Hace un tiempo en este blog plantéabamos nuestras dudas sobre la transparencia del mecanismo establecido por el gobierno de Binner para la selección de los candidatos a ocupar los cargos de vocales del Tribunal de Cuentas de la provincia.
Nos preguntábamos si el gobernador y hoy candidato presidencial no estaba conformando una "mayoría automática" en el órgano de control externo, que fuera más complaciente con las numerosas irregularidad de su gestión que acumula más de 106 observaciones legales en cuatro años, a sus actos administrativos.
Poníamos como ejemplo la actuación de la primera vocal que Binner designó en el Tribunal (la CPN Crescimanno), y planteábamos dudas sobre como obraría el segundo nombrado (el abogado Gasparrini): nos dicen que iría camino a superarla, y no para bien justamente.
Nos enteramos hoy por el portal del gobierno de la provincia que el Poder Ejecutivo provincial envió a la Legislatura dos nuevos pliegos con pedidos de acuerdo legislativo para sendos miembros del Tribunal de Cuentas, con lo que los designados por Binner (de aprobarse los pliegos, algo que está por verse) serían 4 sobre un total de 5 que conforman el cuerpo; que quedaría completamente renovado de cara al futuro gobierno de Bonfatti.
Uno de los dos propuestos como vocal del Tribunal de Cuentas es Germán Huber, que da la casualidad -vean ustedes como son las cosas- en la actualidad se desempeña como Síndico General de la Municipalidad de Santa Fe -como pueden ver acá en la página oficial del municipio-; es decir el responsable del control interno, designado políticamente por el intendente de la UCR.
Otra sugestiva coincidencia: el concurso convocado por el gobierno de Binner lo termina ganando un funcionario político del gobierno municipal radical, justo cuando el socialismo debe recomponer relaciones con sus socios mayoritarios en el Frente Progresista; algo que sabía ya desde los resultados de las internas, y más potenciado aún con los resultados del 24 de julio.
Hay que recordar -como decíamos en la nota anterior- que hace cuatro años que no funciona la Comisión Bicameral de Control creada por la Ley 12.510 para analizar las observaciones legales del Tribunal de Cuentas a actos administrativos del Poder Ejecutivo y sus funcionarios, insistidos luego por el gobernador (Binner firmó 110 decretos de insistencia hasta el 19 de julio pasado, un récord); y no lo hace porque los legisladores del Frente Progresista se niegan a ceder la mayoría en ese cuerpo a la oposicion.
La nueva composición de las Cámaras legislativas a partir de diciembre (con mayoría opositora tanto en Senadores como en Diputados) seguramente modificará eso, y la Comisión se integrará, mas temprano que tarde.
Por eso es crucial para el futuro gobierno de Bonfatti que no haya observaciones del Tribunal de Cuentas a los actos de gobierno; que lo obliguen a insistir y abrir en consecuencia la intervención de una Legislatura que ya no controlará.
Es de esperar que los legisladores del PJ se despierten de la siesta que -con honrosas excepciones- han dormido estos últimos cuatro años, y presten atención a este tema cuando deban discutir los pliegos enviados por Binner, especialmente el de Huber.
Porque si lo aprueban a libro cerrado -como acostumbran a hacer- después no podrán decir que nadie les avisó, y que no controlan al gobierno provincial, porque no tienen herramientas para hacerlo.
Este caso es otro muy interesante para analizar la coherencia que existe en el caso de Binner (lanzado a la competencia presidencial) entre el discurso y los hechos.
Y una apostilla para el final: el contador Huber es autor de un libro (cuya imagen ilustra el post) titulado "Contabilidad creativa".
¿Una definición de su futuro desempeño en el análisis de las rendiciones de cuentas y balances de movimientos de fondos del gobierno provincial, o la cualidad que decidió a Binner para proponerlo para el Tribunal de Cuentas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario