Decíamos ayer acá que Cristina asume un gran riesgo al decidir que no haya presencia policial hoy en la Plaza en el acto convocado por Moyano: el riesgo de que le carguen las consecuencias de cualquier incidente o hecho desgraciado que se produzca.
Se comprende la decisión: en un contexto donde Moyano y la dirigencia de la CGT vienen planteando que el gobierno busca reprimir la protesta social o criminalizarla, se les saca un argumento para sostener ese discurso.
Pero los riesgos siguen siendo altos, y toda ésta gente (Clarín, La Nación) desean que todo estalle por los aires.
Ese es el riesgo mayor del acto de hoy, no lo que diga Moyano en su discurso o cuanta gente se junte en la Plaza (seguramente serán muchos, medidos en términos de la capacidad de movilización de cualquier otro sector opositor al gobierno); al que tampoco será ajeno el propio Moyano.
Porque el acto de hoy no sólo pone en juego su capacidad de movilización, sino su capacidad de conducir esa masa amorfa de adhesiones que fue concitando con sus reclamos, donde convergen un paisano de cada pago, cada uno con desconfianza por el otro que estará al lado, y sólo unificados por su fobia al gobierno.
LA METROPOLTANA NO PUEDE DAR UINA MANO??
ResponderEliminarSólo si algún gato se queda atrapado en un árbol.
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