miércoles, 27 de julio de 2011

NO PERDAMOS EL CAMPEONATO


La reestructuración de los torneos del fútbol argentino pasó a convertirse en el principal tema de discusión política del momento, y obviamente Clarín lo lleva a la tapa, con un título previsible: la orden vino del gobierno.

Es probable que así sea, como tan probable es que el proyecto que se implementaría lo arrimó Daniel Vila, y por vía del gobierno le llegó a Grondona.

Como tan cierto es que todo es cuestión de plata: para los clubes, y para la televisión que está ahora (en Primera División) en manos del Estado, a partir del Fútbol Para Todos.

Este no es un blog especializado en fútbol, para lo cual hay otros mucho mejores que seguramente se ocuparán del tema de la reestructuración de los torneos en sí. Escribí algo Turco, no seas vago.  

Aquí hay un análisis de Juan Pablo Varsky -un tipo inteligente que es periodista deportivo, banca al gobierno y escribe en La Nación, dos excepciones que confirman las respectivas reglas- que, a fuer de ser sinceros, nos parece un poco ingenuo: el fútbol argentino está herido de muerte desde hace mucho tiempo, sí que por la ingerencia de la política, pero -sobre todo, muy sobre todo- por la de la guita, y ese problema no empezó justamente con el Fútbol Para Todos.

Es también muy prematuro -y repetimos, no es lo que nos interesa analizar acá- saber si el nuevo diseño de los torneos funcionará o no.

Lo interesante del análisis de Varsky, es que baja un poco el tono del tema de los títulos de tapa, y va al nudo del problema: la organización de los torneos del fútbol (en la Argentina y en el mundo) la determina la televisión y sus exigencias de ráting, porque pone plata y exige resultados comerciales, se traduzcan o no en competencias más importantes desde el punto de vista puramente deportivo.

Pero ojo: eso pasó siempre, también cuando al fútbol lo manejaba Clarín, sobre todo cuando al fútbol lo manejaba Clarín.

Por eso esta nota de hoy del GDA sería cómica, si no fuera obscena: ahora resulta que el diario de Magnetto, que digitó por años desde fixtures hasta técnicos y planteles, es el custodio de la pasión popular que genera el fútbol, y de los sentimientos más puros que moviliza como los del hincha por la camiseta de sus amores. 

El Fútbol Para Todos fue uno de los más grandes callos que el kirchnerismo le pisó al Grupo, como que el negocio de la televisación le dio las bases para construir el imperio económico del cable, que es todavía hoy su principal fuente de sustentación. Desde allí Clarín construye la tapa de hoy, no hay que olvidarlo.

Visto desde una óptica estrictamente comercial, nada habría que objetar en cuanto a que el Estado -que explota los derechos televisivos- pretenda asegurarse un negocio más rentable, ¿o acaso una de las críticas más grandes que se le hicieron al contrato con la AFA no fue que el gobierno iba a perder plata?.

Lo que sí hay que objetar es el manejo de los tiempos de la cosa, y si es el tema hoy debe ser una prioridad para el gobierno,como lo es para Grondona (jaqueado como nunca en su largo reinado en calle Viamonte), o para los clubes, siempre escasos de plata.

No hay que cometer la torpeza de transformar en un error lo que fue un gran acierto: haberle sacado a Clarín el monopolio de los goles.

No hay que hacer de esto una mini 125 que nos tire en contra a hinchas enojados porque quieren que su club ascienda por las buenas (como Gerardo), o porque quieren que los que se fueron a la B, se queden en la B, como les debe pasar a los hinchas de Boca o de Ñewells; menos sabiendo las pasiones que despierta el fútbol en la Argentina, tan fuertes que atraviesan los alineamientos políticos o las lealtades partidarias.

Menos que menos cuando se viene de un torneo que, pese a llevar el nombre de Néstor Kirchner y contra lo que todos auguraban, terminó con el descenso de Ríver (por primera vez en su historia), Gimnasia (el equipo del cual es hincha Cristina), Huracán (el equipo del cual es hincha el Secretario de Deportes Claudio Morresi) y Quilmes (el equipo de Aníbal Fernández, que además es dirigente del club); y donde además Rácing (el equipo de Néstor) no fue campeón como todos auguraban, y quedó por debajo de la mitad de la tabla.

Tampoco hay que perder de vista que las modificaciones entrarían a regir recién en el segundo semestre del 2012 (es decir casi dentro de un año), y recién entonces el Estado (al menos eso dicen, porque no hay confirmación oficial) pondría más plata que actualmente en la televisación a través de Fútbol Para Todos.

Por cierto: plata que la da la excusa a Víttori en su diario de calcular cuantas cosas se podrían hacer en Santa Fe con lo mismo; cálculo que no hizo cuando embolsó la mosca de la impresión de las boletas y que obvia un detalle: Binner dispone de veinte veces esa plata (casi 25.000 millones de presupuesto este año), y no hizo casi nada de todo eso que figura en la infografía de El Litoral, y el "casi" sería "nada" sin el Fondo Soja que manda la nación.

No perdamos de vista que Clarín chilla -y todos sus socios le hacen coro, desde La Nación a El Litoral- porque se pierde otro negocio: la televisación de los partidos de Ríver en el Nacional B, a través de TyC Sports.

Como tampoco perdamos de vista que nosotros tenemos que jugar otro campeonato importantísimo el 23 de octubre (con una primera final el 14 de agosto), y ése no lo podemos perder, de ninguna manera.

Y menos con goles en contra.

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