Una de las explicaciones públicas del desenlace que llevó a la presentación de dos listas en las PASO del Frente de Todos acá en Santa Fe es el "efecto Seita": Guillermo Seita, el (supuestamente todopoderoso) consultor/asesor que comparten Perotti, Larreta y Schiaretti; que está abocado (ahora) a armar el "post kirchnerismo" para jubilar a Cristina, o entregarle el peronismo o parte de él a Larreta, que sería la nueva aventura presidencial de la derecha en la Argentina, tras el fracaso de Macri.
Según el "Chivo" Rossi, con la presentación de su lista abortó ese proyecto, al menos en lo que al peronismo de Santa Fe y por (presunta) intención de Perotti concierne. Debe suponerse que está hablando de las elecciones del 2023, porque en las de éste año el plazo para formalizar alianzas, frentes o coaliciones de partidos venció el 14 de julio, mucho antes de que se conocieran las listas. Y antes de ese plazo el PJ santafesino decidió en su congreso (en el que participaron y hablaron los dos, Rossi y Perotti) ratificar su pertenencia al "Frente de Todos".
Con lo cual la situación de Santa Fe es distinta a la de Córdoba, cuyo PJ es el único de todo el país que no forma parte de la coalición que detenta el gobierno nacional; aclaración necesaria porque a partir del asesor/consultor en común entre Perotti y Schiaretti (Seita), y del "nombre de fantasía" adoptado para sus respectivas líneas internas provinciales ("Hacemos Córdoba/Santa Fe") es que se tejen las especulaciones, o se les intenta dar verosimilitud.
Si todo fuera tan lineal como un "registro de marca" por un publicitario ingenioso y listo, la política sería un asunto bastante más sencillo de lo que en realidad es. De hecho y si de marcas hablamos, Agustín Rossi tituló a su lista para las PASO "Santa Fe de Pie", y tuvo que desistir de usarlo porque así se llama justamente un programa oficial...del gobierno de Perotti. Al menos en lo que desde acá se puede ver, no creemos que el cambio afecte en lo más mínimo el resultado electoral: la gente vota pensando en otras cosas, por lo general.
Pero volvamos a la cuestión Seita, y pasemos por alto la discusión sobre el asidero o no de las versiones sobre lo que haría Perotti (en el 2023, reiteramos): asumamos que Rossi tiene razón, que el gobernador tiene realmente esa intención y por eso él hizo la movida que hizo, para impedirlo. Sigue llamando la atención que él vea una movida que Cristina (que acordó una lista con Perotti) al parecer no vio, pero insistimos: sigamos adelante, dando la idea por válida; porque además no contamos con información como para cuestionar su veracidad.
Lo que hace realmente ruido (y el ruido vale tanto si existe como si no, o si existiendo, Perotti crea que la puede llevar a cabo), es que detrás de ella está la creencia de que a la política la construyen los operadores todo terreno como el "Coti" Nosiglia o el "Chueco" Mazzón (grandes perdedores seriales de elecciones ambos, que no obstante eso siguieron gozando del prestigio de "armadores"); o peor aún, los comedores de billeteras de la política como Seita, por más buenos que sean en lo suyo. Es como creer que De la Rúa ganó las elecciones por la buena campaña publicitaria de Ramiro Agulla, que aun de ser así, no lo fue lo bastante buena para sostenerlo hasta el final de su mandato, e incluso ir por la reelección: en el medio pasaron cosas, diría uno.
Supongamos incluso que no sólo lo de Seita es cierto, sino que detrás del tipo (reiteramos: al fin y al cabo, un mordedor de monederos, calificado pero mordedor al fin) están otros actores más importantes como Magnetto y el Grupo Clarín. La cuestión -aún así- no es lo que los tipos pretendan orquestar, si no si realmente pueden llevarlo a cabo, y la política poco o nada puede hacer al respecto. Y en esa idea, vámonos al video de apertura: en él se puede ver, respectivamente, a Schiaretti, Pichetto, Massa y Urtubey, planeando -allá por septiembre del 2018- el post kirchnerismo, es decir el peronismo sin Cristina, a la que soñaban jubilada y tejiéndole batas a los nietos en El Calafate.
Ese video (en el que no está Perotti) fue firmado en las oficinas de Seita, que efectivamente ya entonces soñaba con jubilarla a CFK, como sigue soñando -dicen- hoy. Como desprendimiento del encuentro que generó el video (grabado, reiteramos, en las oficinas de Seita), un par de meses después Massa y Pichetto reunieron a la mayoría de los gobernadores del PJ de entonces (no estaba Perotti entre ellos, porque no era gobernador), juramentándose "ir hasta el final" en la búsqueda de un candidato peronista que le ganara a Macri y a Cristina, al mismo tiempo.
Lo que pasó después es historia conocida: el "peronismo post kirchnerista sin Cristina" siguió siendo una leyenda urbana, Cristina se encaminaba a ser de nuevo candidata pero decidió dar un paso al costado y elegir a Alberto, se armó el "Frente de Todos" y ganó en primer vuelta, al candidato del círculo rojo, con el apoyo de todo el establishment local y un aporte de campaña de 57.000 palos verdes de Trump y el FMI. Disgresión: ¿acaso Seita tiene más poder que todo eso junto?
Y del destino posterior de los protagonistas del video de apertura, filmado en sus oficinas, que decir: Pichetto, luego de encarnar de modo camaleónico todas las pieles del peronismo en 40 años de trayectoria política, terminó haciéndose velar en un local del PRO, como compañero de fórmula de Macri en su intento de reelección, y hoy sigue allí: triste destino al que lo condena su propia irrelevancia electoral. Urtubey, la eterna promesa, pasó por una fórmula con Lavagna y el "progresismo" socialistas y de Margarita Stolbizer con menos carisma que una bandera de chapa, y con los mismos resultados electorales que podría obtener ésta. Hoy hasta se duda si sigue en política o no, porque ni siquiera reaparece para las elecciones, como el cometa Randazzo.
Schiaretti sigue confinado en los límites de su provincia como hace 20 años, cuando junto con De La Sota (¿los habrá asesorado Seita ya entonces?) fundaron el "cordobesismo", con un par de intentos presidenciales fallidos del "Gallego" en el medio, siempre guillotinado por la cuchilla filosa de las encuestas. Y Massa, es Massa: sigue con los pies en el plato del "Frente de Todos" porque -hoy por hoy- no le conviene sacarlos; y de hecho espera ser bendecido por Alberto (y si fuera posible, por Cristina) como el candidato a sucederlo en el 2023. Sopiler: si Seita quiere realmente allanarle el camino a Larreta, donde le tiene que conseguir un armado que le sume votos es en la provincia de Buenos Aires, más que en Córdoba o Santa Fe, donde la marca amarilla gana ampliamente, o le va bien.
Para concluir: es paradójico que desde el kirchnerismo -porque sin dudas Agustín Rossi lo expresa, aunque no lo monopolice- se crea que los "consultores", "asesores de imagen" y etcéteras tienen más poder que la política, pura y dura: si hay alguien que ha demostrado que eso no es así, es precisamente Cristina: es más probable que ella lo jubile a Seita, que no al revés. Cristina que, por cierto, se defiende bastante bien sola.