Por Sandra Viñas
Tomo prestado el título de una nota publicada hace un tiempo acerca del capital intelectual con que cuenta nuestro país. Precisamente no hace referencia al programa de tv.
Todo lo contrario, más bien trataré de reflexionar sobre quienes hacen su trabajo de modo silencioso y con bajo perfil tratando de lograr avances en sus investigaciones científicas en beneficio de todos.
Tuve la oportunidad de ver por estos días un trabajo sobre INVAP/Balseiro, como polos de desarrollo e investigación compuesto en su totalidad por científicos argentinos. Masa crítica en investigación y referencia en Latinoamérica en lo que se refiere a desarrollo científico y tecnológico.
Si pensamos en el desarrollo de la ciencia en la Argentina es necesario remitirnos a algunos momentos históricos referentes y fundacionales. Así encontramos a fines de siglo XIX la creación de la Academia Nacional de Ciencias y una década siguiente los primeros científicos agrupados en las Universidades públicas de Buenos Aires y Córdoba.
Ya iniciado el siglo XX la creación de la Asociación Argentina para el progreso de las ciencias que organizó a los primeros científicos de modo institucional con dedicación exclusiva para investigar y enseñar en las Universidades públicas.
Ya iniciado el siglo XX la creación de la Asociación Argentina para el progreso de las ciencias que organizó a los primeros científicos de modo institucional con dedicación exclusiva para investigar y enseñar en las Universidades públicas.
En otros ámbitos públicos surgían hombres tales como Mosconi y Savio interesados en el desarrollo tecnológico como elemento estratégico del desarrollo nacional, así como Leloir, Gaviola y Balseiro iniciadores de una tradición en el área de las ciencias duras vinculadas al desarrollo nuclear.
Claro está que estos “emprendedores científicos” no podrían haber desarrollado procesos de investigación sin la necesaria intervención del Estado, con sus matices, avances y retrocesos. Ahora bien, el desarrollo y despegue de éstas áreas del conocimiento se da en la década del 50 con la creación de la Comisión Nacional de la Energía Atómica, el Instituto de Tecnología Agropecuaria, el Instituto de Tecnología Industrial y más tarde casi cerrando la década el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
Cuando la Investigación se transforma en política de Estado, su permanencia e importancia en el tiempo hace que el desarrollo en el campo de la aplicación concreta se da naturalmente.
Por eso y destacando lo que hoy sucede en nuestro país, desde la gestión de Néstor Kirchner no podemos dejar de destacarlo.
Por eso y destacando lo que hoy sucede en nuestro país, desde la gestión de Néstor Kirchner no podemos dejar de destacarlo.
No podemos tapar el sol con las manos
Por primera vez en la historia, Argentina cuenta con un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Creado en diciembre de 2007 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, es el único en Latinoamérica que contempla a la innovación productiva asociada a la ciencia y la tecnología.
Su misión es orientar la ciencia, la tecnología y la innovación al fortalecimiento de un nuevo modelo productivo que genere mayor inclusión social y mejore la competitividad de la economía Argentina, bajo el paradigma del conocimiento como eje del desarrollo.
Su misión es orientar la ciencia, la tecnología y la innovación al fortalecimiento de un nuevo modelo productivo que genere mayor inclusión social y mejore la competitividad de la economía Argentina, bajo el paradigma del conocimiento como eje del desarrollo.
Las líneas centrales del Ministerio se basan en :
· Promover el crecimiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación a través del aumento de los salarios de investigadores y la provisión de infraestructura;
· Vincular los sistemas académico y productivo para generar consorcios público – privados y dar solución de la brecha de las grandes ciudades y el interior del país a través de líneas de financiamiento del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECYT) cuyas prioridades fueron fijadas por las autoridades provinciales y que están estrechamente relacionados con necesidades regionales.
· Impulsar la formación de redes de investigadores argentinos y extranjeros a fin de crear los entornos favorables para la colaboración y el intercambio de conocimientos entre científicos de una misma especialidad.
· Fomentar oportunidades para la vinculación con investigadores argentinos residentes en el exterior, generar acciones destinadas a promover la permanencia de los investigadores en el país y facilitar el retorno de aquellos interesados en desarrollar sus actividades científicas en Argentina.
· Identificar las demandas vinculadas a problemas sociales y productivos concretos en cada punto del país, para aportar soluciones a partir de la generación y transferencia del conocimiento desde los centros regionales más desarrollados hacia los periféricos.
· Instalar el valor de la cultura científica como camino para el desarrollo social. Es fundamental, en ese sentido, colaborar en la formación de la ciudadanía, incentivando la participación y la apropiación social del conocimiento.
· Realizar publicaciones destinadas tanto al público en general como para el público especializado. A través de ellas se dan a conocer encuestas, diagnósticos y análisis prospectivos, entre otros documentos de interés. Las publicaciones fomentan el acercamiento y la comprensión del significado de la ciencia, la tecnología y la innovación vinculada al desarrollo social y económico del país y su impacto en la vida cotidianas.
En materia de Educación y Cultura, entre 2003 y 2010, el gobierno ha incrementado más de 400% el presupuesto Nacional en Educación y Cultura alcanzando más de 18.456 millones de pesos.
El presupuesto para Universidades Nacionales ha aumentado más del 550% para ese periodo, alcanzando un total de más de 10.000 millones de pesos.
Entre 2003 y 2010 se ha incrementado más del 500% el Presupuesto Nacional en Ciencia y Técnica superando los 5175 millones de pesos.
El primer ministro de Ciencia y Tecnología de la Argentina destaca “...el cambio de paradigma que significó para ese sector el modelo inaugurado el 25 de mayo de 2003. Asegura que cada vez más multinacionales se interesan por el trabajo de los científicos argentinos que valen “miles de millones de dólares”. Llamó sin embargo a no olvidar que es todo el conjunto de la sociedad el que se esfuerza para poder financiar la investigación.
Afirma el Ministro que "...los científicos , a los que le paga el Estado, se deben dar cuenta que a diferencia de un investigador del renacimiento, al que lo bancaba un mecenas, los banca la sociedad que espera algo de ellos. Se deberán dar cuenta que no se le paga para jugar a ser Premio Nobel y que deben adquirir conciencia de su responsabilidad."
Miles de pesos que el Estado gasta en salarios y reactivos, son una inversión de la sociedad. Eso sin dejar de mencionar que se siguen financiando con el sistema tradicional, desde los que investigan Historia hasta los que trabajan con Física Cuántica”, concluía el Ministro.
Porque queremos que el sistema científico piense y discuta, sobre la base de la información, el impacto del proyecto político actual en la ciencia nacional, en la educación, en el desarrollo científico y tecnológico, y para el conjunto de la sociedad.
Porque desde nuestro lugar queremos acompañar a esta gestión con ideas y contribuir con acciones concretas a la consolidación y profundización del modelo que se desarrolla en estos días.
Porque es notable lo recuperado, lo avanzado, y porque debemos continuar por este camino para consolidar un modelo de ciencia y tecnología que contribuya a un proyecto nacional integrador. Una ciencia generadora de conocimiento y tecnología, para contribuir a la resolución de los problemas y demandas sociales y como pilar del desarrollo nacional.
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