miércoles, 14 de agosto de 2013

TITULARES Y SUPLENTES


Por Raúl Degrossi

Habló Cristina, y como siempre que habla no pasa inadvertida.

Que todos estén comentando lo que dijo, a favor y en contra, reafirma su centralidad política: sigue siendo el ordenador de la política argentina, aun con una elección desfavorable a cuestas.

Y como siempre que habla, lo que dice se presta a múltiples lecturas; como que está dirigido también a múltiples auditorios.

Para los propios el mensaje estuvo dirigido a galvanizar el ánimo, a reafirmar el rumbo y a transmitir que sigue firme; sin aflojar en circunstancias complejas.

Rodeada de los gobernadores, como dejando a las claras que serán parte importante de la transición al 2015, ante el impedimento de un nuevo mandato: como se dijo acá, ni mas ni menos que un estricto reconocimiento de una nueva realidad política.

Sabido es que cada intervención de Cristina será reinterpretada por los medios; razón por lo cual ya habría que ir dejando de pensar en lo que dirán las tapas de los diarios al día siguiente, o en lo que no dijeron el día anterior.

De este error de concepto (o en todo caso desfasaje temporal, porque si en algún momento sirvió, ya no) resulta que lo anecdótico (como el resultado de las elecciones en la Antártida y la comunidad La Primavera en Formosa) termina oscureciendo lo verdaderamente importante del discurso.

O que terminemos haciendo de Félix Díaz una especie de De Angeli aborígen, al que le darán de ahora en adelante pantalla dividida cada vez que hable Cristina.

Decíamos antes que en buena medida el discurso estuvo dirigido a los propios, pero el problema es que a Cristina no sólo la escuchamos los propios, y además el domingo quedó demostrado que somos unos cuantos menos, para que negarlo.

De modo que hay que pensar que le decimos a los que nos votaron, pero sobre todo a los que no; entre los cuáles hay muchos (un montón) que nos votaron hace dos años, y ahora no. 

Que quieren escuchar hablar de los problemas cotidianos que padecen, y que están entre las cuestiones pendientes que nosotros les tenemos que solucionar; ni más ni menos que porque somos los que gobernamos, y porque además, somos la única fuerza política en condiciones reales de hacerlo; cosa que los resultados de las elecciones del domingo también ratificaron, aunque algunos deliren con que están "construyendo una alternativa". 

El tipo que viaja todos los días como el orto en trenes atestados, a laburar en un empleo en negro y por un sueldo que a lo mejor no le alcanza (la base electoral fundamental de este gobierno, que en alguna medida le dio la espalda, sobre todo en algunos distritos), espera una idea de futuro; ver como sigue la cosa porque tiene claro que no quiere volver atrás; aunque a lo mejor no tenga tan claro lo cerca que podemos estar de eso, en términos políticos. 

Porque es cierto que esta campaña electoral empezó bajo el supuesto (que incluso nosotros mismos compramos) de que el kirchnerismo había logrado un triunfo cultural porque sus adversarios tenían que resignarse a reconocer que había logros de ésta década sobre los que no se puede retroceder; para terminar en escenas de menemismo explícito, como las que protagonizó Massa con los empresarios.    

Pero también es cierto que el común de la gente no lo percibe de ese modo (de allí que sea importante que Cristina haya recalcado que nada es gratis, ni eterno), y por ende la metáfora de los titulares y suplentes es de una contundencia conceptual notable (además de responder a una realidad objetiva); pero entre los sectores más politizados y que se mueven a partir de posicionamientos ideológicos explícitos, que no son los más, ni el promedio.

Para el común de la gente, esa idea necesita de una bajada que la traduzca en cosas concretas, que permita explicarle como la jode en su vida cotidiana que a la agenda política no la defina la política; con ejemplos a su alcance.

Incluso esa misma idea (que es conceptual y estratégica), la de invisibilizar a la oposición política, en tanto acepta jugar un rol subalterna de las presiones corporativas, en algún caso puede ser contraproducente en términos tácticos inmediatos, porque con los que el gobierno confronta en las urnas (con apenas diez semanas para mejorar su perfomance) es con los candidatos opositores.

Y tampoco es cuestión de agrandar a alguno -como Massa- dedicándole buena parte del discurso; para dejarlo que se coloque en el lugar de víctima, cuando no lo es; o convirtiéndolo en el receptor del "voto útil", porque es el que más hace enojar a la presidenta. 

De todo lo que dijo Cristina hoy me quedo con una parte en la que el discurso da respuesta a cierto clima enrarecido (no diré destituyente, para no herir susceptibilidades) que se va gestando cuando se habla de "transición"; confundiendo el final de un ciclo político (o presunto final, multianunciado y hasta acá, nunca cumplido), con los términos constitucionales del mandato presidencial: un exabrupto que -por ejemplo- cometió Macri cuando se conocieron los primeros resultados de las elecciones.

Y es cuando dejó perfectamente en claro que no cuenten con ella para hacer el trabajo sucio que algunos reclaman para "ordenar" la economía de acá al 2015: metas de inflación, cepo salarial, ajuste, endeudamiento, tarifazos.

Porque ahí además de un claro límite político (incluso al interior del propio oficialismo) hay una puerta abierta para forzar el debate en serio (como bien pidió la propia Cristina), para que algunos se saquen la careta y digan lo que verdaderamente harían si fueran gobierno.  

