miércoles, 17 de marzo de 2021

HORACIO RODRÍGUEZ BRAGUETA ABIERTA

 


Hace unos días atrás, a propósito del intento de instalación de Rodríguez Larreta como el nuevo prospecto presidencial de la derecha con origen porteño, decíamos acá: ""Hoy tenemos un ejemplo más cercano y concreto a la mano, y es la desastrosa gestión de la pandemia y sus consecuencias por parte de Horacio Rodríguez Larreta y su ministro de Salud, el que sin embargo es presentado por los medios como un brillante gestor, y se la pasa dando consejos a los demás sobre como actuar en la emergencia, como parte del dispositivo de instalación de su candidatura en la CABA.".

"Y como parte también de la instalación de la imagen "presidenciable" de Larreta, al que por supuesto nos quieren vender de nuevo como "un gestor que se ocupa de los problemas concretos de la gente, y no pierde el tiempo en roscas y discusiones políticas". Por supuesto que, sin el descomunal blindaje mediático de que goza -regado con abundante pauta publicitaria- todos descubrirían que el rey, en realidad, está desnudo.".

"Ni hablemos si a la gestión sanitaria de la pandemia del PRO en la CABA la juzgáramos desde sus propios parámetros teóricos (la eficiencia en la gestión), y la comparásemos con ese lente con la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, frente al mismo problema, con un territorio y población mucho mayores, y con menores recursos.".

Como que cumple el mismo rol que en su momento cumplió Macri, Larreta disfruta del mismo blindaje mediático que éste, y quizás sea mayor. A Macri -al fin y al cabo un miembro del establishment por derecho propio, que decidió meterse en política- le ocultaban su pasado empresarial y familiar, como después le disimularían sus groseros desbarres de gestión, con el recurso de echarle la culpa de todo al kirchnerismo y la "pesada herencia".

Larreta es el hombre sin rostro ni pasado, que puede decir las barbaridades más grandes sin que se le mueva un músculo -incluso más que Macri-, y hasta impostando indignación. Organiza un desastroso operativo de vacunación a los adultos mayores, y le echa la culpa a los acompañantes. Vuelve de vacaciones en Brasil -ya estallado por los contagios en medio de la pandemia- y dice que no es recomendable viajar a zonas con alto riesgo de transmisión del COVID, justo cuando se supo que uno de los hijos de su vicejefe volvió de Cancún contagiado.

Coopta concienzudamente la justicia porteña en todas sus instancias ya desde los gobiernos, y dice que le preocupa la designación de Soria en el Ministerio de Justicia, porque no tiene antecedentes. No vacuna y dice que le preocupa que el plan de vacunación del gobierno nacional va muy lento, o faltan vacunas. Pide la vuelta de clases presenciales y se desentiende de los contagios en las escuelas, que trata de barrer prolijamente bajo la alfombra mediática.    

Llegó a darse el lujo de no compartir un acto con Gildo Insfrán por el Día de la Mujer, "indignado" por la represión de los que protestaban contra las restricciones sanitarias en Formosa, pese a su largo historial de repartir palazos, balas de goma y gases lacrimógenos  

Hoy la CABA tiene el mayor índice de crecimientos de casos en el país -consecuencia directa de su desastrosa gestión de la pandemia-, pero en las conferencias con el presidente, "el amigo Horacio" acerca documentos con sugerencias de política sanitaria, o con ideas para "cuidar a nuestros adultos mayores"; mientras cierra el hospital Español. Se queja por el presunto recorte de fondos coparticipables (fondos que nunca debió haber recibido) que presuntamente estaban destinados a la seguridad, pero dona patrulleros a las intendencias macristas del conurbano bonaerense.

Con los límites de su origen político (la derecha pura y dura, con nada de moderna y democrática) y territorial (el artificio porteño, en palabras de Asís), Larreta es un adversario a tomar en cuenta, porque además del blindaje mediático de que goza, sale de cada encerrona corriendo los límites del cinismo y la impostura. Ocultar esas contradicciones evidentes es precisamente el objeto del blindaje.

Pero además de aprovecharlo como en su momento lo hizo Macri, Larreta redobla la apuesta: con un exhibicionismo pornográfico, declara en pija todo el tiempo, corriendo los límites del cinismo; como si pudiera decir lo que se le antoja, sin siquiera tener no ya que defender su propia gestión o explicar su pasado, sino dar la más mínima explicación de sus "indignaciones". O de sus acciones, como cerrar un hospital para jubilado en plena pandemia.

La idea (ciertamente presente en el PRO desde sus orígenes, luego derivando hacia el antiperonismo puro y duro) parece ser, simplemente, que el tipo exprese al "uomo cualunque", traduciendo en público sus preocupaciones -como la inflación- para crear empatía. El recurso puede parecer limitado, pero revela una estrategia, para la que hay que tener una respuesta; que en nuestra modesta opinión, estaría más cercana a la que ensayan Axel Kicillof y Luana Volvonich (responsable del PAMI), que a sentarlo en las conferencias de prensa presidenciales y llamarlo "amigo".

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3 comentarios:

  1. "Con los tinchos, pancho no debes ser", manda a decir un incontinente maestro yoda massista K surgido de la cruza entre Arroyo y Tolosa Paz en un laboratorio clandestino.

    CK

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  2. La culpa no es del chancho.
    Igual, excelente análisis, pero las elecciones se ganan con morfi en la mesa.
    Si llegando a octubre seguimos viviendo como ahora, mal y empeorando, todos los índices positivos que pueda mostrar el gobierno no van a servir de nada.

    El crecimiento de esto y de aquello, el pueblo se lo pasa por el culo si lo que experimenta es la contracción del salario, el consumo, el nivel de vida.

    Seguramente hay gente preocupada por la vacuna, sin embargo, solo conosco gente preocupada por la plata, que no alcanza.

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  3. El "mi amigo horacio" y el Oooso en tv a Alberto

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