosotros en ésta entrada una reseña de los fallos mas emblemáticos de la Corte en causas que involucraban a poderosas empresas y grupos económicos, todos resueltos en favor de estos, invariablemente.
En éste otro posteo del 2015 actualizamos el listado, justamente a propósito de otro comunicado de las "fuerzas vivas" (o los vivos de la fuerza, como decía Perón) del empresariado vernáculo apoyando a los cortesanos contra lo que ya entonces los medios titulaban como "embestida" del gobierno de Cristina.
Y no se nos oponga a la conclusión el fallo en contra de Clarín por la ley de medios en 2013, pues deberemos recordar que tuvieron la causa cajoneada cuatro años validando un festival de cautelares, y luego de salido ese fallo, con otro impidieron que la AFSCA adecuara de oficio al grupo a la ley forzándolo a desinvertir; dándole así el tiempo imprescindible para que en el 2015 llegara Macri, y a los pocos días de asumir desguazara por DNU aquéllos artículos de la ley que le molestaban al hólding, aunque la Corte los había declarado constitucionales.
Pero volvamos a los muñecos del "Foro": su último pronunciamiento público antes del comunicado de apoyo a los cortesanos, fue para rechazar el "impuesto a las grandes fortunas". El guiño para asegurarse tener suerte en su judicialización y no pagarlo es demasiado obvio como para ignorarlo: de eso, entre otras cosas, hablaba Cristina en su carta.
Lo perverso de todo esto es que nos plantean un falso dilema entre república y democracia: con la excusa de defender a la primera (circunscripta, como dijimos, a la propiedad y los negocios delos más poderosos), niegan la segunda, constituyendo un supra poder al que -como también dijo Cristina- nadie vota, pero se reserva el derecho de "vigilar y castigar" lo que hacen aquellos a los que sí votamos.
Es decir, en una insostenible mistificación de los hechos y del lenguaje, los secuestradores de la democracia se ofrecen como los garantes de su vigencia.
Perdón muchachos, no entendí bien: ¿el chancho -y el qie pega-es Cristina y Alberto el dueño (del mensajito), o era la Corte y el foro?
ResponderEliminarNo es falso el dilema entre República y Democracia.
ResponderEliminarLa función esencial de las Instituciones de la república es perpetuar el sistema.
Che Gorila doble: ¿tus viejos son hermanos, no?
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