lunes, 25 de julio de 2011

ESTO ES PRO


Miguel Del Sel sustentó su extraordinaria cosecha de votos en las elecciones de ayer en su condición de ser un hombre ajeno a la política, un ciudadano común preocupado por la suerte de su provincia que se decidió de pronto a participar.

Los que lo votaron lo hicieron por eso; que a muchos pueda parecernos un disparate porque sería como convocar a Cachito Vigil -el ex entrenador de Las Leonas- para remplazar a Batista en la seleccción, junto con Ginóbili y Del Potro para que sean los dos delanteros de punta en lugar de Agüero e Higuaín, es otra historia.

Sin embargo en la gama de visitantes estelares en su búnker anoche -que iban desde Redrado a González Fraga, pasando por Macri y toda la plana mayor del pelotero amarillo- revela que el hombre tiene el rancho rodeado por buena parte de la vieja política, de lo más rancio de la derecha argentina; y lo van a querer forzar a una definición de cara a las internas nacionales del 14 de agosto.

Sin embargo la estrategia de Macri -su mentor, como Menem lo fue de Reutemann; no el dueño de sus votos como no lo era el riojano de los del corredor- es distinta: capitalizar el éxito del Midachi de cara al balotaje porteño y al 2015 (diluyendo así la reculada que pegó hace un mes para no participar de las presidenciales de este año), y esquivar por ahora y hasta el filo del 14 de agosto, toda definición sobre eventuales apoyos a algún candidato opositor a Cristina.

Parece lógica: no le conviene a Mauricio encumbrar a un opositor que pueda convertirse en en futuro escollo para sus aspiraciones presidenciales.

Pero decíamos que Macri y el PRO no son dueños de los votos de Del Sel; más aun: el partido de los globos no existe en Santa Fe, al menos como una fuerza a tener en cuenta: no gobierna ninguna municipalidad o comuna, y a partir de diciembre sólo lo hará en Chabás (la comuna que hoy gobierna el candidato a vice Osvaldo Salomón), aunque no como tal, sino como una fuerza vecinal que gobierna allí hace años.

No obtuvo ninguna banca de senador provincial pese a que Del Sel ganó en 11 de los 19 Departamentos, y si logrará colocar 6 diputados sobre un total de 50 en la Legislatura es porque en los últimos días de campaña el candidato a gobernador empezó a mostrarse con ellos y darles su apoyo; no porque el PRO tenga en Santa Fe algo parecido a una estructura territorial.

De cualquier modo, los números hablan: 612.208 votos para Del Sel, 245.615 para su lista de diputados. Aun si se considerasen esos votos el aporte de personajes nefastos del peronismo como Norberto Nicotra o Alejandra Vucasovich -eternamente colgados de la campera roja de Reutemann- hubieran estado a una distancia sideral de pelear por algo significativo, sin ser la lista de un candidato que ya era famoso, por fuera de la política.

Y como consecuencia de esa fragilidad política del PRO, los peronistas que mojaron el pancito con Del Sel están fijando la estrategia que se les canta, le guste o no al niño Mauricio: aquí el mismísimo candidato a vicegobernador Osvaldo Salomón, adelanta su apoyo y el de Miguelito a la fórmula Duhalde-Das Neves. 

Uno (Salomón) porque viene jugando desde hace tiempo con el bañero lomense -sobre todo a partir de la enésima defección de Reutemann-, el otro (Del Sel), porque trabó amistad con el gobernador chubutense porque lo contrató para hacer unos shows en su provincia, en los que descolló con su habitual humor inteligente.   

Eso implica que es muy probable que, aunque Macri decida mantenerse al margen de la contienda nacional de agosto, Duhalde y Das Neves recorran Santa Fe buscando votos de la mano de Del Sel, para aprovechar el viento de cola de la elección de ayer.

Los artistas son así, como Fito Páez: dicen lo que piensan, sin medir las consecuencias.

Aunque en este caso eso sea PRO. O no, quien sabe.


1 comentario:

  1. ME DA NO SE QUE VER LO SOLO QUE DEJARON A ROSSI, REALMENTE ESE REUTEMANN TRAIDOR , SIEMPRE ESTA AHI PARA JODER A TODOS Y NUNCA APARECER, SIEMPRE EN LAS SOMBRAS, ANOCHE ME ACORDE MUCHO DE EL PORQUE ES EL CULPABLE DE LA DERROTA DE ROSSI.

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