Por Víctor Astesiano
Pensando en el título de la charla del Dr. Claudio "Turco" Cherep ("Futbol y Política, dos pasiones argentinas") he notado como, desde hace unos quince años a esta parte, -para poner una referencia, aunque sea arbitraria- la Selección Argentina es una muestra del negocio del futbol, en la que, quienes la integran son los “profesionales”, aunque no sé si del deporte que ejercen o de la Play.
La idea de llevarla al interior del país ha sido, obviamente, una consecuencia de lo poco cercana que se sentía con el público de la gran ciudad. Y es así que se pensó: en el interior todavía existe mística en la gente y es probable que se la apoye, como no se lo hace en Buenos Aires.
En realidad, la que no tiene mística, la que no despierta ningún sentimiento empático hacia ella, es la propia Selección.
Plagada de jugadores multimillonarios, que sólo conocen la pose de la "estrella", se destaca por tener un futbolista al que llaman el "jugador del pueblo", porque es el único que juega como hincha, saluda a los hinchas, habla con los hinchas y trata a las gentes como hinchas. Pareciera que es el único salido de la tribuna y puesto al césped.
Y oímos como surgieron las protestas porque esos hinchas traspasaron las vallas de separación de la gilada con los astros e invadieron la “intimidad” (?) necesaria para trabajar “la pelota parada”. Y será mejor que la sienten, porque debe estar cansada, ya que no rinde.
Los jugadores son esa muestra. Cierran los cortinados del colectivo, hacen como que están hablando a través del teléfono móvil o miran para otro lado, con tal de ni siquiera saludar a la fanaticada, que no se les arrima como barras pesados, sino en familia y buscando la recíproca de una sonrisa, que no llega.
Y así, de a poco, se va matando al futbol que conocimos de chicos. Ese futbol pasional, jugado con elegancia pero a la vez con la garra que emana del deseo de ganar, de brindarse por esas gentes que pululan en la senda de las ilusiones.
PD: Cuando el Dr. Cherep brinde su conferencia el miércoles 13, preguntaré su opinión sobre el futbol, la pasión y esta Selección que no despierta y sigue durmiendo el sueño de los euros.
La reserva de Villa Dálmine,con el arquero suplente y los dos delanteros con gripe y fiebre,y con el electricista del club como técnico, le ganan a Costa Rica. Estamos a tiempo de cambiar el equipo, porque la reserva de Dálmine ya está entrenando y el electricista siempre anda por el club.
ResponderEliminarNo vaya a ser que las estrellitas saquen otro heroico empate y sea demasiado tarde para lágrimas.
El Colo.
Astesiano tiene menos fútbol que Querelle.
ResponderEliminarPongan a otro a escribir de la selección.
Habíamos pensado en el Turco Cherep pero se despachó con cachet de la puta madre.
ResponderEliminarDejá Astesiano, a ese anónimo que dice que no sabés de fútbol no le contestés.
ResponderEliminarYo sé quien es el gil, es del pequeño grupo de resentidos del equipo chico de la ciudad. En el colegio jubaga en la selección (de pelota al cesto) y por eso le decíamos Querelle.
A mi me parece que el que escribió el artículo, a lo mejor no sabe nada de futbol. A lo mejor nunca fue a la cancha. Pero creo que no no se refería al partido ni al juego que desarrollana los players
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