viernes, 15 de julio de 2011

MODELOS


Ayer se vivieron, en el mismo día, dos acontecimientos emblemáticos en la Argentina: la apertura de la muestra de la Rural en Palermo, y la inauguración de Tecnópolis por parte de Cristina.

A la mañana, Biolcatti cortaba las cintas en Palermo con la presencia de Macri como vemos en la foto: lo pretendidamente "nuevo", con lo irremediablemente viejo; una postal de la Argentina de 1880.

Acá las consabidas monsergas del primate de turno (en este caso Biolcatti, pudo ser Alchourrón, Crotto o un Martínez de Hoz, lo mismo da); lo de siempre: reglas claras, políticas de Estado a largo plazo, oportunidades perdidas.

Un discurso decimonónico que apesta a naftalina, que añora los tiempos en que la Argentina era el granero del mundo, y no imagina para el país otro destino que ése.

Incluso envalentonado por los resultados electorales porteños, Biolcatti trata de recrear el clima épico de los tiempos del conflicto por la resolución 125, quizás pensando que se vienen otros comicios provinciales en la pampa húmeda. Todo suma, para un modelo que resta y excluye a la inmensa mayoría de los argentinos, aunque le guste a la Sociedad Rural.

Por la nochecita, Cristina inauguraba Tecnópolis, la mega-muestra del desarrollo y la investigación científica en la Argentina que el ágrafo de Macri no permitió que se realizara en Buenos Aires, porque entorpecía el tránsito. Lógico: a un semianalfabeto funcional como Macri, la ciencia le molesta, le debe provocar la misma reacción que a Goebbels la palabra cultura.

Acá tienen detalles de la muestra, pensada como parte de la conmemoración del Bicentenario de la Revolución de Mayo, y como tal refleja la contribución de los hombres de ciencia a la construcción de la Argentina.

Un homenaje y un escenario para mostrar a un país que mira al futuro, en pleno siglo XXI; que dejó de mandar a los científicos a lavar los platos, y que los está repatriando para que vuelvan a hacer su contribución para crear un país para todos, con inclusión y justicia.

Con un Estado que los valora y diseña y ejecuta políticas que los contengan; para agregar valor a la producción y desarrollar un país industrializado con una economía diversificada y capaz de generar mayor demanda de empleo.

Modelos, que le dicen; y por el azar del destino ayer -con apenas una diferencia de horas- quedaron perfectamente en claro.

Los dejamos con las palabras de Cristina, que seguro son mejores que los rebuznos de Biolcatti:


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