domingo, 14 de julio de 2024

EL DECRETO DE LOS REINCIDENTES SIN CONDENA

 

                                                                                   Por A.C.

El Gobierno de Milei porDecreto 602/2024, dispuso la emisión de $20 Billones en letras mediante las cuales transfiere la deuda del Banco Central al Tesoro. El nuevo instrumento se denomina “L e F i” (Letra Fiscal de Liquidez). 

Mediante éstas letras emitidas por el Tesoro, el Banco Central a cargo de Santiago Bausili , transfiere su deuda, que no desaparece, al Ministerio de Economía a cargo de Luis Caputo.

Los Sres. Bausili y Caputo resultan socios en la consultora Anker Latinoamericana, y se desempeñaron durante el gobierno de Macri como Secretario y Ministro de Finanzas respectivamente, resultando protagonistas de la toma de deuda más alta de toda la historia argentina.

Especialistas en tomar deuda y en negociaciones poco claras, en el caso del Sr. Bausili, fue procesado por el juez federal Casanello por negociaciones incompatibles con la función pública durante su paso por la Secretaría de Finanzas del gobierno de Macri. Desde el Estado facilitaba negocios al Deutsche Bank, banco donde se desempeñaba al asumir el cargo público. Pero cuando se anunció que Milei lo nombraría titular del Banco Central, en el tribunal de Comodoro Py revocaron rápidamente su procesamiento y archivaron la causa.

Por su parte para recordar el desempeño de don Caputo en la gestión de Macri, exi҃ste el informe de la Auditoría General de la Nación, informe aprobado por unanimidad y a cargo de la Comisión de Supervisión de la Deuda Pública. En ese trabajo se evaluó la gestión de las colocaciones de bonos en el mercado de Nueva York durante el período 2016-2018.  Durante ese período, con Caputo a cargo de la gestión, Argentina colocó un total de 18 nuevos bonos bajo ley extranjera, emisión equivalente al 64% del total de títulos de deuda externa, y por su magnitud, con un impacto similar al del préstamo récord del FMI tomado en el año 2018.

En síntesis, en dos años de gobierno macrista, Caputo emitió deuda con privados por más de 80.000 millones de dólares, incluyendo -recordemos- un bono a cien años. Esa monumental fortuna en deuda y en moneda extranjera, fue fugada del país a través de conocidos operadores y participación directa de don Caputo, a punto tal que el FMI le pidió a Macri que lo eyectara del cargo. En un país normal, con un poder judicial que aplicara la ley y la Constitución, Caputo estaría disfrutando de una larga estadía en el penal de Ezeiza.

Volviendo al actual Decreto 602 y ya destacados sus autores e intérpretes, es inevitable señalar los altos riesgos de ésta volátil maniobra que transfiere los pasivos del Banco Central al Tesoro. En primer término, señalemos que éstas letras se emiten para cubrir y/o financiar la deuda que el Estado mantiene con las entidades bancarias.  Invocan sus autores que con ésta norma, el Banco Central se ahorra el pago mensual mediante emisión de más de 700.000 millones de pesos para cubrir los intereses.  Pero esto es un infantilismo, porque esa deuda no desaparece,  y por lo tanto por estas nuevas letras que entrega el Tesoro a los Bancos, se deberá también pagar los intereses, solo que ahora se pagará a través del Tesoro en lugar de pagar el Banco Central.

Un pasamanos de deuda que no soluciona la situación de endeudamiento y que genera un riesgo concreto. Como quien paga es el Tesoro, es necesario que en cada vencimiento de las nuevas letras exista un superávit fiscal suficiente para cubrir los pagos. ¿Y si ese superávit no existiera? ¿Se va defaultear? Porque si se recurriera a la emisión de pesos vía Banco Central para pagar, estaríamos en el mismo punto que antes de dictar el decreto.

Y otro problema sería que para obtener el superávit necesario para cumplir con los Bancos, éste gobierno aumentara aún más el ajuste demencial que ya viene aplicando,  y que en solo siete meses ya produjo consecuencias desastrosas para la economía y para la gran mayoría de la población.

Por último, otro aspecto preocupante es que entre los pasivos remunerados que se transfieren del Banco Central al Tesoro, se encuentran los depósitos de los ahorristas, los plazos fijos en pesos, que hasta ahora tenían la garantía que ofrecía el Banco Central sobre esos depósitos. 

Ahora, éstos depósitos que son transferidos quedan expuestos a que el Tesoro caiga en default. Y esto no es ciencia ficción, porque ya ocurrió en el año 2019 durante el gobierno de Macri y la pésima gestión en economía  de Hernán Lacunza, cuando se declaró en default la deuda en pesos.

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