El fundamento que esgrimió Harguindeguy para eliminar en 1976 el feriado de carnaval, consistió en la necesidad de reducir los días no laborales y dedicarlos a la producción.
En realidad, el carnaval, significaba para la dictadura una situación de peligro y por eso lo redujo para su mejor control, desalentando paulatinamente su festejo.
Es así que los corsos fueron invadidos por agentes de seguridad, quienes a su vez asistían a los ensayos, censuraban los contenidos de las canciones, obligaban a registrarse a los integrantes de las murgas y comparsas, etc.
Y decimos que era una situación de peligro porque el carnaval siempre es una manifestación de alegría, pero con contenido crítico. Y esa inspiración rebelde obviamente debía ser controlada y hasta eliminada.
Pasaron 27 años de democracia para que se restaurara lo que había quitado la dictadura. El gobierno nacional comprendió la necesidad de restablecer esta festividad que refleja, fundamentalmente, el sentir de las clases populares. En tiempos donde Videla vuelve al ruedo, este es un ejemplo más de sus dichos respecto a “los Kirchner”.
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