viernes, 2 de diciembre de 2011

EL CASO NARANPOL


El conflicto en la empresa Naranpol, lejos de encontrar algún cauce de solución, parece ir agravándose con el paso de los días: leemos en Notife que los trabajadores  denuncian a los propietarios de la empresa por los supuestos delitos de insolvencia fraudulenta, desabastecimiento de las plantas y cierre intempestivo.

Todas las instancias de diálogo están rotas, la patronal ha revelado una absoluta intransigencia para resolver el conflicto, y hace unos días recibió el apoyo de la Unión Industrial de Santa Fe con una postura -cuanto menos- sorprendente. 

Sorprendente porque la gremial empresarial convoca a la defensa social de los puestos de trabajo que están en riesgo, cuando el nudo del conflicto (además de la paralización de las plantas y los sueldos que se les adeudan a los trabajadores) está centrado justamente en que todas las propuestas de salida del conflicto de los dueños de la empresa, pasan por despidos masivos de trabajadores, y reducción drástica de las plantas laborales de los establecimientos de Productora Alimentaria S.A.

Del mismo modo que los herederos de Carlos Galán (ex candidato a vice gobernador de Rafael Bielsa en las elecciones del 2007) plantearon desde un principio que no pueden pagar las escalas salariales que establece el convenio colectivo del SUTIAGA (personal de la industria de aguas y gaseosas), con lo cual la alternativa a los despidos masivos, era la reducción de haberes de los trabajadores: algo así como salir del fuego, para saltar a las brasas.

No es Naranpol la primera empresa que atraviesa dificultades, menos en un país con todas las viscisitudes económicas que sufrió la Argentina; pero parece que para ciertos empresarios el hilo se debe cortar siempre por lo más delgado, que son los trabajadores. 

A fuer de ser sinceros, cuesta creer en el panorama que pintan los dueños de la empresa para reclamar un salvataje estatal de más de 30 millones de pesos, y la reestructuración de la firma con gente en la calle, y baja de salarios.

Convengamos que el hecho de que una empresa del rubro alimenticio, extendida por buena parte del país, y que elabora productos de consumo masivo como Naranpol, en el medio de un ciclo ininterrumpido de más de ocho años de crecimiento y con un mercado interno en constante crecimiento de la demanda agregada, atraviese por las dificultades que dicen sus dueños, es bastante difícil de creer.

El asunto se parece más a los tantos casos de vaciamientos perpetrados por empresarios inescrupulosos -tal lo que denuncian los propios trabajadores-, con una visión puramente rentística ajena a toda responsabilidad social, y una absoluta falta de compromiso con las familias que dependen para subsistir de las fuentes de trabajo que ellos generan.

Sirva el caso además para reflexionar sobre las aristas que presenta con frecuencia la llamada "burguesía nacional", ese oscuro objeto del deseo del peronismo desde sus orígenes, que muchas veces sólo parece dispuesto a reclamar cosas (del Estado, de sus propios trabajadores) , y pocas a poner algo de su parte.

Los trabajadores de Naranpol están planteando como alternativa conformar una cooperativa de trabajo para presentarse en el concurso preventivo que abrió la empresa hace unos meses, y poder quedarse con la planta en el marco de las modificaciones introducidas hace un tiempo a la ley de quiebras; que les permite capitalizar sus créditos laborales por salarios y otros rubros adeudados por la peatonal.

Contarían para eso con el asesoramiento y apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y el Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas.

Vemos entonces como esa posibilidad -más allá de su concreción final- existe porque el Estado decidió intervenir en favor del más débil, legislando y modificando incluso una institución emblemática del capitalismo como la quiebra, cambiando absolutmente sus paradigmas tradicionales, para poner por delante el objetivo de preservar las fuentes de trabajo.

Más allá entonces de transmitir nuestra total solidaridad con los reclamos de los trabajadores de Naranpol y abogar por una solución del conflicto, es oportuno reflexionar sobre un caso en el que los empresarios -que se niegan sistemáticamente a dar participación a los laburantes en las ganancias de sus empresas-, les vienen dando desde hace un tiempo participación en las pérdidas, sin que lo hayan pedido. 

3 comentarios:

  1. Este es un conflicto creado por el sindicato y gremio(SUTIAGA y FATAGA).El 76% de los trabajadores acepto la propuesta de la empresa,solo el 26% rechaza y pretende formar la cooperativa.
    Cooperativa que conformaran solo con no mas de 150 de los 800 empleados.
    Aqui hay otros intereses desde un principio.

    ResponderEliminar
  2. El sindicato junto con algunos "trabajadores" boicotean desde hace ya mucho tiempo la empresa,regulando las notas de pedidos,bloqueando las puertas de los depositos,golpean a quien quiera seguir trabajando.
    tal es el caso de Guilermo Sosa
    Entren en la siguiente pagina y veran la verdad de todo este conflicto Facebook: Salvemos Naranpol

    ResponderEliminar
  3. Si alguien de la corriente kirchnerista nos esta leyendo en este momento,le pediríamos si por favor podrían ayudarnos a llegar a la compañera Presidenta para poder defender nuestra fuente laboral,la de los trabajadores,no la del sindicato ni de la patronal.
    en los discursos de la compañera presidenta ella dice defendamos la industria nacional,no al boicot al país,y esto es lo que queremos defender el 76% de los verdaderos trabajadores de Naranpol. Gracias

    ResponderEliminar