#Gobierno | Finalmente Alberto Fernández le pidió la renuncia al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien había quedado envuelto en una operación en contra de Cristina Kirchner.https://t.co/HUB17POauc
— La Política Online (@LPOArg) June 6, 2022
No hacía falta que filtrara un off the récord por whatsapp a Infobraden para que se supiera que Kulfas era un pelotudo: bastaba con prestarle atención a sus declaraciones públicas en cuanto excedían la mera referencia a los asuntos macroeconómicos. Que el presidente haya creído que, porque escribió un libro pegándole al kirchnerismo estaba en condiciones de estar políticamente a la altura de las circunstancias -más allá del juicio de valor que merezca su gestión- es un problema de él, pero que nos afecta a todos.
Desde el sábado para acá, se han hecho muchas lecturas sobre las causas y consecuencias del affaire que concluyó con la salida de Kulfas del gabinete nacional, entre ellas que la entrega de su cabeza por Alberto fue una prenda de unidad con Cristina, para recomponer las cosas en el "Frente de Todos". Es posible, pero acá somos escépticos, y preferimos ver más cosas concretas en esa dirección, como para creer que es así.
Lo que pasó también es -previsiblemente- que la oposición se asió a la velada denuncia de favoritismo en favor de Techint que hizo Kulfas, como un náufrago a los restos del naufragio: desde ayer a la mañana temprano se atropellan en tribunales denunciando corrupción y pidiendo que se investigue; un efecto colateral de su pifiada que cuesta creer que Kulfas no contemplara. Daría toda la impresión de que sí, y le importó un choto: parece ser de la especie de los que priorizan defender su propio culo, sobre toda otra consideración.
Y no se trata acá de que el hombre sea un indignado por presuntos hechos de corrupción, porque si Cristina no decía lo que dijo en Tecnópolis sobre Paolo Rocca y Techint y la obra del gasoducto, no había off por Whatsapp, y siga siga como si nada: no hay que confundir las causas, con las consecuencias.
Tampoco que estemos en presencia de alguien reacio a hacerle favores al capital, cuando de eso se trató toda su gestión de gobierno; de allí los lamentos en la AEA o la UIA por su partida. En ese sentido (y en más de uno) Kulfas recuerda a Lavagna, y su ida del gobierno de Néstor: ¿recorrerá a partir de ahora los medios explicando que no lo echaron sino que renunció, para no convalidar corruptelas?
Yendo más a fondo, el affaire Kulfas marcó -de modo brutal- los límites del "modo Alberto" de construcción y conducción política: la política de los operadores sin votos, que creen moverse como peces en el agua en los medios, los contactos con el periodismo y las terminales del poder económico, surfeando las olas para sacarles provecho. Pues no, mis cielas: son bastante más pelotudos de lo que creen, y Hadad -filtrando el off- se los recordó.
Otra viga maestra del "albertismo" (si es que tal cosa existe) crujió con la partida de Kulfas: aquélla máxima no escrita (pero vaya si vigente) que reza que haber tenido en su hora tirrias con Cristina o el kirchnerismo, es una credencial de acceso VIP al gabinete nacional, las posiciones expectantes de poder y la consideración presidencial. Es decir, ese "plus" que potenció a figuras que de otro modo jamás podrían haber llegado donde están, como Vilma Ibarra o Béliz, aunque en éste caso haya otros importantes valedores.
Cuando gobernaba Néstor y después Cristina, solo había "off" al periodismo desde adentro del gobierno mientras estuvo en él Alberto Fernández. El mismo que al integrar su propio equipo, eligió como vocero a Juan Pablo Biondi, básicamente para operar desde adentro en los medios en contra de Cristina y el kirchnerismo. Datos, no opinión; lo contrario de las columnas de Román Lejtman en Infobraden, que tienen precisamente ese origen.
¿A dónde vamos con todo esto? A que en la medida en que Alberto Fernández siga pensando que Cristina y el kirchnerismo son un problema para su gobierno (y obre en consecuencia), en lugar de los que hicieron posible que llegara donde llegó, habrá más Kulfas, porque el problema es de fondo. Como dicen que dijo Roberto Navarro: una cosa es un frente entre kirchneristas y otros sectores, y otra uno entre kirchneristas, y antikirchneristas.
Tan de fondo es el problema como la degradación del poder político y la autoridad presidencial que consuma a diario Alberto, cuando se niega (como le dijo en la cara Cristina) a usar la lapicera, a favor de los que lo votaron. De esa degradación viene que los medios y la oposición estén hablando desde el sábado de corrupción, endilgándosela a Cristina y sin mencionar a Paolo Rocca o Techint, como si pudiera haber corruptos, sin corruptores.
