domingo, 10 de julio de 2011

JULIO: MES DEL FUNCIONARIO PROVINCIAL LLORÓN


Son tantos que es difícil acordarse el orden estricto en que fueron saliendo, por los más variados temas: que los subsidios al transporte, que los cupos del gas oil subsidiado, que las partidas de los comedores escolares, que el peaje de la autopista a Rosario es caro porque no tiene subsidios nacionales, que las partidas de la presunta deuda de la Caja de Jubilaciones; y así hasta el infinito.

Curioso: el eje de la campaña de Bonfatti es "la continuidad del cambio", pero nosotros no vemos cambio, sino continuidad: cuatro años ininterrumpidos de quejas, lamentos, excusas, desplazamiento de culpas, victimización, de parte de los funcionarios del gobierno provincial del Frente Progresista.

Casi tan cansadora la letanía que alguien podría llegar a pensar "¿y si cambiamos y votamos a otros, que no pongan tantas excusas y hagan algo?".

Julio parece ser algo más que el mes de las elecciones: sería el mes del llanto compungido de los funcionarios provinciales que harían cosas maravillosas si el gobierno nacional no se los impidiera, o si los ayudara.

Otra curiosidad: en plena campaña (como ahora), parecen tener respuestas para todos los temas; una vez en el gobierno, nada se puede, todo es difícil, siempre hay una mano negra que no los deja actuar.

Cualquier parecido con Mauricio Macri, no es pura casualidad.

Ahora le toca salir a la palestra a Pablo Farías, el ministro de Desarrollo Social con el tema de la pobreza (una realidad que nadie desconoce) y los programas del gobierno provincial para afrontarla.

Incluso el tipo apunta el problema de la pobreza estructural, y se arriesga en temas económicos: dice que es parte del modelo económico kirchnerista. Será cuestión entonces de esperar que lleguen de la Sierra Maestra Binner y Morandini para implantar la revolución socialista.

Pero como tenemos por costumbre por acá, vamos a los números: hace un tiempo explicábamos como se conforma el gasto nacional en la provincia de Santa Fe, y entre otros rubros hablábamos de los programas del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y ni hablar de la propia Asignación Universal por Hijo, hoy extendida a las embarazadas.

Farías la menciona como al pasar, pese a que equivale  a una vez y media el total del presupuesto del ministerio a su cargo, con la diferencia cualitativa de que todo ese dinero (casi 800 millones de pesos este año en Santa Fe, sin contar la asignación a embarazadas) va directamente destinado a los beneficiarios; sin quedar en el medio de estructuras burocráticas.

Nos remitimos a los datos del post y al enlace a otro anterior que hay en el mismo, para resumirles en uno sólo: por cada peso que los sectores sociales vulnerables reciben del Estado provincial, están recibiendo 3,69 del gobierno nacional, directamente y por medio de diferentes programas que allí se describen. 

E incluso podrían ser más: nosotros calculábamos que la Nación financiaba el 37,39 % de las partidas destinadas a la Tarjeta Unica de Ciudadanía, Farías dice que es la mitad. Y ése es el programa principal del gobierno provincial para afrontar la pobreza, como lo puede corroborar cualquiera que lea las notas relacionadas al reportaje que le hace El Litoral.

Y hablando de la Tarjeta Unica de Ciudadanía, que Farías aprovecha para realzar que es un sistema que permite evadir el famoso clientelismo: no la inventó el gobierno socialista; sino que data desde el año 2005 cuando Obeid implementó los tickets o vales y adjudicó una licitación mediante el Decreto 3592 para distribuirlos entre los beneficiarios.

Luego fue el Estado nacional (justamente porque cofinancia el programa) el que impuso la modalidad de tarjeta electrónica (como las de crédito o débito), atentos los resultados positivos que el programa había tenido con esa modalidad entre los beneficiarios de los programas alimentarios en la provincia de Buenos Aires.

Lo que hizo al respecto el gobierno de Binner con el tema fue adjudicarle en forma directa (sin licitación) la emisión y distribución de la tarjeta social al Banco Municipal de Rosario en dos oportunidades; para luego volvérsela a adjudicar en una licitación a medida, en la que el banco de Lifschiz fue el único oferente. Acá tienen toda la historia para repasarla

Como verán, estos problemas vinculados a la pobreza son bastante más complejos que determinar su Alicia Kirchner le atiene o no el teléfono a Farías.

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