martes, 13 de septiembre de 2011

LOS EFECTOS DE LA REFORMA POLÍTICA


Por Raúl Degrossi 

Leemos: "Según un relevamiento de la Cámara Nacional Electoral difundido esta semana, se produjo una reducción significativa en la cantidad de listas de candidatos que quedaron afuera de la elección general de octubre por no haber alcanzado el 1,5 por ciento de los votos válidos emitidos en las primarias de agosto, según prevé la nueva ley electoral.

Mientras que en la primaria se presentaron 10 binomios presidenciales, para las generales quedaron habilitados 7; ya que Proyecto Sur, Movimiento de Acción Vecinal y el Partido del Campo Popular obtuvieron menos del piso mínimo del 1,5 por ciento.

En tanto, las nóminas de senadores nacionales se redujeron de 68 a 44, y las de diputados nacionales de 249 a 155.

Neuquén, Corrientes, Río Negro y Santa Cruz fueron las únicas cuatro provincias en las que todas las agrupaciones políticas lograron sortear el piso mínimo establecido por la nueva ley.

En el resto de los distritos, unas 94 listas de diputados y 24 de senadores no pudieron superar ese filtro y quedaron afuera de la competencia electoral."

La información publicada por Diario Registrado pueden obtenerla en detalle -y provincia por provincia- acá en la página de la Cámara Nacional Electoral (apartado "Nuevo").

Además del aplastante triunfo de Cristina, las primarias del pasado 14 de agosto fueron una contundente demostración práctica del funcionamiento de la reforma política aprobada en el año 2009 por la Ley 26.571, en especial en el ordenamiento del sistema de partidos políticos argentinos, y de la oferta electoral.  

En este último sentido, al 30 % de las fórmulas presidenciales (3 sobre 10) que no alcanzaron el piso para participar de las elecciones generales, hay que sumarle el 35 % de las listas de senadores nacionales y el 38 % de las listas de diputados en las mismas condiciones.

La amplia oferta electoral de las P.A.S.O. (como dice el informe, un total de 327 listas sumando las tres categorías de cargos en disputa) desmintió rotunadamente el calificativo de "proscriptiva" que se le endilgó a la reforma política del 2009: quedó plenamente demostrado que los requisitos que fija para la presentación de listas (en cuanto a avales obtenidos sobre el padrón electoral, o el de los afiliados a cada partido o alianza, lo que fuere menor) no son impeditivos de la participación.

Pero al mismo tiempo la implementación de la reforma -en especial el famoso "piso" del 1,5 %- dejó a las claras la hipertrofia del sistema de partidos en la Argentina: de esas 327 listas presentadas, 121 (un 37 %) quedaron afuera de las generales por no alcanzar ese reducido porcentaje de votos; más reducido aun en el caso de los cargos legislativos (que suman 118 de las exclusiones); porque se cuentan sobre los votantes del distrito al que corresponden en cada caso.

De cara al futuro cabe esperar una evolución de la reforma (en tanto elemento destinado a reconfigurar el mapa político y de oferta partidaria) en dos direcciones: la utilización plena del mecanismo de internas abiertas (en especial por los partidos mayoritarios) para dirimir las disputas internas, y las condiciones de subsistencia o caducidad de la personería electoral de los partidos.

En el primer aspecto, habrá que prestar atención a los movimientos dentro de los partidos mayoritarios (el peronismo y el radicalismo); sobre todo como consecuencia del previsible derrumbe electoral de las candidaturas de Duhalde y Alfonsín, que creará sin dudas las condiciones para que la dirigencia de ambos evalúe seriamente cambiar la estrategia de ningunear las P.A.S.O. (en beneficio de seudo internas mamarrachescas en un caso, destinadas a no realizarse en el otro por falta de contendores), de cara a las elecciones legislativas del 2013.

En el caso del peronismo, el proceso puede llevar a que los excluidos hoy del dispositivo kirchnerista analicen si no es más conveniente dar la disputa en el seno del PJ (aun a riesgo de perderla, pero con la posibilidad de calzar en cargos por la minoría) que continuar persiguiendo una criatura mítica como el peronismo federal.

Para los radicales la utilización plena de los mecanismos que habilita la reforma puede brindar un punto de partida para sincerar el debate interno, e intentar detener el acelerado proceso de descomposición política que pone en tela de juicio su subsistencia como partido nacional; si no en función de los requisitos legales, sí de la capacidad concreta de representación de sectores sociales con su propuesta política.

