Por A.C.
En ésta nota de Clarin Económico Daniel Artana ,”economista jefe” de la Fundación FIEL , una patriótica institución que ya analizáramos en ésta nota, plantea que “los nuevos controles a la importación podrían enfriar la economía y no resuelven los problemas de fondo". Y agrega que " Aún cuando se quiera protección, la Argentina se ha pasado de rosca", refiriéndose a la utilidad de las medidas como fórmula de protección a la industria nacional. Y termina su declaración con una frase histórica: "Son las recetas proteccionistas las que llevaron a la crisis del 30".
Vamos a dejar para después el insólito argumento en relación a que la crisis del año 1930 fue causada por medidas proteccionistas, argumento propio del desconocimiento del proceso económico, o bien de la negación -por cuestiones ideológicas- de circunstancias indiscutibles.
Volvamos a la preocupación de Artana por medidas de protección a la industria, que naturalmente, escandalizan a los integrantes de ésta fundación del libre mercado, ya que sus principales clientes son empresas extranjeras que tienen que reportar a las matrices, es decir, transferir las ganancias que obtienen aquí a sus casas centrales, y además, otro canal de transferencia de divisas resultan las importaciones, operaciones en las que se consignan precios que no siempre coinciden con el valor real del producto o insumo importado.
Para sintetizar la medida del Gobierno Nacional, digamos que los importadores deben presentar desde el mes de febrero, una declaración jurada anticipada de importaciones, previamente a emitir la orden de pedido al exterior. Dicha declaración se analiza (en un término máximo de 15 días hábiles) y se admite o rechaza, conforme al criterio de restringir el ingreso de productos que se considere que tienen reemplazo por la industria nacional, y que por lo tanto no resulta imprescindible su importación.
El actual proceso económico argentino, generó un crecimiento histórico, récord, del sector industrial, del consumo y de las inversiones, lo que produjo un incremento de las importaciones. Ante la perspectiva de disminución del comercio mundial por la crisis de los países centrales, y la posible afectación del nivel de exportaciones, lo que podría deteriorar progresivamente la balanza comercial, un Gobierno que siempre ha tenido una mirada económica inteligente y con sentido nacional, toma una medida que no significa poner un freno al proceso de industrialización en marcha, sino elegir la alternativa de direccionar la economía para que, lo que no pueda traerse del exterior, se reemplaze por producción local, manteniéndose así el proceso de crecimiento industrial.
De esa forma, se evita la caída del nivel de empleo, y por lo tanto no se afecta al mercado interno y al sector industrial que se apoya en él, ya que éste destina mayormente su producción al mercado argentino y es el sector que genera mayor cantidad de trabajo.
Claro que desde la Fundación Fiel plantean repetir las recetas del pasado, es decir recurrir al endeudamiento para cubrir importaciones y devaluar el peso. Devaluación mediante, se encarecen las importaciones afectando al sector industrial, se transfieren recursos a favor de los grupos agroexportadores, y se perjudica a los asalariados reduciendo sus salarios reales. Eso produce una caída de la demanda y afecta al mercado interno, y por lo tanto, al sector industrial que se apoya en él. Esa es la receta de Fiel, lo que esperan ansiosos sus clientes, y Artana por eso se “pasa de rosca”, según su propia expresión, criticando desesperadamente al Gobierno.
Con esta medida -criticada por quienes son fieles a una concepción económica de museo-, el Gobierno intenta proteger al mercado interno, a la producción industrial y al empleo, con un procedimiento selectivo que no evita las importaciones necesarias, pero que busca generar aquellos bienes o insumos que pueden producirse en el país.
Y medidas como ésta, no son justamente las que generaron la crisis del 30, como sostiene Artana. Solamente un desinformado o un fundamentalista del mercado, puede desconocer que la principal causa del crac del año 30 fue la especulación. Una causa fundamental estuvo dada por la estructura bancaria estadounidense, sobredimensionada, formada por numerosas entidades cuya supervivencia financiera dependía del alza de los valores de la bolsa, donde un prolongado incremento de las cotizaciones permitió la formación de una burbuja especulativa, financiada por el crédito, en una actividad sin control estatal alguno.
La especulación, sin relación con la actividad económica real, llevó al sistema a la quiebra, y el peso de la economía de EE. UU. en el resto del mundo, hizo que la crisis se extendiera, entre otras causas, por el retiro de inversiones norteamericanas, lo que motivó quiebras bancarias también en Alemania y Austria, y graves consecuencias para el resto de Europa. Las medidas proteccionistas vinieron después, en un intento de atemperar las devastadoras consecuencias sociales y económicas originadas en la especulación financiera.
Cualquier similitud con el estallido financiero del 2008 en EE. UU. y Europa a partir de las hipotecas subprime, no son una simple coincidencia, sino el resultado de políticas económicas que privilegian la especulación financiera por sobre la producción. Es decir, las mismas políticas financieras que impulsan desde la Fundación Fiel , y que desde el año 2003, dejaron de aplicarse en Argentina, con los resultados de crecimiento económico e inclusión social que están a vista.
Muy buena AC. Lo estabamos extrañando!!
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