[NUEVO] Cristina Fernández de Kirchner: “En 12 años y medio logramos la participación de los trabajadores más alta en toda la historia del PBI nacional”. Esto es #VERDADERO
— Chequeado (@Chequeado) June 11, 2025
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✍️ @marianaleivaok
Cristina irá presa por haber hecho el trabajo de la CGT: defender y mejorar los salarios de los trabajadores. Y así le pagan los gordos soretes. https://t.co/CBwxVSniSx
— La Corriente K (@lacorrientek) June 12, 2025
En "Peronismo: filosofía política de una persistencia argentina" y analizando las miradas que sobre el peronismo se hicieron desde la izquierda, transcribe José Pablo Feinmann la opinión de Milcíades Peña cuando dijo: "El peronismo no modificó la estructura tradicional del país, es decir las relaciones de propiedad y la distribución del poder existentes. Sindicalización masiva e integral del proletariado fabril y de los trabajadores asalariados en general. Democratización de las relaciones obrero-patronales en los sitios de trabajo y en las relaciones ante el Estado. Treinta y tres por ciento de aumento de la participación de los asalariados en el ingreso nacional. A eso se redujo la "revolución peronista"." (las comillas son originales de Peña, y tienen un claro sentido despectivo).
Y agrega Feinmann por su parte: "¿Treinta y tres por ciento de aumento en la participación de los asalariados en el ingreso nacional? Milcíades, hoy, eso, sería más que el Palacio de Invierno." Decimos nosotros: visto el peronismo desde las clases dominantes, entonces también lo fue; tanto que haberlo hecho le valió a Perón varios intentos de golpe y magnicidio durante su mandato, el bombardeo de una ciudad abierta e indefensa provocando la muerte de civiles inocentes, su derrocamiento, exilio, proscripción y pérdida hasta de sus haberes como militar retirado, la penalización del uso de su nombre, la calumnia y la difamación, la persecución judicial, el robo, ultraje y ocultamiento del cadáver de Evita, y el impedimento para volver al país durante 17 años.
Para el pueblo argentino, la osadía del peronismo de poner en cuestión el reparto de la torta -y modificarlo- significó la cárcel, la persecución, los fusilamientos de junio del 56', la prohibición de votar a quien querían votar y, antes que nada, retroceder en aquello en lo que con Perón había avanzado: la redistribución del ingreso, entre otras cuestiones, pero esa es la central, porque es la que hace a lo que el propio Perón llamaba la víscera más sensible. Y no solo de los trabajadores, sino también de los empresarios.
Ni siquiera el segundo peronismo, el del retorno de Perón al país, caotizado por la interna, mereció paz del sistema: el golpe del 76' puso en marcha un plan de exterminio sistemático para que a nadie se le ocurriera en el futuro repetir la experiencia. Y también para moldear definitivamente una sociedad post peronista donde no exista memoria ni registro de su experiencia histórica. Es decir, el mismo plan de los "libertadores" del 55', el mismo que ensayó Macri y el mismo que hoy vehiculiza Milei, como simple marioneta de los dueños del país.
Si alguno encuentra en lo relatado hasta acá semejanzas o pertinencia y aplicación a lo que le está pasando a Cristina, es porque la hay: haber conducido durante 12 años y medio de gobierno al punto más alto de participación de los trabajadores en la distribución del ingreso nacional, les valió a Néstor primero y a Cristina después la persecución mediática y judicial que ni siquiera se detuvo ante sus hijos, el ultraje de haber revisado sus casas hasta taladrando las paredes buscando bóvedas y fortunas ocultas, la privación de su jubilación de ex presidenta y un intento de asesinato en vivo por televisión, hasta culminar en vergonzosa condena confirmada esta semana por la Corte, que terminará con ella presa y posiblemente vejada mediáticamente, para solaz de la Argentina gorila, que tolera -y aplaude, y vota- corrupciones reales.