Las posibilidades concretas de crecimiento del PRO a nivel nacional para el 2015 (pivoteando en la concreción de la eternamente prometida candidatura presidencial de Macri) están en espejo con las dos cuestiones: el modo como peronistas y radicales diriman sus disputas internas; y que tanto acepten los perdedores las reglas de juego de la disputa, y los resultados que arroje. 

Tengo para mí que -hoy por hoy- el macrismo tiene más por captar del desmadre radical en términos de votos, y de las esquirlas de la interna peronista, por traspaso dirigencial: ése y no otro ha sido, al fin y al cabo, el camino que ha seguido en la CABA.

Y para concluir, el segundo aspecto a considerar de la reforma política de cara al futuro son las pautas que establece para que los partidos subsistan; en especial el recaudo de mantener el mínimo de afiliados exigidos (exigüo aunque se diga lo contrario, en paralelo con el también exigüo exigido para presentar listas electorales), y -sobre todo- obtener no menos del 2 % de los votos del total del padrón del distrito correspondiente, en dos elecciones nacionales sucesivas.

Los números de las P.A.S.O. y los que prefiguran las encuestas para octubre revelan que tanto la Coalición Cívica como Proyecto Sur (por citar dos casos emblemáticos de política mediática) no alcanzarán esas cifras (en la elección presidencial unos no superaron la valla del 1,5 % en las primarias, los otros es probable que no lo hagan en octubre), de modo que en las elecciones  del 2013 jugarán algo más que algunas bancas legislativas: estarán arriesgando su propia subsistencia como fuerzas políticas; con la salvedad que la segunda jamás se estructuró como partido sino satelizó otros sellos preexistentes.

Una reforma que pone en el inicio (la línea de larga por decirlo) de la oferta electoral, a la militancia para conseguir o conservar afiliados y obtener el derecho de participar en elecciones, y en el desarrollo de la carrera, a la voluntad popular como rasero para mantenerlo, no puede ser tildada de proscriptiva sin mala fe: obedece a razones de elemental racionalidad política.

Y si el resultado práctico de sus pautas es que el mesianismo político de figuras como Carrió o Solanas pierde centralidad en beneficio de construcciones y estructuras más sólidas, no creo que se pueda encontrar otra prueba más contundente de que, a la larga, resultará beneficiosa para la calidad de las instituciones de la democracia argentina.

2 comentarios:

  1. Gente. No se si en algún lado (probablemente en la página de radio continental) pueden conseguir el audio del reportaje que le hizo esta mañana Ruiz Guiñazú al gobernador de Santa Fe. Lo enganché en el final, pero se me hace que si lo pudieramos escuchar completo, tendríamos ante nosotros una inmejorable pieza tragicómica.
    En la parte que enganché, en la que hablaban del tema mas importante de la historia del país (obviamente la presencia de Schocklender el jueves en el Congreso), Hermes dijo y se desdijo por lo menos tres veces. Daban pena pobre hombre, los terribles esfuerzos que hacía el "transparente" Binner (y si; Moreno es a la polémica, lo que el buen Doctor a la transparencia) por darle el gusto a su insistente inquisidora por un lado, y darse el gusto a si mismo, de ser fiel y consecuente con sus palabras, una vez en su vida aunque mas no sea.
    Ante el menor apriete de la Magda, presto estaba Don Hermes a bajarse los lienzos. Al ratito se acordaba que lo que le decía no coincidía con lo dicho horas antes en otro lado, y entonces le buscaba la vuelta, sin darse cuenta que sus vueltas no hacían mas que enfurecer a la inexpugnable Magda, que no aceptaba otra respuesta que no fuera la siguiente: "Si señora Magdalena. Tiene razón. Hay que cerrar el Poder Judicial y la justicia debe ser impartida por la Corte Suprema Opositora, presidida por Graciela Caamaño, y compuesta por Lilita, la Pato, Eduardito Amadeo y Ricardito Gil Lavedra."
    Si pueden encontrarla, disfrutenla.
    Abrazos

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  2. Gracias por el dato, vamos a ver si conseguimos el audio; aunque por acá estamos acostumbrados a padecer la incoherencia verbal (y más que eso) de Hermes.

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