MAJUL, UNO QUE ROMPE, Y CÓMO

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Hay que romper con Cristina antes de que el gobierno se lleve puesto al país. Eso es lo que le están diciendo ahora mismo (¿ahora?, ¿no le están avisando que los docentes siguen de paro y que asume el Papa?, ¿cómo te enteraste, pusiste micrófonos?) a Daniel Scioli casi todos: desde sus amigos más antikirchneristas (¿algún amigo kirchnerista tiene?) hasta quienes venían haciendo gala de una extrema prudencia. De hecho, el propio gobernador ya está pensando distintas alternativas para dejar de depender de la administración nacional. (¿renuncia?) ¿Qué es lo que cambió para que Scioli analice ahora con más seriedad evitar que lo sigan humillando y estudiar la posibilidad de apartarse oficialmente del “proyecto nacional y popular”? Un dato que se modificó aparece en las encuestas cualitativas. (ah, esas de las provincias donde no hay voto de baja calidad) Esos nuevos números le están diciendo que ya hay muchos argentinos que no ven con buenos ojos tanta “sumisión” frente a los ataques de la presidenta de la Nación. Que empezaron a interpretar su paciencia infinita como un signo de falta de carácter y de debilidad. (el famoso “punto de hervor” donde un buen tipo se convierte en un pelotudo, digamos) Incluso entre sus hombres de confianza hay quienes le hicieron saber que algunos argentinos llegaron a compararlo con el expresidente Fernando de la Rúa. (y eso no es nada: hay gente que ya lo está comparando con Binner) “Pero eso es una tontería. A Daniel le pueden decir cualquier cosa, menos que no se ocupa de los problemas. (es verdad, salvo del paro docente y del déficit de la provincia, o de pagar el aguinaldo, o la inseguridad, de todo lo demás se ocupa) Son encuestas armadas para hacernos dar algún paso en falso”, se defendió uno de los pocos dirigentes que suele hablar en nombre del gobernador. (¿el hermano, que está en otro partido?)

La otra señal de alarma son las buenas respuestas que está recogiendo el jefe de gobierno, Mauricio Macri frente a sus acciones de gobierno (juaazzz, contáte otro) y su “armado electoral”. (un orfebre electoral, Mauricio) Entre los porteños y el primer cordón del conurbano, la puesta en marcha de la línea A de subtes y el futuro lanzamiento del Metrobús en la 9 de julio son iniciativas que se ven con simpatía. (sí, sobre todo la parte en que podan árboles y los trenes no andan, en el primer cordón piensan: “que suerte que ese boludo no gobierna acá”) Y en cada uno de los distritos que suman muchos votos para ganar una elección, la búsqueda de figuras ajenas a la política tradicional genera entusiasmo en una gruesa franja de la población. (¿y en base a qué hacés tamaña afirmación, tenés alguna encuesta o es una publinota ésta?) El humorista Miguel del Sel ya estaría primero en la provincia de Santa Fe. (probable, pero eso lo hace diputado a él, no presidente a Macri) El exárbitro de fútbol Héctor “La coneja” Baldassi arrancó bien en las primeras mediciones que se hicieron en Córdoba (¿qué es “arrancó bien”, un sistema de encendido?) y Alfredo de Angeli estaría superando el 15 por ciento de intención de voto en Entre Rios, (votos que pierde la UCR, no el FPV) cuando todavía no empezó la campaña para presentarse como candidato a diputado en las próximas elecciones legislativas. (cuando empiece y se den cuenta que es él y no el director de una orquesta de tango, baja al 2 %)