Valga el relato histórico de ambos procesos - el del peronismo original y el de su fase kirchnerista- para poner en contexto las críticas a su naturaleza reformista (dicho esto con sentido despectivo, como lo decía Milcíades Peña), que no se puede siquiera discutir si se oculta el dato esencial: la naturaleza intrínsecamente criminal del poder económico en el país, o como decía Walsh, nuestra oligarquía temperamentalmente inclinada al asesinato.
La dicotomía o la antinomia peronismo-antiperonismo tiene ya 80 años de persistencia en el país, no tanto porque sea un intento de parte del peronismo de simplificar la explicación de los problemas del país y la causa de todas sus convulsiones políticas y sociales, sino porque -como decía Cooke- es la forma argentina en que se expresa la lucha de clases, aunque el peronismo no se haya definido nunca como clasista y aunque la divisoria a un lado y otro de la línea no se corresponda siempre con la ubicación de clase de cada uno, cualquiera sea el criterio que se adopte para definir y delimitar a éstas.
Si gobierna el peronismo y resulta fiel a su sentido histórico, la participación de los trabajadores en la renta crece, y cuando gobiernan el antiperonismo (cualquiera sea el sello de ocasión que adopten), decrece. Y esos son datos constatables, no una simple opinión. Por eso Menem fue el único peronista que les gustó a los gorilas, tanto que lo votaron.
Datos tan constatables que hay que buscar allí el origen de todas nuestras convulsiones políticas, y los límites concretos que el poder real de la Argentina ha definido hace tiempo para nuestra democracia post dictadura. En todo caso lo que hizo la experiencia peronista reciente en su fase kirchnerista fue recordárnoslo, al retomar la senda histórica del primer peronismo. Cuando el peronismo es más fiel a sí mismo (como pasó con Néstor y Cristina), más enfurece a la Argentina gorila.
Para el poder real, la democracia es un juguete con el que nos permiten distraernos, siempre que respetemos el manual de instrucciones para su uso: hay cosas (como el bolsillo) con las que no se jode; o dicho de otro modo: la democracia (como el peronismo) es esa fiesta que se tenía que terminar porque era insostenible, de la que tanto nos hablaron.
Tuits relacionados:
Cinco paros a Cristina por Ganancias. Ninguno a Milei por meter presa a la que hizo que muchos salarios subieran hasta llegar a pagar Ganancias. No se me ocurre mejor síntesis de la descomposición terminal de la CGT.
— La Corriente K (@lacorrientek) June 12, 2025
Hoy, el poder económico, mediático y judicial ha decidido que su proyecto socioeconómico no puede ser administrado respetando la soberanía del voto popular. La democracia resulta para ellos un obstáculo. No es la primera vez que proscriben, ni la última que deba enfrentárselos.
— Artemio López (@Lupo55) June 10, 2025
Para no hacer paro por Cristina la CGT argumenta que el último paro general fracasó. Y no renunció ninguno. "Si no hacen paro por salarios, no lo van a hacer por política" dicen los gansos, como si una cosa no fuera asociada a la otra. La peor dirigencia sindical de la historia
— La Corriente K (@lacorrientek) June 12, 2025
Anteayer aplaudí la nota. La de hoy la supera. La cita de intelectuales de altísimo valor es adecuada y justa. Los viejos/as como yo, que hemos sido aquellos niños privilegiados, estamos con tripas corazón y cerebro con esta amada compañera que es la única garantía de educación, industria, salud, salarios y jubilaciones dignas, bienestar, desarrollo tecnológico y paz para el pueblo y la patria. Ruego a Dios por Ella
ResponderEliminarHace pocos días atrás los medios de difusión publicaban un noticia, la cual era ilustrada por una foto del re-gordo Daer.trot
ResponderEliminarEstaba vestido con una remera y se le podían observar una tetas y un pezones espectaculares de gran tamaño.
Tal es así que provocó la envidia de varias divas y trotonas de espacios televisivos, teatro de variedades, películas porno, etc.
Mis compañeras de trabajo al verlos dijeron "es un cochinón, o cochinona? hummm
Eso sí, los asalariados le importan una carajo!