domingo, 22 de septiembre de 2013

HAY QUE OIR A LOS MERCADOS, PERO RESULTA QUE AL FINAL SON UNOS CROTOS


La imagen de apertura corresponde a esta nota del Cronista del viernes; que nos cuenta como en el Merval y los operadores de la city porteña siguen resistiendo la nueva regulación de los mercados de capitales.

Y le piden a la Comisión Nacional de Valores que suspenda la aplicación de las nuevas reglamentaciones; o sea que se cague en una ley sancionada por el Congreso, y reglamentada por el Poder Ejecutivo: ¿será ésta la famosa calidad institucional?

Años escuchando cosas como "hay que ver como reaccionan los mercados", "la opinión de los mercados", "los mercados hablaron", "hay inquietud en los mercados", y ahora no enteramos que eran apenas un quiosquito de barrio, que ni para mercados les daba.

Y se nos ocurrió regularlos con reglas como las que rigen en los países que ellos dicen que son serios y modelos a tener en cuenta, cuando en realidad en términos de mercados de capitales estamos como Zimbabwe o Bangladesh (ojo: lo dice la nota, no nosotros).

¿Sabrán eso los que invierten en la bolsa y piden "reglas de juego claras para que no nos convirtamos en Cuba o Venezuela", se lo aclararán en los prospectos de inversión o cuando quieren hacerlos entrar en un negocio?

Vemos que los operadores y los que hasta hoy manejan el Merval vuelven a la carga con el famoso artículo 20 de la ley que regula los mercados de capitales (que permite a la CNV intervenir en las empresas o declarar nulos los actos de sus órganos de administración, a pedido de accionistas minoritarios cuyos derechos sean vulnerados); pero para el caso que no tengan suerte, ya están pensando en ir a los tribunales de la mano del estudio Cassagne: deben haber abrevado la idea de los amigos de IDEA; como veíamos acá. 

De paso y hablando del famoso artículo 20, recordemos acá quienes votaron en contra la ley o se ausentaron o abstuvieron por estar en contra de ese artículo en particular.

Pero prestemos atención a esta parte del artículo: "Otro de los temas candentes que presentarán al regulador es la publicación de precios en tiempo real, la eliminación de los plazos de negociación (de contado y de 24 horas, por ejemplo) y la gran carga administrativa que impone la nueva ley en un mercado que no está muy desarrollado: “Para alguien que alquila una oficinita en el edificio de la Bolsa por u$s 500 mensuales es una barbaridad: te implica $ 20.000 más de costos fijos, es más caro el back office que el front office, ya que te obligan a tener una estructura mínima de siete personas. Debés incluir un oficial de cumplimiento ante la CNV en exclusiva, y la persona que opera no puede atender a los clientes, y el que atiende clientes no puede operar. Todas figuras separadas quieren”, dice un agente. 

“Algo van a tener que cambiar, porque así como está la mitad de las sociedades de bolsa son inviables: han puesto unos costos regulatorios altísimos en términos de procesos, controles y personal.".

O sea que los tipos que quieren que vos le confiés tu dinero para invertir (como el amigazo Rossini de Bolsafe Valores, sin ir más lejos) no quieren publicar en tiempo real los precios de las cotizaciones (un aporte a la transparencia, sin dudas), ni pueden bancar una mínima estructura administrativa.

Y las exigencias les parecen abusivas, después de todo, si lo único que hacen es trabajar guita ajena; ¿y quién puede decir que últimamente los inversionistas hayan sido estafados, o que la desregulación de los mercados haya traído algún problema mundial en estos años?

¿Qué son, quinieleros, que con una birome y un papelito que se tragan si aparece la cana, se arreglan?  

1 comentario:

  1. ·¿Qué son, quinieleros, que con una birome y un papelito que se tragan si aparece la cana, se arreglan?"

    Peor, son cueveros que buscan existir en la clandestinidad, porque la mayor parte del negocio es la matufia, para girar al exterior en las tinieblas. Mas claro que lo que ELLOS MISMOS dicen, imposible.

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