jueves, 28 de marzo de 2013

ILUMINAR LAS CUEVAS



Por A.C.

Es estos días aparece una nueva ofensiva cambiaria, que no solo es un ataque a la moneda nacional, sino y fundamentalmente, es un nuevo ataque a un modelo de país. A un país donde se prioriza el empleo, con los salarios más altos de la región, la producción, el desarrollo industrial, la inversión, la inclusión social, el fortalecimiento del consumo interno, y una altísima participación de los asalariados en la renta nacional.

Buscan, como siempre, una devaluación del peso que generaría una descomunal transferencia de ingresos, desde aquellos que ganan y viven con pesos – la enorme mayoría de la población-, a favor de un pequeño sector con ingresos y tenencias en dólares. Es decir, un enorme desplazamiento de recursos a favor de los sectores exportadores y financieros, en perjuicio de los  asalariados, jubilados, y todos aquellos con ingresos fijos en moneda nacional.

Eso es lo único real que hay detrás del dólar “blue”: la intención de transferir ingresos desde la población hacia sectores concentrados de la economía.

El del dólar marginal, es un pequeño nicho amplificado generosamente por los medios periodísticos asociados a los sectores exportadores y de la especulación. Más allá de lo que puedan publicar Clarin o La Nación, es sobradamente conocido en el mercado, que el dólar marginal mueve diariamente entre 10 y 12 millones de pesos, es decir que no se negocia más de un millón y medio de dólares a la cotización irreal del “blue”. Para los volúmenes de una economía como la Argentina, un millón y medio de dólares es una cantidad definitivamente insignificante. Sin embargo, lo instalan mediaticamente y hay sectores influenciables de la población que creen que ese es el mercado real.

En la búsqueda de apropiarse de los recursos de la población a través de una devaluación, los argumentos que se esgrimen desde los sectores especuladores, como la supuesta adecuación del valor del dólar a la inflación, no tienen ningún sustento en los números de la economía real. Por eso, no tiene ninguna lógica el incremento del dólar “blue”, que subió un 29 % desde enero a lo que va de marzo de 2013. ¿Quién les midió el 29% de inflación en menos de tres meses? ¿Lilita Carrió? ¿Cachanosky? ¿Groucho Marx?

Con una fuerte devaluación, como la que buscan, y el deterioro del valor del peso, se provocaría inevitablemente una alta inflación, porque se incrementarían los precios internos, como los bienes de exportación que se comercializan en el mercado local, y logicamente, el precio de los productos importados, sumado a que los grupos económicos concentrados, automaticamente aumentarían sus precios para no perder su rentabilidad. Es decir que todo aquel que tiene capacidad de ajustar precios,  se apropia de grandes recursos, en perjuicio de los que no tienen esa posibilidad.

Se empobrece la gente, porque la pérdida de valor del peso, hace perder el poder adquisitivo del salario y se contrae la demanda interna. Si hay menos consumo, hay menos producción, y si la producción disminuye, se pierden puestos de trabajo. Se ingresaría entonces en un círculo vicioso, de retroceso sistemático de la economía, con caída del consumo, de la producción, con pérdida de puestos de trabajo, y con todas las consecuencias económicas, sociales y humanas que eso provoca. 

Por eso, si se accediera a que un grupo de especuladores con grandes tenencias o ingresos en dólares, fijaran el precio de esa divisa en 8 pesos, ese sería el valor por el que estarían cambiando nuestra realidad para sumergirnos en la pobreza, transfiriendo los recursos que hoy los argentinos disponemos en base a una economía de producción, empleo y consumo, a un pequeño sector concentrado que incrementaría aún más sus extraordinarios ingresos.

Y ese sector lo intentó todo, hasta apostar al triunfo de los fondos buitres en los tribunales de Nueva York. Mientras tanto, siguen sin entender como funcionarios del Gobierno Nacional nunca escucharon sus “sugerencias” o no aceptaron sus ofertas de sobornos. Por eso intentan descalificarlos todos los días por los medios y hablan de internas, de enfrentamientos, de “necesidades de recambios” en el Ministerio de Economía, en AFIP o en el Banco Central.

El Gobierno Nacional siempre apostó a la racionalidad de los sectores económicos. Pero en el caso que no hubiera lógica en éste  grupo de especuladores, entonces hay normativa.

La Ley 19.359 –Régimen Penal Cambiario- establece en su artículo 1º lo siguiente: Serán reprimidas con las sanciones que se establecen en la presente ley:

a) Toda negociación de cambio que se realice sin intervención de institución autorizada para efectuar dichas operaciones;
b) Operar en cambios sin estar autorizado a tal efecto;
c) Toda falsa declaración relacionada con las operaciones de cambio;
e) Toda operación de cambio que no se realice por la cantidad, moneda o al tipo de cotización, en los plazos y demás condiciones establecidos por las normas en vigor;
f) Todo acto u omisión que infrinja las normas sobre el régimen de cambios.

La norma prevee sanciones de multas y prisión. Y en su artículo 5, faculta al Banco Central a citar y hacer comparecer, con el auxilio de la fuerza pública si fuere necesario, a las personas a quienes considere pertinente recibirles declaración como infractores o testigos y requerir de los tribunales competentes las órdenes de allanamiento necesarias, y requerir el auxilio inmediato de la fuerza pública ante inconvenientes o resistencia para practicar allanamientos, secuestros, registros o inspecciones de oficinas, libros, papeles, correspondencia o documentos de las personas investigadas.

En una de esas sea el tiempo de iluminar las cuevas, para mostrar que adentro solo hay avaricia y delincuencia disfrazada de inversores.

4 comentarios:

  1. otro tema para iluminar.
    seguro se va a poner inmediatamente a disposicion de la justicia como el acusado y como budú

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  2. Anónimo de las 10:13:
    Como troll maquinita que sos, no te fijás ni en el tema del post, y metés igual tu brillante mensaje. O en una de esas lees el post, pero no entendés lo que dice.
    Y por tu inquietud, siendo los denunciantes los diputados provinciales del Frente Progresista, Pullaro (UCR) y Alicia Gutiérrez (SI), deben estar asesorados por Lilita Carrió, la denunciadora compulsiva que nunca probó nada.
    Sería mejor que se ocupen del tema Tognoli, porque la situación de Binner y Bonfatti se puede complicar en breve.

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  3. si bielsa no tiene nada que ocultar que se ponga a disposicion de la justicia como hizo escajadillo

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