El jueves se realizó la Asamblea Legislativa en la que se aprobaron pliegos para jueces, y se trataron dos para vocales del Tribunal de Cuentas: uno de ellos (el de Silvia Sahd) fue rechazado con el voto negativo de los legisladores del PJ (aduciendo irregularidades en el concurso convocado por el Poder Ejecutivo para proponerlo), y la abstención de los del Frente Progresista Cívico y social.
Pero lo curioso del caso es que en la misma Asamblea fue aprobado el otro pliego, el de Germán Huber; que surgió como candidato del mismo concurso, y con el mismo método de selección; que nosotros cuestionamos aquí porque entendemos que no garantiza ni la transparencia del procedimiento, ni la independencia de criterio de los seleccionados para formar parte de un órgano de control.
En el caso del pliego de Huber, se invirtió la situación: los legisladores del PJ se abstuvieron, y la aprobación fue resuelta con los votos de los del FPCyS, sin que la crónicas de los medios entren en detalles sobre cuantos legisladores apoyaron al candidato propuesto por Binner.
De por sí el procedimiento seguido (costumbre ya en la Legislatura provincial) es anómalo y contrario a la Constitución de la provincia, cuyo artículo 54 inciso 5) dice claramente que la Asamblea Legislativa presta acuerdo para los magistrados y funcionarios en que la propia CP exige ese requisito, y fija un mecanismo de acuerdo tácito (por el mero transcurso del tiempo), si no se expide.
Es decir que, ante una propuesta de nombramiento que requiere de acuerdo legislativo, la Asamblea lo presta o no; lo que implica que lo admite o lo rechaza, no hay posibilidad de abstenerse, porque de lo contrario puede suceder (y de hecho ha sucedido innumerables veces, y es probable que en este caso sea igual) que un acuerdo sea logrado con un reducidísimo puñado de votos favorables, muchos menos de la mayoría absoluta de los legisladores presentes en la Asamblea; no digamos ya del total de ambas Cámaras.
Cuando los pliegos fueron enviados por Binner a la Legislatura, planteamos aquí la necesidad de que los legisladores del PJ "se despierten de la siesta que -con honrosas excepciones- han dormido estos últimos cuatro años, y presten atención a este tema cuando deban discutir los pliegos enviados por Binner, especialmente el de Huber. (funcionario político de la actual gestión municipal de Barletta, reiteramos por si no quedó claro)
Porque si lo aprueban a libro cerrado -como acostumbran a hacer- después no podrán decir que nadie les avisó, y que no controlan al gobierno provincial, porque no tienen herramientas para hacerlo.".
Y justamente al abstenerse -en contra, reiteramos, de la letra y el espíritu de la Constitución provincial- lo que los legisladores provinciales del PJ lo que han hecho es justamente eso: favorecer la aprobación de un pliego enviado por Binner en un concurso teñido de sospechas, y convalidarlo con un procedimiento irregular y objetable.
Y desde que en este blog se advirtiera del asunto (hace poco más de un mes), las observaciones del Tribunal de Cuentas a los actos administrativas del gobierno provincial se siguieron sucediendo, motivaron al menos tres decretos de insistencia más del propio Binner; y estamos a menos de cuatro meses de que finalice su mandato, sin que se haya conformado la Comisión Bicameral de Control en la Legislatura, para analizar esas observaciones y los decretos de insistencia.
Es por eso que hay que decir que los legisladores provinciales del PJ -de todos los sectores internos- eligieron seguir durmiendo la siesta como en la mayor parte de estos cuatro años (cuestión que tiene no poca parte en la derrota electoral del 24 de julio); sin despertarse para ejercer con eficacia el rol de opositores en que los colocó el voto popular en el 2007.
Esperemos que la modificación de la composición de las Cámaras de la Legislatura provincial que se producirá en diciembre cambie las cosas en este aspecto, para mejor; porque de lo contrario remontar la cuesta de cara a las elecciones del 2015 será cada vez más difícil.
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