Por Raúl Degrossi
Si bien el proyecto de expropiación de YPF no tuvo ese propósito primordial, es indudable que es también -por parte de Cristina- una muestra de autoridad al interior del peronismo de cara al futuro: la envergadura de los adversarios que le atrajo la decisión puede perfectamente ser leída por cualquiera como una señal de que no resignará ningún atributo de autoridad hasta el final de su mandato, y que no vacilará en utilizarlo, aun con quienes (Moyano, Scioli) le disputen anticipadamente poder. Especialmente con ellos.
Antes del anuncio y como consecuencia del caso Ciccone, la ida del procurador Righi hizo ruido en el frente interno, y alimentó dudas hacia futuro por la continuidad o ruptura de Cristina respecto del legado de Néstor. Sin embargo, una lectura más compleja del proceso arroja como resultado que Kirchner aportó al proyecto político iniciado en el 2003 al ex ministro de Cámpora, pero también a Eskenazi, cuyas acciones están hoy en baja; en éste caso con beneplácito de propios y extraños: anoto el hecho como simple constatación de que los mecanicismos no ayudan a entender los fenómenos políticos.
El propio Moyano se apuró a alinear a la CGT en apoyo a la expropiación -con coherencia porque aunque sea informalmente, la venían reclamando-, y de paso aprovechó para pegarles a los entreguistas de los 90' como Lescano, con los que disputa la conducción de la central sindical.
Pero además tuvo una dosis homeopática de la misma medicina aplicada a Respol y a Eskenazi, anticipada por Cristina la semana anterior: la quirúrgica eliminación del subsidio indirecto a Camioneros en el régimen de profesionalización del transporte de cargas fue un golpe certero que absorbió en silencio porque -como los boxeadores- verdaderamente lo sintió.
Los gobernadores de las provincias petroleras, lejos de representar un factor de poder que contrabalancee al de Cristina (como lo imaginó Pagni en sus sueños húmedos), se sometieron disciplinadamente a ejecutar una estrategia diseñada desde la Rosada para acorralar a Respol; rescindiendo las concesiones en sus provincias y obteniendo a cambio participación en el futuro manejo de la YPF controlada por el Estado, pero sometidos a un pacto de sindicación de acciones, para evitar que se corten sólos.
Un dato no menor es que en esa estrategia confluyeron desde los alineados a la Rosada desde siempre (como Peralta), hasta los recién llegados (el chubutense Buzzi, de decisiva participación), e incluso los que sobreactúan su condición de "libre pensadores" cada vez que pueden, como Urtubey; y la única nota discordante (filtrando detalles del proyecto a la prensa, avanzando sobre Petrobras y trayendo complicación al frente externo), fue de un aliado ajeno al PJ: Sapag, el gobernador de Neuquén.
Y los gobernadores de las provincias que no son petroleras (incluyendo a los peronistas y a los que no lo son) están haciendo fila para reclamar un lugar en la nueva YPF; pero tendrán que demostrar que son capaces de alinearse con la estretagia trazada por el gobierno nacional para manejar la petrolera; tal como se dijo acá.
Por otro lado, los poroteos previos de la votación del proyecto en ambas Cámaras del Congreso permiten vislumbrar acompañamiento a la iniciativa de Cristina aun dentro de los fragmentos sobrevivientes del diluido peronismo federal, y hasta el propio padre de la privatización: Menem, cuyo voto en éste caso no es dirimente del resultado y bien podría ausentarse.
Y justamente el debate en el Senado por la expropiación (con fuerte repercusión mediática) proyectó al primer plano a Axel Kicillof; cumpliendo en ese sentido un rol parecido a la exposición de Moreno en el mismo lugar cuando el conflicto por la 125: darle carnadura visible a un criticado duramente desde afuera del kirchnerismo, y no siempre debidamente comprendido y defendido desde adentro.
La solvencia que exhibió Kicillof puede servir además para desmitificar ciertas verdades instaladas sobre la Cámpora en particular, y la militancia juvenil en general: no necesariamente son todos yuppies que están todo el tiempo pensando en disfrutar las ventajas del poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario