sábado, 3 de agosto de 2024

LAS COSAS POR SU NOMBRE

 

* A la OEA no se la puede tomar en serio para nada porque murió hace más de 40 años en Malvinas, cuando toleró una agresión de una potencia extra-continental a un país miembro, simplemente porque esa potencia era la principal aliada de los Estados Unidos, que es el que ha dictado desde siempre la política de la OEA.

* Para hablar de democracia y reclamarla hay que ser democrático, y no nostálgico o apologista de las dictaduras, ni visitar a los genocidas en las cárceles o propiciar su liberación o impunidad por los crímenes cometidos. Tampoco tener esqueletos en el placard, como haber apoyado política y logísticamente golpes de Estado, en Bolivia, Brasil, Ecuador, Argentina o donde sea.

* Y como democrático no solo hay que serlo sino parecerlo y demostrarlo siempre, hay que ganar en las urnas, con resultados que se puedan verificar, y si hecho eso alguno no los acepta y desconoce la voluntad popular, que quede marcado como golpista, y aislado. En Venezuela y en todos lados.

* La justicia es el brazo curial del poder económico, y la principal defensora del orden social injusto. De allí que cualquier programa político de contenido popular y transformador debe incluir su reforma, como condición necesaria para llevarse adelante sin interferencias ajenas al proceso democrático.

* Si llegás al poder con los votos de una coalición social y en nombre de un determinado proyecto político, tenés que representar los intereses de esa coalición, siendo fiel a ese proyecto. No "mejores" ni "distintos": simplemente siendo aquello para lo que te votaron. En México, en Argentina y en todos lados. 

* La causa de las crisis políticas en América Latina siempre estuvieron ligadas a la apetencia imperialista de dominación, para apropiarse de las riquezas y recursos naturales. Desde la doctrina Monroe para acá. Y Venezuela no es la excepción: si no estuviera sobre un mar de petróleo, a nadie le preocuparía si sus elecciones son limpias o fraudulentas, ni quien gobierna allí.

* Así como no nos tenemos que dejar arrebatar las banderas democráticas por gente que no tiene autoridad moral para portarlas, tampoco tenemos que permitirles que se atribuyan el monopolio de la libertad. Menos cuando nos proponer ser vasallos de otros que decidirán por nosotros sobre nuestras vidas o haciendas. Como decía San Martín, seamos libres que lo demás no importa nada, pero no para desparramar odio por las redes sociales, sino para construir una patria -y un continente- justo, libre y soberano.

* Bastantes problemas serios -como la pobreza y la desigualdad- tenemos en nuestra América Latina, como para comprarnos problemas ajenos, en los que no tenemos nada para ganar si nos metemos, y mucho para perder.  

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3 comentarios:

  1. Cristina. Un millón de años luz de distancia con cualquier dirigente,gobernante o candidato.
    Y nos gobierna el gordo peluca, que no puede leer de corrido.

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  2. Coincido en todo con Ella. No obstante, me dolió cuando pidió "que muestren las actas". Eso y solo eso fue el título de todo el estiercolero cipayo de nuestro "periodismo"

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  3. A la OEA no se la puede tomar en serio para nada porque murió hace más de 40 años en Malvinas, ...los Estados Unidos, que es el que ha dictado desde siempre la política de la OEA.

    La OEA apoya la agenda 2030.

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