¿Está creciendo, en la Argentina, una fuerte ola anti-K, parecida a la que, en junio de 2009, provocó la derrota de Néstor Kirchner, el propio Scioli y Sergio Massa, (¿otra vez implosiona el kirchnerismo, cuántas van?) a quien el expresidente hizo jugar de prepo, detrás de la idea de una candidatura “testimonial”? (pobre, viene en picada: antes era Kirchner el que lo hacía quemar como un bonzo, ahora De Narváez, Macri o vos) Todavía ese fuerte cambio de humor no parece tan claro. (abriendo el paraguas, por las dudas) Y por eso el gobernador de la provincia no se termina de decidir a dar el salto. (pasa que no le cree a las encuestas, viste, no es como vos) “Puede haber miles de argentinos enojados con Cristina por su silencio frente a la tragedia de Once, las sospechas sobre el vicepresidente (Amado Boudou) o el memorándum de entendimiento con Irán pero, a la hora de votar, los que deciden la elección son quienes reciben la asignación por hijo, los planes sociales y las ayudas extraoficiales que van a revolear una semana antes de la votación”, me explicó un dirigente sciolista que conoce el entramado preelectoral. (y que tiene dos dedos de frente: cualquiera sabe que -a la hora de votar- si Cristina habla o no, los curros de Boudou o el acuerdo con Irán le chupan un huevo al 99,99 % de la gente) El está azorado. (¿por qué, porque se le cayó una idea, no lo esperaba?) Todos los días recibe información del dinero público que los intendentes le están “arrancando” al ministro de Planificación Julio De Vido a cambio de jugar fuerte a favor de Cristina Fernández en las próximas legislativas. (¿no, no es por amor a la causa?, que desilusión) “Son cientos de millones de pesos. La canilla ya se abrió y no va a parar de dar agua hasta el mismo día de la elección”, confirmó. (ah, tus fuentes privilegiadas, que leen los diarios de todos los días, donde dicen eso mismo diez veces por edición) Del otro lado, Cristina Fernández ya les dio instrucciones a Carlos Kunkel, Aníbal Fernández y Gabriel Mariotto, entre otros, para correr a Scioli de su lugar de aparente imparcialidad y exigirle que juegue dentro del Frente para la Victoria en el lugar que le asigne la presidenta. (¿embajador en el Vaticano, ordenanza en la Rosada?) ¿Sería capaz la jefa de Estado de pedirle que renuncie a la gobernación y se presente como primer candidato a diputado nacional? “Sería capaz, pero Daniel rechazaría la invitación”, (en ese caso así planteado, medio que no sería una invitación) me dijo alguien que se jacta de conocerlo bien. Macri, por ejemplo, no está tan seguro de que el gobernador, al final, no haga casi todo o todo lo que le pide Cristina. (atenti: ya apareció Macri, que es el objetivo final de toda esta paparruchada) El siempre recuerda que, antes de lanzar a fórmula, un hombre muy cercano a Scioli le mandó a decir que Daniel no aceptaría nunca a Mariotto como vicegobernador. Que ese era el límite de su lealtad con el gobierno nacional. (¿y por qué le diría eso a Macri, que catzo le importaba como armaba Scioli su fórmula?) “Cuando vimos la foto de los dos en las oficinas del Banco Provincia no lo podíamos creer”, me recordó una fuente muy cercana al jefe de gobierno de la Ciudad. (tu mujer, otra naba que cree cualquier cosa, no olvidemos que se casó con vos) Otro ejemplo preocupante es cómo la jefa de Estado, sin siquiera empezar a negociar, ya ganó la posibilidad de manejar la nómina de candidatos a diputados nacionales (del kirchnerismo, que ella conduce, ¿por qué negociaría y con quién, con Macri?) y quedarse con una parte de los lugares de la lista de legisladores provinciales. (ah, entonces el ejemplo preocupante es Scioli: ejemplo de pelotudo)

Pero otro de los pocos hombres que habla por boca de Scioli me dijo que ahora (¿ahora, ahora, el tipo te tiene que informar al instante?) mismo la situación es distinta. Que el gobernador pareció tomar conciencia de que no tiene demasiado espacio para jugar. (¿no, en serio?, jodéme, si sonaba para Papa justo cuando lo eligieron a Bergoglio) Que si a su jefe, Cristina lo coloca en la obligación de tener que pedir ayuda a la Nación con el objeto de pagar el aumento a los docentes y la presidenta le dice que no, o le pide a cambio algo que Daniel no puede cumplir, (que gobierne, por ejemplo) él hará todos los gestos necesarios para romper sin romper. (¿y como sería un gesto de esos, un gestito de idea como los de Balá?) Para que quede claro que no fue Scioli quien se quiso ir, sino que fue Ella la que lo terminó echando. (ah, igual que en un divorcio, para que no te acusen de abandono del hogar) ¿Y cómo lo hará?, le pregunté. Pedirá dinero al mercado por afuera del aval del gobierno nacional. (¿en una mesa de dinero, a la salida de las parroquias, aprovechando la euforia con el Papa argentino?) Les dirá a los argentinos que la provincia está en riesgo (y los argentinos saldrán a la calle a apoyarlo, ¿a los argentinos, armará una cadena nacional?) y que se vio obligado a tomar semejante decisión (la misma que viene queriendo tomar hace meses, y no toma... porque no lo autoriza el Estado nacional) para evitar que también se incendie el resto del país. (¿y por qué se incendiaría San Luis, por ejemplo, que no tiene déficit?) Elegirá cada palabra con mucho cuidado. (pero anotá éstas que no pueden faltar: fe, optimismo, trabajo, gestión, gente) Aparecerá como la contracara de quienes pretenden ir por todo. (claro, será el que se va...por nada) Y convocará a la oposición para plantear un proyecto de país sin divisiones, amigos y enemigos (esa parte ya se la afanó Bergoglio) o políticas que espantan la inversión privada. (uff, sí, porque con el antecedente de haber quebrado la provincia más grande te convertís en un imán para las inversiones privadas)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá.