Seguimos hurgando en los números de la Cuenta de Inversión de la provincia del año pasado (el último de la gestión de Binner), y en éste caso le toca el turno a la Empresa Provincial de la Energía (EPE); que ya fue objeto de análisis en múltiples oportunidades en éste blog, acá tienen el listado completo de post sobre el tema.
Para que la cosa sea un poco más llevadera, vamos a utilizar los indicadores que en su momento usamos en éste post, comparando además el desempeño de la EPE en relación a cada uno de ellos desde el año 2007 (último del gobierno de Obeid) al 2011 (o sea, comprendiendo todo el mandato de Binner), exponiéndoles en términos porcentuales.
Tomamos esa referencia porque (como lo hemos dicho en otros post anteriores sobre éste tema) el arribo al gobierno provincial del Frente Progresista Cívico y Social marcó un cambio de rumbo respecto al manejo de las empresas del Estado; sobre todo porque tomó la decisión de aumentar sus tarifas, que habían estado congeladas por año y que -en el caso de la EPE- pese a encontrarse ya dentro de las más elevadas del país, fueron incrementadas en 10 oportunidades durante el gobierno de Binner y lo que va del de Bonfatti.
El primer indicador a evaluar es el porcentaje que insumen los sueldos del personal en el total de los gastos de la distribuidora de energía provincial:
2007 24,33 %
2008 24,35 %
2009 26,06 %
2010 25,45 %
2011 29,30 %
Como se ve, los gastos en "Personal" de la empresa están bastante por debajo del promedio que representan en el conjunto del Estado provincial (al 30 de junio de éste año "Personal" se llevaba el 44,81 % del total del gasto), pero tuvieron un crecimiento importante el año pasado.
El siguiente indicador analizado lo invertido el año pasado por la EPE en "Construcciones", es decir la obra pública, comparado siempre con los mismos años anteriores (siempre el 100 % es el total del gasto):
2007 5,17 %
2008 5,36 %
2009 6,06 %
2010 3,69 %
2011 4,38 %
Un incremento moderado respecto del bajísimo porcentaje del 2010, pero aun por debajo de los años anteriores; pese a que la realización de obras fue uno de los argumentos con que la gestión de Binner justificaba cada aumento de tarifas.
El tercer indicador toma justamente en cuenta ambas variables: los ingresos por tarifas (aumentados por la decisión del gobierno de ajustarlas) contra lo ejecutado en obras, donde "1" es cada peso invertido en "Construcciones", y la otra cifra, lo percibido de los usuarios vía tarifas por los servicios de la EPE:
2007 18,00 a 1
2008 16,29 a 1
2009 15,60 a 1
2010 25,49 a 1
2011 22,10 a 1
Como vemos, una leve mejora (consistente con la moderada recuperación de la participación porcentual de "Construcciones" en el gasto total de la empresa), pero altamente insuficiente si se considera que la EPE dispuso de un margen mayor de recursos tarifarios, por los aumentos ordenados por el gobierno.
El siguiente indicador refleja la evolución del rubro "Impuestos y Derechos" dentro de la estructura de gastos de la empresa: en el post linkeado señalábamos que, como la misma presta servicios a terceros en forma onerosa, sus actividades, sus bienes y sus ingresos están sujetos al pago de impuestos nacionales (I.V.A., el de la Ley 23.681 al precio final de venta de la electricidad) y sobre todo provinciales (Ingresos Brutos, Patente Automotor, Cuota de Alumbrado Público y el creado por la Ley 7797); cuyo peso en las cuentas de la distribuidora aumenta a medida que se aumentan los niveles de las tarifas.
Un círculo vicioso que por un lado les permite al gobierno provincial y eventualmente a los municipios y comunas financiarse, pero por el otro impide que los mayores ingresos por tarifas de la EPE se destinen a obras o equipamiento, en un modo acorde con la decisión de aumentar las tarifas.
Acá los datos del gasto de la EPE en "Impuestos y Derechos":
2007 7,60 %
2008 12,20 %
2009 10,69 %
2010 15,81 %
2011 16,28 %
Como se ve, el problema persiste y se agrava, lo que hace pensar a ésta altura que el socialismo ha privilegiado financiar el rojo en las cuentas provinciales a través de la EPE por doble vía (tarifas e impuestos), antes que intensificar las obras o la compra de equipamiento.
El quinto indicador tiene que ver con otra problemática harto discutida después de las elecciones nacionales del año pasado, cuando el gobierno nacional anunció la progresiva eliminación de los subsidios a las tarifas de los servicios públicos para algunos sectores; y es el que determina la relación entre los gastos en que incurre la EPE para "comprar" electricidad al Despacho Nacional de Cargas (DNC), donde funcionan los subsidios nacionales a la generación de electricidad; y los ingresos que percibe por "vender" esa energía a sus clientes residenciales, comerciales a industriales.
Acá ponemos las cifras, donde "1" es cada peso que la EPE gasta en comprar la electricidad, y la otra cifra, lo que obtiene por ése peso, en venderla:
2007 1,91 a 1
2008 2,22 a 1
2009 2,42 a 1
2010 2,41 a 1
2011 2,92 a 1
Este indicador es quizás el más revelador del rumbo impreso por el socialismo a la Empresa Provincial de la Energía: mientras en el 2007 la distribuidora obtenía de ingresos por tarifas poco menos de 2 pesos por cada peso gastado en comprar el fluido, esa relación se elevó constantemente durante el gobierno de Binner, hasta llegar el año pasado a casi 3 a 1; por obra y gracia de los aumentos de tarifas: así mientras el costo de adquisición de la electricidad por la EPE al DNC aumentó entre diciembre del 2007 y el mismo mes del 2011 un 57,48 %; sus ingresos por tarifas por distribuirla entre sus usuarios aumentaron un 140,78 %, en el mismo período.
Lo que implicó además que los mayores ingresos de la empresa licuaran la incidencia de la compra de electricidad, en su estructura de gastos, como se ve en éste otro indicador (donde 100 % es el total de los gastos de la EPE):
2007 49,76 %
2008 43,26 %
2009 39,92 %
2010 40,70 %
2011 33,15 %
O sea: mientras en el 2007 la EPE gastaba uno de cada dos pesos de su presupuesto en comprar electricidad, el año pasado invirtió en eso (su principal costo de explotación) apenas uno de cada tres pesos de sus gastos totales.
Decíamos que éstos últimos indicadores estaban ligados a la problemática de los subsidios nacionales (cuya vigencia no le impidió al socialismo aumentar 10 veces las tarifas, y aumentar por esa vía de un modo considerable los ingresos de la empresa); con lo cual alguien podría aducir que, si esos subsidios se redujeran o eliminaran, la ecuación se revertiría drásticamente, y la EPE debería aumentar aun más sus tarifas (de hecho, ése es el discurso oficial del gobierno provincial, como si nunca lo hubieran hecho antes).
Pero los números marcan otra cosa: la diferencia con la que se queda la EPE entre el precio de compra y el de venta de la electricidad, pasó de casi 526 millones de pesos en el 2007, a más de 1743 millones el año pasado; o sea se incrementó 3,31 veces en apenas cuatro años.
Un colchón más que respetable como para absorber eventuales bajas de subsidios nacionales (que además no se han producido, salvo para ciertos countries y barrios cerrados), sin volver a aumentar las tarifas.
Hoy Kiciloff decidió poner mano en el tema y ya, antes de empezar, le llovieron las críticas. Las patillas y esas cosas, vos sabés.
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