Uno de los que sufre un ataque de verborragia a partir del urnazo del domingo es "Copito" Biolcatti, el gorila blanco presidente de la Rural: increíble la sarta de sandeces que el primate viene acumulando desde las elecciones.
Pero hoy se fue decididamente a los tubos: entre otras que dice acá en La Nación, sobresale el sincericidio que comete al confesar que mintieron descaradamente -él y todos los de la Mesa de Engarche- a la hora de valorar el llamado "voto campo" (una zoncera que viene pidiendo pista para el segundo tomo del libro de Aníbal), para meter diputados en las listas del Grupo A en las legislativas del 2009.
Dice Copito: "Cuando nos convenía nosotros nos vendimos como el 15 por ciento del padrón, pero en realidad no llegamos al 8", lo cual habla a las claras de dos cosas: a) la sagacidad de la dirigencia opositora (eso pasa por no estár acostumbrados a tratar con punteros fabuladores, apenas con periodistas mitómanos en los estudios de TN), y b) que Lilian Ferro tiene razón (pero no se lo digan, porque empieza a mandar correos echándolo en cara).
Lo mismo hacen con la superficie sembrada, la cantidad cosechada, las declaraciones juradas de Ganancias, o los peones registrados en la seguridad social. La verdadera reserva moral de la patria.
Ahora entendemos más todavía porque en el discurso de la Rural de este año insistía tanto con Sarmiento.
Al fin y al cabo el "maestro de América" fue el que dijo (defendiéndose cuando le criticaban las inexactitudes históricas en que incurre en el "Facundo"): "Cuando hay que mentir se miente"; y también "Si miento, lo hago como don de familia, con la naturalidad y sencillez de la veracidad".
Y estos son los tipos que después hablan de los números del INDEC.
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