En Página 12 del miércoles salió éste muy interesante
artículo sobre el costo que
implican para el Estado nacional las exenciones impositivas, al que corresponde
la imagen; y que sirve para desmitificar una cuántas zonceras instaladas al
respecto.
La información fue
relevada del Presupuesto nacional 2012, que cuantifica lo que se conoce como
"Gasto tributario", es decir lo que le cuesta al Estado sostener
exenciones de todos los impuestos nacionales vigentes, que están consagradas en
las normas que regulan cada uno.
El primer dato
grueso indica que el peso total de las exenciones son 49.067 millones de pesos,
pero de ése total, más de la mitad (el 52 % exactamente) corresponden a las
exenciones del IVA; lo que implica por un lado que las exenciones tributarias
representan cuatro veces el dinero destinado a la Asignación Universal por
Hijo, y por el otro, que las exenciones de Ganancias no son las más relevantes:
el propio artículo (tomando la información oficial) las valúa en 10.500
millones de pesos, una quinta parte del total.
Después al
descomponer el peso presupuestario (en términos de recursos que el Estado deja
de percibir) de las diferentes exenciones, vemos que casi la mitad (exactamente
4583 millones) corresponden a las que gozan las diferentes rentas financieras,
como los intereses de los títulos públicos o de los plazos fijos bancarios.
Lo que implica que,
aunque se eliminasen todas las exenciones de Ganancias a la renta financiera,
el monto que recaudaría el Estado seguiría estando por debajo por ejemplo, de
lo que cuesta hoy aumentar el mínimo no imponible de la cuarta categoría (que
incluye al trabajo personal en relación de dependencia), que serían unos 6100
millones de pesos. Ni hablemos si sólo se derogase la exención a los plazos fijos:
los ingresos para el fisco serían menos de 1658 millones al año, porque esa
cifra comprende (como dice el artículo) a las obligaciones negociables que
emiten las empresas para financiarse.
Pocas nueces para
tanto ruido, a las que sumamos las razones que expone acá tan atinadamente
Baleno.
En cambio otro
sector al que se suele prestar poca atención (porque agrupa al
"oenegeísmo") como las fundaciones y demás "entidades de bien
público" se llevan unos 3877 millones de pesos éste año: sería interesante
pasar el peine fino por allí.
Y nos quedan dos
casos, que son el de los jueces y el de la famosa "megaminería a cielo
abierto": el de los jueces es más sencillo, el peso en el presupuesto
público de la exención es irrelevante (casi 351 millones de pesos) pero la
derogación de la exención (o que paguen el impuesto, la exención fue derogada
en 1996) tendría un valor ejemplificador de igualdad de todos ante la ley; que
no es poco.
Las exenciones de
Ganancias de las que gozan las empresas mineras (por el régimen de estabilidad
fiscal sancionado en tiempos del menemismo) están dentro del ítem
"Promociones", o sea regímenes de promoción de una determinada
industria o producción a partir de exenciones o degravaciones impositivas.
El ítem se lleva un
total de 1634 millones de pesos éste año (la cuarta parte de lo que costaría
subir el 20 % el mínimo no imponible, poco más del 3 % del costo tributario total),
pero dentro de eso están los regímenes promocionales de las industrias
radicadas en Tierra del Fuego, los diferentes sectores de Pymes y la industria
del software. Aun asumiendo que la mitad del rubro se lo llevaran las
mineras, estamos hablando de poco más de 800 millones de pesos.
Lo cual no
implica defender los regímenes promocionales en bloque, sino puntualizar que no
se trata simplemente de decir (sin referirse nunca a los números concretos)
"saquemos el impuesto al trabajo y gravemos la renta financiera y la
minería"; o cosas por el estilo.
En todo caso la
discusión de los regímenes promocionales (dentro de un contexto más amplio de
discusión de una reforma tributaria integral) pasa por determinar sus costos y
beneficios: creación de empleos, nivel de salarios y calidad de puestos de
trabajo, desarrollos tecnológicos, diversificación del aparato productivo y la
oferta exportadora del país, contribución al desarrollo regional por el lado de
los primeros; remisión de utilidades al exterior, fuga de capitales, mayor o
menor contribución a la extranjerización de las empresas, del otro.
Y ya que estamos y
siempre sobre el mismo tema, el amigo Diego
Rubinzal nos hace llegar este documento producido
por la gente del CEDEBH, en el que se desmitifican también muchas zonceras que
circulan. Siguiendo el enlace pueden ller el documento, y bajárselo.
Cortito (ocho
páginas), conciso, concreto, con número, con data de otros países, con las
respuestas a las cosas que uno escucha en la oficina, la cola del cajero o los
medios: altamente recomendable, como todo lo que estos muchachos acostumbran
hacer.
en mi empresa ,mía no, no nos dan aumentos,entonces el gerente dice:dibujen para que no les cobren..QUÉ LINDO!!!ESO QUE GAMANOS COMO UN CAMIONERO MEDIO..LA EMPRESA LA LEVANTA EN PALA Y NO QUIERE SOLTAR UN PESO..
ResponderEliminardibujar es préstamos,servicios médicos o donaciones!!!no te digo cuál es porque se la juegan mis compañeros..a mí no me importa.Además me parece que se quedan con el vuelto cuando deducen..
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