El Día del Trabajador es siempre una fecha muy especial para nosotros, los peronistas; porque los trabajadores son parte esencial del proyecto político que Perón pusiera en marcha en el 45', y han sido los trabajadores los que -con su tozudez en abrazar mayoritariamente al peronismo como identidad política- mantuvieron vigente su legado por casi 70 años; resistiendo las persecuciones, las proscripciones, la traición, el vaciamiento ideológico y el abandono de sus banderas históricas.
Este Día del Trabajador en particular, se celebra poco antes de que se cumplan 10 años desde que gobierna la Argentina un proyecto político que volvió a colocar al trabajo y a los trabajadores, en el centro de la preocupación de la política y del Estado; en línea con las mejores tradiciones del peronismo.
Un proceso caracterizado por la reconquista de derechos conculcados para los trabajadores durante la noche del neoliberalismo (perpetrada curiosamente en nombre del mismo peronismo que alumbró esos derechos en su primer gobierno) en forma firme y consistente, como se detalló acá; y por la ampliación y conquista de nuevos derechos para colectivos de trabajadores excluidos hasta acá de su goce pleno, como los trabajadores rurales o quienes trabajan en casas de familia.
Y por la reactivación de herramientas institucionales para garantizar a los trabajadores una recuperación de sus salarios, como el Consejo Nacional del Salario y las paritarias; con un sentido estratégico de alentar y promover el consumo como elemento dinamizador de la economía, y principal motor y sustento del sostenido crecimiento económico de la última década, que se tradujo a su vez en la generación de millones de nuevos puestos de trabajo.
Un proyecto político que colocó al trabajo como principal vertebrador de la cohesión e integración social, y de la verdadera inclusión, porque el trabajo genuino es la mejor de las políticas sociales; y un proyecto que demostró que recuperando empleo y tejido productivo, se recupera tejido social, y a la inversa, cuando crece el desempleo se pierden muchas más cosas que puestos de trabajo.
Un proceso -el de la última década- no exento de contradicciones y retrocesos, marchas y contramarchas (como las reformas al régimen de ART); y que convive con realidades lacerantes como la fragmentación y desigualdad salarial del mercado del trabajo (donde algunos reclaman por el impuesto a las Ganancias, y otros subsisten con magros ingresos), el aun altísimo nivel de empleo informal (pese a la reducción experimentada, existe un núcleo duro difícil de perforar y que demanda políticas públicas más consistentes) y las diferentes formas de precarización laboral que subsisten, y fueron el contexto de la trágica muerte de Mariano Ferreyra, del mismo modo que facilitar a los jóvenes el acceso al primer empleo, o luchar por un trabajo de mejor calidad allí donde no existe.
Un tiempo que también registra como dato que no puede obviarse, la creciente complejidad y fragmentación de un universo sindical atravesado por disputas y posicionamientos políticos, pero también por la subsistencia de modelos organizativos que deben como mínimo discutirse; mientras los otros alternativos que se gestaron en la resistencia a las políticas neoliberales de los 90', también terminaron naufragando en la hoguera de las vanidades de algunos dirigentes y las disputas por los alineamientos políticos, más que por las discusiones sobre el mejor modo de defender los intereses de los trabajadores.
Estructuras sindicales que en todo caso siguen reclamando de modo urgente una profunda y auténtica democratización, que haga surgir una dirigencia auténticamente representativa del sentir y las preocupaciones del laburante común; y que asuma en serio como imperativo propio, la representación de los excluidos, los precarizados y los trabajadores informales; en lugar de vehiculizar centralmente demandas sofisticadas del vértice de la pirámide de la fuerza laboral del país.
La realidad actual del mundo del trabajo y de los trabajadores en la Argentina no escapa a un contexto mundial complejo y dificultoso, donde una crisis que ya parece endémica, originada por la aplicación a rajatabla de un modelo de organización económica y social que persigue y excluye al trabajo, va dejando su secuela de millones de desempleados, y de trabajadores que ven amenazados derechos esenciales.