15 comentarios:

  1. De Grossi boton, traficante de influencias, delator y topo.
    Out verygrosso coming soon

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  2. Capo, mucho voluntarismo el tuyo, pero ella dice "si hay errores, los corregiremos" rodeada de Filmus y de Insfrán...

    ¿Cuántas derrotas lleva Filmus ya? Desde que era grossista que no gana una elección ese tipo...
    (Es una chicana: creo que no fue candidato, sólo funcionario de Grosso). Very grosso.

    Hay tanto por dónde empezar a corregir. Por ejemplo, ¿te acordás del soterramiento del Sarmiento? ¿Te acordás cuántas veces lo inauguró?

    Lo de la ANtártida, no es un desfasaje temporal, es una ridicules propia de De La Rüa.

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  3. Capo, mucho voluntarismo el tuyo, pero ella dice "si hay errores, los corregiremos" rodeada de Filmus y de Insfrán...

    ¿Cuántas derrotas lleva Filmus ya? Desde que era grossista que no gana una elección ese tipo...
    (Es una chicana: creo que no fue candidato, sólo funcionario de Grosso). Very grosso.

    Hay tanto por dónde empezar a corregir. Por ejemplo, ¿te acordás del soterramiento del Sarmiento? ¿Te acordás cuántas veces lo inauguró?

    Lo de la ANtártida, no es un desfasaje temporal, es una ridicules propia de De La Rüa.

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  4. Anónimo de las 21:32:
    A los batidores vendegente y lamedores como vos,solo les interesan los trabajos de inteligencia y extorsión.
    Yo te conozco. Si acà en Sta. Fe te limpiò Escajadillo y Cia., hablà con Macri.
    Y entrá al blog de la Pando.

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  5. Curioso el comentario de las 21.32 de un tipo que amenaza y firma como anónimo, un guapo bárbaro.

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  6. El amenazador que precede no será el Coni Cherep?. Porque este sí que tiene la posta de todo, i hasta sabe que Binner usa todavía calzoncillos con botoncitos y pretina (cosa antigua si las hay).
    Y hablan de Filmus y de Insfrán, y no hablan de Afanancio Barletta, ni del Milico Aguad, ni de Canaleta Sanz, ni de las "tortas" socialistas (que son unas cuantas y muy corruptas), ni de Galaxy, ni de Lamberto, ni de Tognolli, ni de Romano (el que sacaba pibes a afanar y luego se hacía empomar), bah... que sigan adelante que después del 27 la Gorda Elisa los hace bailar el ritmo que más le gusta loco y desenfrenado.

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  7. Al horno: aprendé a leer, lo del desfasaje temporal está referido a estar pendientes todo el día de lo que dicen los medios, no a lo de la Antártida.

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  8. Mmm, me parece que el amenazador no es el Coni. Por el olor a culo que dejó tras su paso más bien pareciera el gordo Villarreal

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  9. Lo de titulares y suplentes no fue nada notable. Fue, por un lado, una reivindicación del Estado corporativo, sistema perverso por el cual en una mesa se sientan un representante de la industria y otro del trabajo como representaran a la misma cantidad de gente cada uno, cuando la proporción es de uno a mil. Por eso preferimos el sistema representativo, es decir, la política. Por otro lado, fue un típico recurso de barrabrava ("no existís") hacia quienes fueron sus vencedores del domingo. Y la mención a Brito también fue menemismo explícito.

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  10. Anónimo de las 16:23:
    El corporativismo real gobernó acá durante décadas, cuando los sectores concentrados de la economía (que en Argentina no pasan de 100 personas)deciden sobre la vida, ingresos y futuro de 40 millones de habitantes.
    El Estado corporativo es algo bien diferente al Estado actual,su antítesis te diría, donde justamente a través de políticas sociales y económicas orientadas y apoyadas por las grandes mayorías (54% última elección presidencial), se neutralizaron los grandes intereses de las corporaciones, se las visibilizó, y se dejaron de tomar las decisiones basadas exclusivamente en la rentabilidad y los intereses de los grandes grupos. Basta ver los sectores que fogonean a los anti K para explicarse los intereses que se afectaron.
    La incapacidad paupérrima de esta oposición impresentable, impotente y empleada de los grupos económicos, no es responsabilidad del Gobierno.Ellos eligieron ser cadetes de Magnetto o de Cargill, hasta llegar a una degradación difícil de justificar.Son cadetes, y en todo caso, los únicos responsables de no haber tenido la capacidad de generar un polo opositor con contenido y propuestas políticas.
    La oposición es la expresión más clara y burda del corporativismo.Pero por suerte no son gobierno, como lo fueron hasta el 2001, cuando los mismos de hoy se fueron en helicóptero.
    El Colo.

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  11. Así que Estado corporativo ?
    Ay, anónimo de las 16,53 hs, dos sugerencias:
    1-Agarrá los libros.
    2-Suspendé la absorción de los discursos esotéricos y mágicos de la Carrió y su banda de fantasmas ignorantes.

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  12. ¿Toda esa hermosa prosa para que el 27 de octubre la "maldita sociedad" los vuelva a hundir un poco mas?. ¡¡Que ingrata es la gente!!. Le pasó primero a Carlos Saùl y despuès a Fernando..ahora lo mas probable es que le pase a Cristina...

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  13. cuanto que duele el Binnerazo !!!!!!.... jajajajajaja.

    Ladrones de 24 pasados años, signa participando!.

    Santa Fe eligio no volver al pasado de corrupcion.

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