Acaso sea precisamente lo que buscara Kulfas lanzando su "off" como flecha del parto antes de salir del gobierno, interpretación que en todo caso lo favorece: peor es pensar que lo hizo a sabiendas, pensando que lo favorecía en la disputa interna, y contaba con la venia presidencial. Elijan ustedes la que más les guste. Tuits relacionados:
Pero Alvaro, vos decís que Techint es una cooperativa trucha? Porque se están atropellando en tribunales para presentar denuncias por lo del gasoducto? https://t.co/DisljgkmdL
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
Pasábamos por acá para recordarles que el último acto de gestión de Kulfas fue firmar junto con Alberto y Guzmán el DNU que flexibiliza el cepo a las petroleras, entre ellas a Tecpetrol del grupo Techint, la segunda mayor productora en Vaca Muerta tras YPF. Eso, nada más, sigan.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
Estoy a nada de pensar que Kulfas sabía perfectamente lo que iba pasar con el off, si no fuera porque entre las empresas en las que va a presentar currículum para conseguir trabajo debe estar Techint. Eso, y que de política jamás entendió un choto.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
¿Nosotros nomás pensamos que la visita de Alberto y Guzmán a la AEA es para decir "Lo de las rentas inesperadas es para la gilada" y "Tranquilos muchachos, aunque se haya ido Kulfas la de ustedes está"?
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
Off the récord al portal de Hadad tirados por Whatsapp en caliente para armar puteríos en la interna por el kirchnerismo emocional kuka termo intenso: 0. Datos, no opinión.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
Igual, medio que después de lo de Biondi faltó una directiva presidencial onda "Muchachos, córtenla con los off the récord", no? O lo de Kulfas fue otro caso de "Tirálo y si pasa, pasa"?
— La Corriente K (@lacorrientek) June 5, 2022
O sea, la idea fue siempre tirarle mierda a Cristina. Antes de estar en el gobierno, cuando estuvo en él, y ahora desde afuera. Una línea de conducta, que lo llevó al gobierno, donde ser antikirchnerista paga. https://t.co/Q8HigmjsKJ
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
La obra del gasoducto depende de Energía. Energía depende de Guzmán. Los dólares a Techint para los caños se los facilitaron Alberto, Guzmán y Pesce. ¿Por qué otra razón que no sea encono personal contra Cristina Kulfas se dio por aludido, mandando el off?
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
A Kulfas lo avergüenzan los subsidios, pero no sostener retenciones ridículamente bajas con estos precios internacionales e internos de los alimentos. Que peronismo raro el de éste muchacho.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
Lila, la Master en las interpretaciones más inverosímiles de todas. Que casualmente siempre favorecen a los tipos como Paolo Rocca. https://t.co/reDfOqLppm
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
Lo raja por las redes el sábado y lo recibe el lunes. El tipo lleva una renuncia de 14 páginas, hablando al pedo de Cristina y los subsidios. Uno no quiere pensar que todo estaba arreglado, pero se la ponen difícil.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
Scalabrini Ortíz se definía a sí mismo como "Uno cualquiera, que sabe que es uno cualquiera". Y era Scalabrini Ortíz, no Kulfas.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
A Kulfas (de quien dependía Defensa de la Competencia hasta una semana en la que pasó a depender de Guzmán) nunca le preocupó la concentración económica o el abuso de posición dominante, hasta que descubrió que Techint es la principal fabricante de tubos de acero. Mirá vos.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
Alberto posó sus nalgas seis meses sobre el decreto del gasoducto, para que después de todo ese tiempo Kulfas descubriera que estaba armado todo para Techint, y lo dijera luego de las quejas de Cristina porque le regalaron dólares al pedo. Acá no entiende el que no quiere.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
Si con una renuncia de 14 fojas hablando al pedo de los subsidios y la vicepresidenta, y una denuncia velada de corrupción por Whatsapp no ganamos las elecciones, deberíamos dejar de intentarlo.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
El albertismo, ese conglomerado de boludos que se creen pistolas, respecto a los cuales solo hay que ser pacientes y esperar sentados a que pasen en bolsas negras o tapados con diarios, víctimas de su propia torpeza.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 6, 2022
"Con los nùmeros de la economía en lo que va del 2022, tengo el boleto picado.
ResponderEliminar¿Si invento algún tema de corrupción para que lo instalen en los medios ¿cuanto hay?"(Kulfas).
El Colo.
Shakira está a punto de separarse y ustedes preocupados por Kulfas.
ResponderEliminarNo tienen sentimientos.