Esta nota de Clarín de hoy es un claro ejemplo de como funciona el mecanismo por el cual el multimedios construye la oposición al kirchnerismo, como parte de la estrategia de defensa de sus propios intereses.
En el título de la nota y en todo su contenido -con el disfraz de mentar como al pasar a la disputa entre el gobierno nacional y el de la ciudad por el traspaso de los subtes- se pueden leer, prolijamente enumerados, todos y cada uno de los argumentos por los que Macri se opone ahora al traspaso, que antes había acordado: los coches son viejos, hay obras sin hacer, no está garantizada la seguridad de los usuarios, en cualquier momento puede haber un accidente igual al de Once.
Alguno podrá decir que los hechos señalados en el artículo son ciertos, y los informes que los ponen de manifiesto vienen de larga data, y ambas cosas son verdad.
Tanto como que Clarín los saca a la luz ahora, justo cuando se produjo la tragedia de Once (que el artículo utiliza alevosamente para llevar agua para su molino, como lo hace Macri cada vez que puede), y cuando se discute el traspaso en el Congreso; un ambiente hostil a los planteos del macrismo porque nadie que no sea del PRO (ni siquiera un opositor al kirchnerismo) defendería el planteo de Mauricio de que el gobierno nacional le traspase la responsabilidad del servicio, sólo luego de haberle resuelto todos los problemas.
Por eso la nota se engarza dentro de la estrategia más general del grupo Clarín de desgaste del gobierno (especulando incluso con que efectivamente ocurra un accidente en el subte), planteando implícitamente que los argumentos de la negativa de Macri son racionales; y lo irracional es la pretensión del kirchnerismo de traspasarle los subtes conforme lo pactado.
A esos fines, poco importa que el subte sea un asunto de los porteños, porque en el juego comunicacional aplicado a la política (cuando el grupo pone todo el poder de fuego de sus medios en pos de un objetivo) lo importante es instalar esa idea: el kirchnerismo es un proyecto político irracional que causa todos los males del país; al hay que buscarle una alternativa política para cambiar el rumbo del país, y hoy por hoy es Macri el único prospecto disponible dentro del descalabro opositor.
El único que -plantándose con sus berrinches de niño bien en el asunto de los subtes- "les pone un límite a los k": esa es la idea a instalar, lo del subte es accesorio.
Más aun: si afináramos la lupa en el desarrollo de la saga de los subtes, podríamos llegar a pensar que -más allá de la tragedia de Once, o a partir de ella- fue desde las usinas magnettistas que se le sugirió a Macri dar marcha atrás con el traspaso, porque si se concretaba se sumaba un problema más de gestión, y oxigenaba al gobierno nacional diluyendo su perfil opositor al ceder en el punto.
Claro que todos estos favores -como la cobertura de impunidad mediática permanente que le brindan- que le dispensa el monopolio al niño Mauricio no son gratuitos: el negocito de las net books para las escuelas porteñas es apenas una muestra gratis del pliego reivindicativo que le espera si alguna vez llegara a ser presidente.
Aunque eso no les moleste a ninguna de las partes, porque tienen una misma visión sobre como se hacen política y negocios.
Más aun: piensan que en el fondo son lo mismo.
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