lunes, 23 de enero de 2012

ASIGNATURAS PENDIENTES Y TRÁFICO DE INTERESES


Leemos en La Nación una nota interesante sobre los resultados que arrojó el Censo 2010 sobre el acceso de la población a servicios básicos como el gas natural de red, agua potable y cloacas (la foto que ilustra la nota es múltiple propósito, al parecer).

Las cifras que se vuelcan son comparadas con las del Censo anterior (del 2001), para exponer el punto de LN: los avances (que los hubo) en las tasas de cobertura poblacional de esos servicios son moderados, pese al prolongado ciclo de crecimiento económico a tasas chinas, fruto del modelo puesto en marcha el 25 de mayo del 2003.

Comencemos por decir que, luego de años de sostener desde sus páginas que el rumbo escogido por los gobiernos de Néstor y Cristina era errado, la tribuna de doctrina admite implícitamente que el país creció al amparo de esas políticas, lo que no es un dato menor.

Como tampoco el hecho de que los medios hegemónicos han comenzado a desarrollar cierta línea editorial (aun confusa y zigzagueante, porque se deben a sus lectores al fin, en especial LN) tendiente a "correr por izquierda" al kirchnerismo; recordándole permanentemente las asignaturas pendientes.

Hay allí también una victoria cultural nuestra que anotar: la mayor parte del tiempo -durante todos estos años- esta gente se dedicó a pronosticar que el kirchnerismo estallaría por los aires (al menos un par de veces por semana), llevándose al país puesto; y ahora parece que le queda tiempo por delante, y problemas por resolver.

Sin embargo, los datos (y los problemas) están, no se pueden negar: son parte de la deuda social que arrastramos los argentinos, y parte imprescindible y central de la famosa "profundización del modelo" de la que tanto hablamos a veces, sin darle contenido.

Hacer que cada vez más argentinos tengan acceso seguro a servicios elementales que hacen a una mejor calidad de vida (como el agua, el gas o las cloacas) es tan importante como haber logrado que muchos de ellos hayan accedido a un trabajo, un salario digno y en blanco, o la protección del Estado a través de la seguridad social.

Claro que es más fácil decirlo que hacerlo, pero también es necesario apuntar que lo avanzado en la materia todos estos años ha sido consecuencia de una fuerte recuperación de la inversión pública; es decir de la decisión política (sostenida por los gobiernos de Néstor y Cristina) de volcar en forma sostenida recursos en obras destinadas a ampliar esos servicios esenciales.

Y muchas veces en contra la opinión de la "cátedra" (que tiene amplia cabida en las páginas de la tribuna de doctrina), que reniega del Estado empresario, o ve en la obra pública solo curros o negociados.

O que aprovecha -como en este caso- para llevar agua para su propio molino, porque resulta por ejemplo (aparición del mono temático Jorge "Apagón" Lapeña, ex Secretario de Energía de Alfonsín, mediante)  que las redes de gas, agua o cloacas no se expandieron porque no se aumentaron las tarifas durante todo este tiempo: cualquier semejanza con los planteos de Ciancio acá, no es pura casualidad.

En Santa Fe tuvimos un ejemplo contundente al respecto, con la fatídica privatización de los servicios de agua potable y cloacas hecha por Reutemann en 1995, que tras diez años de concesión (y de cobrar las tarifas correspondientes) no logró que hubiera un sólo santafesino que accediera a los servicios, y que ya no los tuviera desde antes.

Por el contrario se avanzó más en esa materia desde que el Estado retomó el control de los servicios en el 2006 creando Aguas Santafesinas (al menos hasta que la agarraron los socialistas), y lo mismo pasó en el conurbano bonaerense cuando el gobierno de Kirchner revocó la concesión de los servicios al mismo grupo empresario que los operaba acá.

De modo que a no confundir los tantos: es imperiosamente necesario que el gobierno busque las herramientas y los instrumentos para avanzar en ampliar la cobertura de eso servicios básicos para la población (con la consiguiente responsabilidad de las provincias y los municipios, que en la mayoría de los casos tienen la responsabilidad directa o indirecta de su gestión efectiva); pero que tampoco aprovechen los vivos de siempre (y los eternos pronosticadores del apocalipsis energéticos, como Lapeña) para volver con su consabida cantinela de "señales de precios" (léase aumento de tarifas) a las empresas concesionarias para "garantizar inversiones", y sanatas por el estilo. 

2 comentarios:

  1. Basta de mentira K, hace 8 años que están en el gobierno... pensar que Alemania y Japón después de la guerra ya se habían reconstruido completamente (millones de muertos y destrucción total de la infraestructura) aquí seguimos con la mentira populista.

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  2. Bueno amigo, agarre un libro de historia que no muerde, hubo algo llamado Plan Marshall por caso; ¿habría que volver al menem/cavallismo a full 100 % joya nunca taxi, canilla libre de tarifas y en Formosa todos tendrían cloacas?, poco serio lo suyo.

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