Será cuestión entonces de buscar pacientemente hasta encontrar al o la pelotudo/a que se le acercó al salame éste y le dijo "ay ingeniero, que bueno sería que usted volviera a la política", y cagarlo/a bien a patadas en el orto.
Imaginemos por un momento si pasó lo que pasó porque la hija adolescente no quería que las compañeritas la gastaran en el recreo, lo que puede llegar a pasar cuando escuche las opiniones de la nieta.
Entre adivinar que quiere decir en política "da dá, gu gú" o cosas por el estilo; o leer el destino en la caca de los pañales como en la borra del café, estamos complicados,
Cleto vuelve, y con un finísimo sentido de la oportunidad: justo mañana se cumplen cuatro años del "voto no positivo" que sepultó las retenciones móviles, en medio de un mercado internacional con la soja perforando la barrera de los 600 dólares la tonelada, y cuando el 30 % de las retenciones van a las provincias, que tienen problemas para pagar los sueldos y aguinaldos.
Lo que se dice un enorme plafond para que su candidatura concite adhesiones entre los gobernadores, por ejemplo.
Estos radicales son tan incoherentes que primero lo echaron de por vida a Cleto y ni se ruborizaron cuando los soja-ruralistas le pusieron "Cleto" a un toro que resultó ser capón (en el campo se sabe que el toro capón es denominado así porque le cortaron los huevos).
ResponderEliminary bue... ¿que puede hacer? “la gente“ no le pide que vuelva como ingeniero.
ResponderEliminarEl pueblo no se equivoca, como ingeniero se le viene abajo un edificio y queda el tendal... debe ser que lo conocen...