domingo, 19 de febrero de 2012

ECONOMISTAS EN LIQUIDACIÓN Y FUGA



Por A.C.


En esta nota titulada “Las Medidas de Moreno: ¿Transitorias o Permanentes?, el Grupo Clarín después de su rotundo fracaso en la ofensiva cambiaria que liderara el año pasado, intentando por todos los medios conseguir una fuerte devaluación del peso, ahora en el 2012, se muestra preocupado porque “Las empresas venden y, al no poder importar ni comprar dólaresgeneran pesos que guardan o colocan en los bancos.”


El autor de la nota -Fernández-, transmite la insólita preocupación del Grupo Clarín. Los desequilibra -y no solo emocionalmente- que la economía argentina se maneje en pesos.


Siguen sin resignarse a la existencia de un proceso económico de crecimiento iniciado en el 2003, basado en la producción y no en la especulación, y tampoco se resignan después de más de ocho años (y algunas elecciones), a que la fortaleza política del Gobierno Nacional, le permite tomar las decisiones económicas necesarias, decisiones que dejaron de estar en el mercado. Clarín quiere jugar con un reglamento antiguo, el que ponían ellos, pero que está derogado por decisión de la enorme mayoría de los argentinos.


Las medidas del Gobierno Nacional que preservan los intereses económicos del país y el mercado interno, a Clarín le parecen excesivamente discrecionales:


Si en algo se hizo fuerte en el comienzo del segundo mandato de Cristina Kirchner es en el aumento de la discrecionalidad para la aplicación de algunas normas económicas clave como, por ejemplo, el pago de las importaciones. Con esa liquidación de inventarios y las dificultades para comprar dólares y pagar importaciones o girar divisas al exterior, el Gobierno generó condiciones para que el Banco Central recomponga las reservas un poco.”


Y como no tienen otra alternativa que reconocer que las medidas adoptadas por el Gobierno han tenido resultado, se lamentan y apuestan a su fracaso :


“Así, el país vive un momento financiero de cierta normalización pero que, al estar basado en un cepo cambiario abrupto, nadie se arriesga a hacer pronósticos sobre su durabilidad.


Y Clarín se escandaliza:


“ El Gobierno le puso un tapón a la salida de dólares. A los dólares que entran, el Banco Central los transforma en pesos y los vuelca al mercado.”

Y ésto a Clarín le parece mal. Excesivamente discrecional. Una barbaridad. Un ataque a la República y al libre mercado. Y desde allí se reclama por el retorno de la “República de Otaria”, como definiera Scalabrini Ortíz a esos procesos políticos dirigidos por grupos económicos concentrados, que tantas veces sufrimos en Argentina.


Por eso, desde uno de los últimos reductos donde resiste la grandeza republicana perdida -el Grupo Clarín-, se celebra que los grupos económicos intenten evadir las medidas del Gobierno y seguir fugando divisas al exterior:



“Hasta ahora, el cepo cambiario dio resultados pero no evitó los costos habituales de esas estrategias.El precio del dólar en la forma conocida como “contado con liquidación” ronda los $ 4,80.”

Así como al pasar, Clarín muestra un camino, un camino de fuga de divisas: el contado con liquidación.


El contado con “liqui” o “dólar cable” –como se le dice en la jerga financiera– consiste en comprar acá en Argentina, un bono o acción que tenga cotización en el exterior y venderlo en dólares en Nueva York.


Es decir, los grandes inversores o grupos económicos, compran acá el bono en pesos y después lo venden afuera en dólares. Ese capital transferido en la operación, naturalmente, no vuelve a la Argentina, porque queda depositados en dólares en una cuenta en el exterior.


La compra de acciones o bonos en pesos en el mercado local para venderlos en dólares en el exterior, es una de las vías para la salida de capitales que utilizan los grandes inversores o las filiales de empresas extranjeras, que envían así sus ganancias a las casas centrales, evitando así las barreras a la salida de divisas.


Pagan el dólar un poco mas caro, más los gastos de la operación, pero son gente que no repara en gastos cuando se trata de sacar divisas, de fugar capitales.


El contado “con liqui”, como forma de fuga de divisas, apareció fuerte ya en otro momento. Adivinen cuando. Y claro, por supuesto, en el 2008 a partir del lockout de las corporaciones agropecuarias. Alcanzó su máximo en octubre ese año, con 2.927 millones de dólares. Es como verán, una herramienta utilizada por gente a la que le interesa el país.


En ese momento, el Gobierno dispuso una serie de medidas para detener esa sangría, por lo que el volumen de operaciones de contado “con liqui” se redujo drásticamente, aunque ahora los “inversores” retomen el mecanismo para evitar controles cambiarios o fiscales. Por eso, es lógico que cuando se toman medidas frente a determinadas operatorias, a Clarin le parezcan excesivamente discrecionales.


Y sí. Tienen razón. Es un atropello, originado por delincuentes como Marco del Pont y Moreno, responsables del fin de la República, de la “República de Otaria”, tan brillantemente descripta por Scalabrini, y en la que sus habitantes responden a la designación genérica de otarios.


Por eso, siempre hay que acordarse lo que el maestro Scalabrini Ortiz enseñaba:


”Estos asuntos de economía y finanzas son tan simples que están al alcance de cualquier niño. Solo requieren saber sumar y restar. Cuando usted no entiende una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no la entiende es que están tratando de robarlo. Cuando usted entienda eso, ya habrá aprendido a defender la patria en el orden inmaterial de los conceptos económicos y financieros”. 

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