Contexto frente al cual el proyecto político que gobierna la Argentina desde el 2003 viene desplegando políticas públicas concretas y constantes para evitar que la crisis se pague -como fue tradición en la Argentina por décadas- con la destrucción de fuentes y puestos de trabajo; porque bien sabemos los argentinos lo que cuesta recuperarlos.
Y sin pretender que el peronismo (conducido desde el 2003 por Néstor y Cristina) monopolice la representación política de los trabajadores argentinos, podemos afirmar sin faltar a la verdad que los trabajadores fueron parte fundamental de las amplias mayorías electorales que el kirchnerismo logró construir en 2007 y 2011, lo que demuestra que la mayoría de los trabajadores argentinos siguen creyendo que éste proyecto político es el que mejor garantiza sus derechos e intereses.
Lo que supone para el proyecto que inició Néstor y hoy conduce Cristina una enorme responsabilidad, la de ser fiel a la historia, a sus propias convicciones y a parte sustancial de su propia base electoral; profundizando el rumbo con políticas que garanticen que los trabajadores argentinos estén cada día, en todo sentido (salarios, condiciones de trabajo, transporte, salud, vivienda), un poco mejor.
Desde la Corriente Kirchnerista de Santa Fe les desemos un muy feliz día a todos los trabajadores.
feliz día Kumpas!!!!
ResponderEliminarNunca menos y abrazos
El texto es un recorte de:
ResponderEliminarDía del trabajador: ¿Un día de fiesta o de lucha?
leido en:
http://www.infonews.com/2013/04/30/sociedad-73216-dia-del-trabajador-un-dia-de-fiesta-o-de-lucha-1-de-mayo---dia-del-trabajador.php
El 1º de mayo: se recuerda a las revueltas obreras de Chicago,
donde trabajadores fueron perseguidos y muertos por pedir una
jornada laboral más reducida.
Desde hace un buen tiempo, esa es la tradición en cada Día
Internacional del Trabajador: se celebra entre amigos, en la
intimidad de alguna casa, alrededor de una comida criolla y
donde las charlas alusivas a la fecha son inevitables.
*********************************
Pero la reducción al ámbito privado de los festejos
es más bien típica de los últimos años.
*********************************
En nuestro país, fue el presidente Marcelo T. de Alvear –en 1925-
quien resolvió declarar día de fiesta y feriado en toda la República
al 1 de mayo. Más tarde el presidente Hipólito Yrigoyen, antes del
golpe militar, continuó sosteniendo la jornada de festejos.
Pero si se tiene en cuenta que el 1 de mayo fue declarado Día
internacional del Trabajador en recuerdo a la represión y muerte
de los obreros que en Chicago. La idea de la fiesta parece un poco
fuera de lugar.
Para los anarquistas siempre fue un día de lucha y reivindicación.
En cambio, para los socialistas esa jornada estuvo más vinculada a
la idea de conmemoración, casi de festejo
En nuestro país, y a partir del peronismo, el Día del trabajador se
convirtió en una jornada de celebración, organizada desde el Estado.
Participaba la CGT, representantes políticos y hasta artistas
Un dato de color sobre cómo se celebraba el primero de mayo en tiempos
de Perón, es la elección de la Reina del Trabajo, merecedora de ese
título por su belleza criolla.
Al mismo tiempo asalariados anarquistas, socialistas y comunistas se
manifestaban por las calles de la ciudad de Buenos Aires. El objetivo
era colocar en la escena nacional e internacional la fuerza de los
trabajadores organizados y sus demandas, además de recordar a los
centenares de trabajadores reprimidos, muertos, heridos y detenidos
en las movilizaciones reivindicativas.
Hoy el movimiento sindical se encuentra fragmentado.
“Recibí 4 invitaciones de diferentes agrupaciones de izquierda para
el miércoles”, comentaba un militante de ese sector, que ante semejante
oferta prefirió reunirse con amigos.
Más allá de las nuevas maneras de festejar su día, y de que aunque de
manera fragmentadas aún existen movilizaciones obreras por el Día del
Trabajador.
Saludos, feliz día del trabajador