martes, 22 de octubre de 2013

POR FIN LA NACIÓN DA UNA BUENA NOTICIA


Alguna vez tenía que ser, y nada menos que viniendo del amigo Oviedo; en su nota de hoy en la tribuna de doctrina.

Nota que está basada en un informe del IARAF, y de la que destacamos cosas como éstas:

* "El trabajo señala que "el tamaño del Estado consolidado (medido como el total del gasto primario nacional, provincial y municipal en relación al producto bruto interno -PBI-) ha crecido de manera importante a lo largo de los últimos 12 años".

Afirma que pasó de representar "el 26,5% de la economía en el período 2000-2006, a 42,5% en 2012", y sin que se consideren en esa cuenta "los intereses de deuda", aclara. También destaca que lo que más creció fue el poder del Estado nacional, al acrecentar una estructura de raigambre eminentemente centralista. "En este aumento, la Nación tuvo decisión política sobre el 75% del incremento; las provincias, sobre 19%, y los municipios, sobre 6%", afirma."
Tras los años del menemato, con su festival de privatizaciones, desguace y remate del patrimonio del Estado nacional, y transferencia de servicios sociales (como escuelas y hospitales) a las provincias; es una muy buena noticia que el Estado haya vuelto a crecer, y en mayor medida el Estado nacional; reasumiendo roles que nunca debió haber resignado. Y que ese crecimiento (como lo dice el mismo informe) sea constatable sin considerar los intereses de la deuda, que además disminuyeron su peso relativo sobre las cuentas públicas; a partir de la reestructuración por los canjes del 2005 y el 2010. 
* " El principal factor de crecimiento del Estado fue el de las transferencias corrientes al sector privado, que incluyen los subsidios económicos y que explican un 25% del aumento. Le siguen el gasto en seguridad social y el gasto en personal, con una participación del 23 y del 19%, respectivamente, en ese crecimiento.
Los tres rubros explican un 67% del crecimiento en la importancia relativa del gasto público dentro de la economía en los últimos 12 años. De esto se deriva que las erogaciones de carácter corriente son fundamentalmente las que impulsaron el tamaño del Estado. La inversión real directa participó sólo con un 13%.".
Nos parece saludable que la mayor inversión del Estado en seguridad social explique casi la cuarta parte del crecimiento del Estado en estos últimos años: allí están los 2,5 millones de nuevos jubilados, los aumentos de más del 1500 % en las jubilaciones mínimas, y los dos aumentos semestrales por ley que se vienen dando desde el 2008, por encima de cualquier índice inflacionario. Lògicamente esto con las AFJP no pasaba.
Y dentro de las transferencias corrientes al sector privado, están la Asignación Universal por Hijo, y los cuestionados subsidios a las tarifas de los servicios públicos (en los que por supuesto puede y debe avanzarse en la "sintonía fina", para que los reciban los que verdaderamente los necesitan); que no son sino salario indirecto en el bolsillo de los que viven de ingresos fijos.
Lástima que el informe no nos diga cuanto representaba la inversión real directa del Estado (medida sobre el PBI y sobre el total del gasto público) antes, o que diga alegremente que no se invirtió en educación cuando se construyeron casi 1600 escuelas en todo el país. 
De cualquier modo, si la inversión real directa representa el 13 % del crecimiento del Estado en todos estos años, está bastante por encima de su participación histórica en el total del gasto público, o sea que creció proporcionalmente más (bastante más) que el gasto corriente, medida desde el 2000; cosa que cualquiera puede comprobar, recorriendo un poco el país.
* "La contracara del mayor tamaño del Estado ha sido el crecimiento de la carga tributaria efectiva. De hecho, la carga tributaria consolidada, medida como la recaudación de los tres niveles de gobierno en porcentaje del PBI (e incluyendo la seguridad social nacional y provincial), creció más de 60% en el período.
Sostiene, asimismo, que buena parte de este crecimiento deriva de la mayor presión tributaria: creció del 23,8% del PBI al 38,6%."
Es una excelente noticia que el crecimiento del Estado y la asunción de nuevos roles por su parte (o la reasunción de otros que había abandonado) se haya financiado con recursos genuinos, sin recurrir al endeudamiento; y que el Estado quebrado del 2001 haya dado paso a uno que es solvente, y se sostiene con sus propios recursos.
El aumento de la presión tributaria de un 15 % en doce años es un proceso consistente con las nuevas funciones que el Estado asume, y con lo que hace el Estado en cualquiera de los países que nos recomiendan como modelo a seguir, diciendo que son "serios". El ejemplo contrario podría ser EEUU, y no hace falta explicar demasiado los problemas que tiene al respecto.
* "Al analizar los recursos que explican el incremento de la carga tributaria durante los últimos 12 años (sin considerar la seguridad social), se aprecia que el aumento más alto se origina en la recaudación de derechos de exportación, que equivale a un 24% de la mayor recaudación en porcentaje del PBI. Con una participación del 21%, le sigue Ganancias. 
El 40% de la mayor carga tributaria lo explican dos nuevos impuestos: las retenciones (conocidas técnicamente como derechos de exportación) y el impuesto al cheque. Vale resaltar que Ingresos Brutos (un impuesto provincial) y la tasa de seguridad e higiene municipal han aumentado su importancia más que el IVA y casi lo mismo que Ganancias.
El esquema tributario se volvió más distorsivo en el sentido de la asignación de recursos. La recaudación del conjunto de tributos más distorsivos representó en 2012 un 34% de la recaudación impositiva total, frente al 15% que significaba doce años antes."
Es todavía una mejor noticia que la mayor presión tributaria (que financia con recursos genuinos el aumento del gasto público) se sustente en impuestos claramente progresivos (porque captan rentas de los que más tienen) como las demonizadas retenciones, o el Impuesto a las Ganancias; y que el otro rubo que más ha crecido (aunque el informe se abstiene de dar cifras) sean las contribuciones a la seguridad social.
Porque eso indica que el sistema previsional tiene también una fuente de financiación genuina, que surge del mayor empleo en blanco, y de los mejores salarios que perciben los trabajadores formalizados.
Y que esos impuestos (Ganancias, retenciones) que el IARAF considera "distorsivos" hayan más que duplicado su participación en la estructura de ingresos del Estado en todos estos años, es otra excelente noticia: significa que -sin haber encarado una reforma tributaria integral- el sistema impositivo nacional es hoy más justo que hace 12 años.
Por supuesto que podemos (y debemos)seguir discutiendo como hacerlo más justo, y como mejorar la eficiencia y la calidad del gasto público; pero por ahora disfrutemos que la tribuna de doctrina haya -por fin- decidido dar una buena noticia. 

2 comentarios:

  1. Como muchas veces que hacemos referencias económicas Kumpa, en su blog hemos tenido que hacer explícito que a lo que recibe la/s provincia/s por coparticipación debería adicionarse lo que reciben sus habitantes por vía de jubilaciones y planes de todo tipo que instrumenta el Gobierno Nacional, tales como la AUH o el ProCreAr o de viviendas populares, pero ademas hoy me vengo a enterar, no soy especialista en presupuestos, que los impuestos coparticipables se reparten 54% para las provincias y 46% para la Nación, pero cuando se habla de fondos para las provincias en el Presupuesto Nacional, que son el 24% del mismo, eros fondos coparticipables no lo integran porque van automáticamente a ellas. Es interesante tenerlo en cuenta cuando discutimos eso.
    Nosotros somos Ella, abreazos

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  2. Es así Norberto, lo hemos dicho varias veces en el blog

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