martes, 5 de abril de 2011

LA EPIDEMIA


Por A. C.

Ante la patética epidemia de patetismo que sufre la oposición al Gobierno Nacional, las encuestas son una droga que necesitan para intentar seguir viviendo politicamente.

Pero las dosis son caras y duran poco. El convaleciente percibe que recupera un poco de oxígeno y trata de empezar a caminar.  Pero ésta droga ha producido un extraño efecto. Cuando la farmacia le vende la misma droga a otro necesitado, el que se estaba recuperando, pierde el poco oxigeno que tenía porque se lo arrebata el nuevo inyectado.

Si bien el tratamiento contra el patetismo va acompañado de internaciones en Institutos especializados como la Clínica TN, donde el convaleciente recibe apoyo terapéutico de prestigiosos profesionales y de manera contínua durante las 24 horas, los resultados hasta ahora, no han sido los esperados.

Posiblemente la falla de los profesionales a cargo de los tratamientos, se encuentre en no haber acertado en la dosis de medicación justa con la que debe acompañarse la aplicación de la droga principal, para posibilitar que ésta produzca en el candidato los efectos buscados.

En sus dos formas de comercialización, Clarinvotril y Nacionprozac, medicamentos que en su composición incorporan nuevos y potentes bloqueadores, han sido utilizados indistintamente e incluso de manera simultánea, pero sin buenos resultados en los pacientes. 

Para mayor preocupación de los profesionales, los tratamientos aplicados hasta hoy, culminaron con el traslado de los pacientes a la morgue, como se desprende de las historias clínicas de los Sres. Cobos, Duhalde, Carrió, De Narvaez, Das Neves, Macri, Alfonsin y más recientemente Sanz, quien mientras era conducido al sector mencionado y antes de su depósito definitivo, alcanzó a declarar Me bajé de la interna porque advertí que mi candidatura se iba por la canaleta".

En todos estos casos de enfermos de patetismo, antes y posteriormente a la encuesta, se efectuaron en laboratorio innumerables análisis, pero los valores de los pacientes siempre se mantuvieron muy por debajo de los necesarios para la supervivencia.

En las recientes Jornadas sobre el patetismo, convocadas y solventadas por el Director del Laboratorio Corporación (productor del medicamento Clarinvotril), estuvieron presentes prestigiosos profesionales pertenecientes a la Clinica TN, donde actualmente la capacidad de la morgue se encuentra sobrepasada.

El vocero del grupo de profesionales, Dr. Bonelli, con su estilo hermético, expresó una conclusión clara: “eto, atí no va”, conclusión confirmada y traducida por el Dr. Majul.  Por su parte, el Dr. Morales Solá, acompañó la propuesta del Dr. Biasatti : abandonar las tareas de resucitación a las que son sometidos diariamente los pacientes depositados en la morgue y pasar a otro tema, como el de la convocatoria a profesionales externos a la Clínica, para que hagan su aporte en la aplicación del tratamiento. 

A tal efecto, se propusieron convocar al Dr. Lanata, eminencia en conductas impresentables ; a la Dra. Ruiz Guiñazú, experimentada titular del Laboratorio de Análisis Inútiles, y al Dr. Grondona, destacado profesional egresado en 1909 y especializado en tesis anacrónicas e irrelevantes.

Las Jornadas nos dejan como conclusión final que, ante la falta hasta hoy de un tratamiento efectivo contra el patetismo, y las posibilidades de contagio que pueden originarse en el clima político, se recomienda tomar recaudos tales como no beber posturas triunfalistas y evitar ingerir el error de conducirse como si las elecciones se ganaran solo a través de los medios.

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