Vemos en Página 12 de hoy uno de los efectos colaterales de la decisión del gobierno de expropiar acciones de YPF: las dificultades del grupo Eskenazi; propietario del 25,46 % de la compañía.
Con fuertes deudas (contraídas con bancos y la propia Repsol para comprar sus acciones en la petrolera), sin posibilidad de acceder a la distribución de utilidades para saldarla (como vino haciendo los últimos años), y con el precio de la acción en picada en las Bolsas; por lo que obtendría monedas por sus tenencias si decide venderlas para cancelar la deuda: en unos días tiene un vencimiento por 400 millones de dólares.
Pero nos venimos a Santa Fe y nos encontramos con ésta otra noticia, que plantea algunas dudas:
Como se sabe, el gobierno provincial gestiona de la Legislatura la autorización para emitir Letras de Tesorería por unos 556 millones de pesos, para cubrir los (cada vez más grandes) baches financieros de las cuentas públicas santafesinas.
El agente financiero del gobierno es el Nuevo Banco de Santa Fe S.A., de acuerdo a la adjudicación dispuesta en su momento por el Decreto 1085/09, firmado en su momento por Binner y su ministro de Economía Sciara; que es el mismo de Bonfatti.
Y el Nuevo Banco de Santa Fe S.A. (que va venía siendo agente financiero del Estado santafesino con anterioridad a Binner, y fue el único oferente en la licitación armada por su gobierno para contratar el agente financiero) es propiedad del grupo Petersen, es decir del amigo Eskenazi y su familia; los (hasta hoy) dueños del 25,46 % de YPF S.A..
De acuerdo al contrato de vinculación entre el gobierno de la provincia y su agente financiero (el NBSF S.A.), éste tiene que intervenir en toda operación financiera del gobierno provincial, y la emisión de Letras de la Tesorería no es la excepción.
Si de lo que se trata es de contratar la emisión de las Letras y colocarlas en el mercado, el agente financiero provincial (el banco de Eskenazi) no tiene exclusividad, pero sí "opción preferente, en igualdad de condiciones", con otros eventuales oferentes.
De los dichos del Ministro de Gobierno y Reforma del Estado Rubén Galassi (ver imagen de más arriba) se desprende que el gobierno provincial (en el mayor de los sigilos, porque nada se supo hasta ahora) habría instrumentado un "concurso de precios" entre cuatro entidades financieras para adjudicar la emisión y colocación de las letras; del cual salió triunfante el Nuevo Banco de Santa Fe S.A.
Ahora bien, en el portal de compras del gobierno provincial en la web -como pueden ver acá- no existe la más mínima mención al supuesto concurso, ni tampoco se explica por qué se apeló a esa modalidad y no a una licitación pública; que es lo que la Ley 12.510 exige en todo contrato por cuenta de la provincia que exceda los $ 300.000.
Y si estamos hablando de una emisión de letras por un valor nominal de 556 millones de pesos (sin contar la tasa de interés pactada, que es la que determina el monto final de la deuda a contraer por la provincia), bastaría que el banco emisor y colocador de esas letras cobrara una comisión por sus servicios del 0,055 % por ciento, para que fuera obligatorio hacer licitación pública.
Nos informa Galassi que el banco de Eskenazi no cobrará comisión, sino una tasa de interés por la operación; lo cual genera múltiples interrogantes, a saber:
¿Esa tasa de interés es menor o mayor que la comisión que ofertaron los otros -bancos, financieras, no se sabe que- que se presentaron al concurso de precios?
¿Cobra interés por emitir y colocar las Letras de la Tesorería, o por suscribirlas y prestarle la plata al gobierno, es decir los 556 millones de pesos más el interés?
Si es así, ¿no le estará prestando al gobierno su propia plata -los impuestos depositados en NBSF S.A. como caja obligada por ser agente financiero- con más un interés por hacerlo?
¿Cuáles y de quiénes fueron las otras ofertas presentadas en el concurso de precios?
Y la pregunta más interesante de todas:
Si -como lo dice la misma nota a Galassi- la Cámara deDiputados no aprobó todavía la emisión de las Letras, y en consecuencia no se sabe siquiera cuáles serían sus plazos, condiciones y tasas de interés, ¿en base a que autorización legal el gobierno de Bonfatti convocó a un concurso de precios, y lo adjudicó a favor del grupo Eskenazi, que además se cobrará por sus servicios justamente una tasa de interés?
Servicios que son aparte de los que le corresponde prestar como agente financiero, porque por esos y de acuerdo al contrato firmado por Binner en el 2009, se queda con un porcentaje de la recaudación de impuestos provinciales.
No sea cosa que nos enteremos que -por decisión del socialismo- los santafesinos estamos colaborando con Eskenazi para ayudarlo a hacer una vaquita juntando de donde pueda, para pagar su deuda por la compra de acciones de YPF.
que hijos de mil putas que son estos socialistas, van a dejar fundida la provincia y eso que el turco obeid se la dejó con superavit.
ResponderEliminarpodría putearlos mas todavía