jueves, 20 de junio de 2013

HACÉTE AMIGO DEL JUEZ


Por Elabas Ave

En Santa Fe, si uno quiere ir desde la Casa Gris a la Legislatura, puede ir por calle General López. En dicha arteria he trabajado durante los últimos veintisiete años y he visto los surcos dejados por quienes aspiraban a ser jueces, camaristas o ministros de la Corte, yendo y viniendo de un lado a otro. 

Porque, como dice Cristina, los magistrados no salen de un repollo. Hay influencias políticas, que llevan a una persona u otra a ser juez o no, aunque simplemente sea la novia de. Ser juez o más, es un privilegio en muchos sentidos. Ni hablemos de los sueldos que perciben SIN PAGAR IMPUESTO A LAS GANANCIAS (porque parece ser que, para ellos, su salario no es ganancia), como lo hace cualquier hijo de vecino con ingresos mucho más bajos. 

Pero, además de ello, decidir sobre las personas y sus bienes, el interés público y el privado en conflicto, lleva a una situación de poder tal que, incluso, muchos tendrían que retirarse y no lo hacen porque les encanta estamparte la firma en la frente. Algunos casos son famosos, como el socialista Fayt, pero son varios con posibilidad de jubilarse y no lo hacen, porque les encanta que les digan Usía, Señoría, nombrar y desnombrar, que los hablen pidiendo “favores”, etc., etc. 

Y en orden nacional nombran sus empleados y demás secretarios que, por supuesto, son los hijos de, hermanos de, conformando “la gran familia”.  Y así, una vez que ingresan al establishment judicial, pasan a pertenecer a esa macrocélula de poder. Y se convierten en corporación. Corporación que ejerce presión permanente sobre los otros poderes, pero en forma discreta, callada, sin que se enteren. Y lo que se ha tratado es de transparentar lo oscuro y no se ha podido, porque ellos son, precisamente, los que resuelven sobre el destino de todos, incluso de ellos mismos. 

En el orden nacional existe un Consejo de la Magistratura de naturaleza constitucional. Los jueces nombrados y expulsados lo son según las influencias. En Santa Fe también. Es un bluff el tema de concursos, tanto en los antecedentes como en las oposiciones. El dedo funcionó y funciona y lo único creado son infraestructuras que generan presupuestos y tratan de dividir el negocio de la influencia. En fin, se ha intentado poner algo de cristalinidad y se pusieron la coraza. 

Si todo fuera como debe ser, no existirían nombramientos como los que muchos conocemos. Personas que ahora son magistrados y no podrían pasar ni un leve testimonio psicológico. Pero claro, haber pertenecido, por ejemplo, a Franja Morada, la hacen tener ciencia infusa. Otros podrían, quizá y sólo quizá, pasar un test psicológico, pero el jurídico ni a palos. 

En fin, la hipocresía no tiene límites y se vende por TV. Mientras tanto, la gente de a pié poco le importa esta discusión, que es más para la burguesía y sus patrones, porque en temas patrimoniales ya sabemos que hasta los cacerolazos no paramos.

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