martes, 6 de marzo de 2012

LO CORTÉS NO QUITA LO VALIENTE


El sábado pasado en ésta entrada nosotros cuestionábamos algunos de los dichos de Cristina en el Congreso sobre los docentes, en especial cuando repitió el lugar común de que trabajan cuatro horas al día, y tienen tres meses de vacaciones al año.

Decíamos que, además de equivocadas, las expresiones de Cristina tenían poco sentido práctico, porque cuestionar ante ciertos sectores del sindicalismo los métodos de protesta, es muy probable que termine generando un redoblar la apuesta, que lleva al paro como única alternativa de respuesta.

Pero una cosa no quita la otra: decíamos también entonces -y reiteramos ahora- que para algunos sectores de la dirigencia gremial docente, el paro parece ser la única herramienta disponible, y la única respuesta cada vez que alguno de sus reclamos no son atendidos.

Y el paro nacional que cumplirá hoy la CTERA parece ir en esa dirección.

Porque más allá del malestar que hayan dejado en la docencia las palabras de la presidenta, no se puede alterar la realidad: el paro estaba decretado mucho antes de que Cristina empezara su discurso en el Congreso; como lo reconoce la propia Estela Maldonado de CTERA, en la nota de Clarín a la que corresponde la imagen.

Más aun: los dirigentes docentes nacionales se ocupan de aclarar que -a partir de los dichos de Cristina- el paro tendrá una mayor contundencia, porque será "en defensa de la identidad docente y de uno de nuestros símbolos más caros, como la carpa blanca".

Hay allí un implícito recoocimiento a que -hasta que Cristina habló y dijo lo que dijo- la decisión de ir a un paro nacional generaba controversias dentro de la propia docencia: ¿o acaso no se está reclamando un piso salarial en todo el país mayor al que acaba de ofrecer Macri en la CABA y fue aceptado por el variopinto arco (17 gremios, en una jurisdicción de 200 Km2) del sindicalismo docente porteño?

Muchos nos preguntamos entonces por qué no al paro a Macri (cuyos impresentables antecedentes en materia de abandono de la educación pùblica todos conocen), y sí a Cristina.

Porque el paro está dirigido contra el gobierno nacional; al que se reclama el piso salarial en la paritaria.

Dejemos de lado lo que todos sabemos que ha aportado el kirchnerismo para la reconstrucción de la educación pùblica desde el 2003 para acá (no para olvidarlo, porque es el contexto en el que ineludiblemente hay que leer el diferendo), para concentrarnos en el mecanismo de funcionamiento de la paritaria nacional docente.

Como todos sabemos salvo las Universidades, el Estado nacional no gestiona directamente servicios educativos, que están en manos de las provincias.

Sin embargo, la Ley de Financiamiento Educativo 26.075 impulsada por Néstor Kirchner y sancionada en su gobierno no sólo estableció la meta (hoy superada) de llegar al 6 % del PBI en educación.

En su artículo 9 creó el Programa Nacional de Compensación Salarial Docente, cuyo objetivo es "contribuir a la compensación de las desigualdades en el salario inicial docente en aquellas provincias en las cuales se evalúe fehacientemente que, a pesar del esfuerzo financiero destinado al sector y de las mejoras de la eficiencia en la asignación de los recursos, no resulte posible superar dichas desigualdades." .   

En virtud de ése programa (que posibilitó el ostensible crecimiento del "piso" salarial docente desde el 2003 para acá, justamente a través de la paritaria nacional), la Nación transfiere a las provincias con menos recursos 6750 millones de pesos anuales, contando los que están destinados a financiar los aumentos a las provincias que no los pueden pagar con sus propios recursos (que son más de la mitad del total), y a pagar el Incentivo Docente que -como bien dijo Cristina en el Congreso- debió haber desaparecido al sancionarse la ley de financiamiento; y sin embargo el kirchnerismo lo prorrogó año tras año desde el 2004, y se sigue pagando, financiado íntegramente con fondos nacionales.

Todo ello marca una actitud de compromiso del gobierno nacional con la educación pública (el incentivo se paga además a los docentes privados), incluso en el plano estrictamente salarial; sin entrar en disquisiciones sobre si le corresponde o no, porque en definitivas las escuelas dependen de las provincias.

Es por eso que no se termina de comprender a que apunta este paro nacional (sin que nosotros digamos que es desproporcionado el reclamo docente), que se superpone además con paros en nueve provincias, seis de las cuales tienen salarios por encima de la mínima nacional, y del que acaban de aceptar los docentes porteños.

Paro que además se decretó sin advertir el contexto en el que se da, que es el de una furiosa ofensiva mediático-política por licuar el resultado electoral del 23 de octubre, para provocar un estado generalizado y anómico de descontento social, con el ánimo de producir un sacudón institucional como si estuviéramos en las tristes jornadas de diciembre del 2001.

Promovido por los que electoralmente no se arriesgan nunca (pero juegan siempre políticamente), con el exclusivo ánimo de llevarse puesto al gobierno y al proyecto político al amparo del cual los docentes han obtenido conquistas (como la ley de financiamiento y la paritaria nacional) por las que luchaban cuando tuvieron que plantar más de mil días la carpa blanca frente al Congreso.

Carpa blanca que (dicho sea de paso, y ante las expresiones de los dirigentes gremiales al respecto) Cristina nunca tuvo la intención de denigrar como símbolo en el Congreso, sino todo lo contrario: por algo al recordarla, los llamó "compañeros".

Y por algo desde que Néstor Kirchner asumiera el gobierno para acá, se hizo lo que se hizo en materia de educación y dignificación de la docencia: porque la carpa blanca también era un signo sentido por esos gobiernos, que sintieron que su presencia marcaba un abandono de la educación pública por parte del Estado, que era urgente revertir.

Que falta todavía mucho por hacer y que se cometan errores (como parte de las palabras de Cristina en el Congreso) no autoriza a replicarlos con otros, como apelar al paro como única herramienta de reivindicación sindical.

Ojalá que el día de clases que los chicos pierden hoy sirva para que todos reflexionemos al respecto.

1 comentario:

  1. De acuerdo.
    Por aquí (CABA) andan circulando mails con gritos desgarradores del tipo del que transcribo más abajo (fragmento). Este, en particular, lleva por título: "ALGUNAS COSAS TERRIBLEs QUE NOS ESTAN PASANDO A LOS DOCENTES"

    <<¡NI UN GRADO O CURSO MENOS!
    Disposición del Gobierno Porteño que cierra 224 secciones a partir del próximo lunes 5/03/12.
    Este memo contiene el listado completo de cursos de primaria, media y técnica que quieren cerrar, los cuales serían 143 grados de primaria, 56 cursos de media (comerciales y liceos) y 25 de escuelas técnicas.
    http://issuu.com/elmachete/docs/resolucion_cierre_grados?mode=window&backgroundColor#222222>>

    Ayer escuché a un dirigente de ADEMYS declarar su adhesión al paro de 24 hs convocado por CTERA, y anunciar que también van a incluir este tema (ya que estamos, ¿no?)
    Ahora bien, ustedes conocerán los típicos argumentos de vieja en la cola del super. Nunca me he tomado el trabajo de contestarlos, siempre me pareció una pérdida de tiempo. Sin embargo, debo confesar que en este caso tampoco estoy tan seguro de poder encontrar contra-argumentos convincentes. En fin, seguro que debe de ser por limitaciones mías.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar