viernes, 8 de abril de 2011

ECONOMÍA, INFLACIÓN Y LOS FUNDAMENTALISTAS DEL MERCADO


Por A.C.

La importante -y a esta altura totalmente indiscutible- redistribución de ingresos que generó el Gobierno Nacional, a través de herramientas concretas como las paritarias salariales, la generación de beneficios previsionales y el establecimiento de la asignación por hijo, en todos los casos con millones de beneficiarios, provocó un cambio profundo en la economía argentina.

Más allá de la consecuencia de equidad que se genera con la adecuación salarial en relación a la ganancia empresaria a través de las paritarias, y más allá del carácter inclusivo de las jubilaciones y pensiones y de la asignación por hijo, en todos estos casos, estos recursos derivados a la población, tienen consecuencias económicas concretas:  lo que se produce para la gente común es el aumento –o la aparición- del poder adquisitivo.

Siguiendo el discurso y el léxico de economistas que viajan a formarse al país del norte (donde les enseñan lo que en ese país nunca se aplica), diríamos que con éstas políticas, en Argentina se generó un aumento desmedido de la demanda con su correlativo fuerte impacto en los precios. La inflación. El permanente aumento en los precios que deteriora el poder adquisitivo del salario, produce la desvalorización de la moneda, genera emisión descontrolada y pulveriza la reservas del Banco Central, todo según los profecías efectuadas durante los últimos años por los representantes de la economía ortodoxa. Según ellos, palabras más, palabras menos, esas serían las terribles consecuencias finales para la Argentina a causa de la implementación del plan económico que se iniciara en el año 2003.  

Pero …..¿El salario real se incrementó o se redujo en estos siete años ? ¿La moneda argentina sufre una devaluación permanente? Es decir ¿hay que comprar dólares hoy porque la semana que viene el verde se va a las nubes?

¿El Banco Central no dispone de las reservas suficientes para incidir en el mercado?

Miren, el salario tuvo un categórico incremento acompañado de un fuerte aumento del empleo, la moneda se mantiene en un tipo de cambio competitivo para acompañar la actividad productiva y exportadora, y el Banco Central tiene record de reservas.

¿De que me hablan muchachos fundamentalistas del mercado? ¿Por qué no se concentran en buscar soluciones a las terribles consecuencias sociales de desempleo y retracción económica que produjeron en toda Europa sus maestros con experimentos como la burbuja inmobiliaria ?  Los remedios se deben aplicar en economías con problemas, no en economías sanas. Lo que pasa es que ustedes tienen que inventar la enfermedad para vender el remedio.

Por eso, ellos ponen cara de preocupados, y los diarios y canales de las corporaciones todos los días, pero todos los días, mandan a sus contratados (trabajadores en negro), a recorrer los comercios para encontrar aumentos. Y editorializan anticipando catástrofes económicas. Y entonces, los genios del mercado reclaman implementar la vieja y eternamente fracasada receta de enfriar la economía, a través del congelamiento de ingresos y por lo tanto, de la retracción del consumo (aunque eso produzca la baja de la producción y el aumento del desempleo). Además, la receta aparece siempre acompañada de la propuesta de un devaluador serial, que plantea con cara de mono sabio, que en el marco del enfriamiento de la economía, hay que aprovechar y devaluar fuertemente el peso, por el tema del déficit fiscal ¿viste? (aunque haya superávit).

A quien jode esta receta siempre que se aplica, todos lo sabemos. Y a quien favorece, también.

Los asalariados y los beneficiarios de medidas sociales inclusivas, no inciden en el mercado de los yates ni aparecen en la Bolsa comprando acciones, y tampoco invierten en bonos o en títulos. Ellos direccionan su consumo a productos y servicios básicos, en un país donde por ejemplo, dos empresas se reparten el 80% del mercado galletitas o fideos, y otras dos empresas tienen más del 70% del mercado de bebidas gaseosas.

La concentración económica en Argentina, no es solo una frase del Gobierno Nacional, es una antigua realidad económica, que también se puede apreciar en servicios como la televisión por cable, donde Cablevisión posee el 80% de los abonados al servicio en Capital Federal y más del 60% de los abonados en el interior del país.

Excepto que alguien quiera plantear que los alimentos no son primordiales en el consumo, o que considere un lujo asiático al servicio de televisión por cable ( lo que es lo mismo que decir que si son humildes, no pretendan alimentarse bien ni mirar televisión por cable), no se comprende como gente tan calificada, no incluye en sus análisis inflacionarios la circunstancia que el mercado se reparte en muy pocas manos o empresas,  y que esa concentración tiene consecuencias directas (y negativas) en la formación de los precios que paga el consumidor.

En vez de analizar la realidad económica por las consecuencias, hay que  explicarla por las causas. Hay que marcar quienes y como generan las distorsiones de precios. Pero a los muchachos fundamentalistas del mercado, ese elemento deliberadamente se les escapa.

En sus profundos análisis inflacionarios, jamás mencionan la posibilidad que la concentración económica y el abuso de la posición dominante en el mercado, pueda generar distorsiones en la estructura de precios internos.

Para ellos eso es imposible. Para ellos solo las fuerzas del mercado liberadas a su libre juego son generadoras de riquezas, las que luego, magicamente, producirán un derrame espontáneo hacia el resto de la población, manteniendo siempre una economía naturalmente equilibrada y precios estables . Eso sí, nada de intervención o regulaciones estatales, porque entonces el dios mercado castiga, entre otras maneras, a través de la inflación. 

Más allá de los profetas del apocalipsis, felizmente tenemos una economía vigorosa, que creció al 9% durante el año 2010, y existen herramientas legales y convencionales para aplicar sobre distorsiones puntuales en los precios internos, sin entrar en la artificial desesperación que intentan imponer los ortodoxos de la economía de libre mercado.

Legalmente, se cuenta con la Ley de Defensa de la Competencia y la Ley de Abastecimiento, y en el ámbito convencional, el Gobierno podrá seguir utilizando la interesante herramienta del acuerdo de precios, una herramienta a la que muchos países centrales recurren desde hace décadas, aunque los fundamentalistas del mercado a menudo lo olviden.

Por eso, muchachos ¿ Porqué no viajan de nuevo y llevan sus calificados aportes económicos a los países centrales? Vayan, por nosotros no se preocupen, que vamos a estar bien.

2 comentarios:

  1. Cristiano Ronaldo:"En europa nos cagamos de risa de ustedes" (Elabas)

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  2. Excelente el análisis. Da gusto pasar por el blog. Sigan así.
    Cristina A

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