La imagen de apertura corresponde al listado de las 47 empresas vinculadas a distintos sectores (turismo, automotriz, comercio electrónico, textil, agroquímicos, taxis aéreos, tarjetas telefónicas, ingeniería, electrónica) que realizan habitualmente operaciones de importación, por lo que requieren de dólares que obtienen por el canal legal; que vendrían haciendo maniobras sospechosas con compras de montos menores de la divisa.
Tal como se cuenta acá en Ambito Financiero, los controles del Central también apuntan a los movimientos de un grupo de 20 cerealeras exportadoras, que son las alcanzadas por las recientes restricciones del BCRA al financiamiento en pesos; para obligarlas a financiarse en el exterior e ingresar los dólares al país, tema analizado en éste post.
Hasta las medidas adoptadas por el Central esta semana, los importadores debían informar de sus compras de dólares a partir de un cierto monto (más de 300.000 US$), que ahora fue rebajado a 100.000 US$; porque se supone que fraccionan sus compras para eludir el "radar" del sistema, y a su vez eso denotaría que las compras no tienen destino de operaciones de importación que deben cancelarse en dólares, sino hacerse de los billetes verdes para atesoramiento, eludiendo las restricciones del "cepo".
Utilizando su propio nombre (es decir, comprando para sí o para sus clientes como en el caso del turismo) con el que operan legalmente, esos dólares los comprarían en realidad para otros, que no pueden acceder a las divisas por el "cepo".
Esos movimientos, realizados a través de un trabajo hormiga, pero replicados en una gran cantidad de operaciones, suman a la larga otro factor de presión que fuerza a la merma las reservas del Central; y eventualmente alimenta con dólares obtenidos en forma aparentemente legal, el mercado del "blue".
En todo caso y más allá del éxito que tengan las medidas, o las críticas que le puedan hacer a la implementación de las que se tomaron antes en el marco de lo que los medios llaman el "cepo" cambiario, este nuevo caso confirma que no es tan sencillo prever a priori y hasta el último detalle, los diferentes mecanismos por los cuáles las empresas y grupos económicos tratarán de burlar cualquier medida regulatoria o defensiva de los dólatres del BCRA que el gobierno adopte.
Con la obstinación propia de los intereses que defienden, y con la idea fija de desmentelar las restricciones para forzar la plena liberalización del mercado cambiario y del flujo de capitales para poder fugarlos, estos grupos seguirán intentando todo tipo de maniobras como ésta.
Por eso más allá de la necesidad de preservar o restablecer -según el caso- ciertos equilibrios macroeconómicos, o proyectar medidas a mediano y largo plazo, es difícil que en lo inmediato desaparezca la necesidad de ir probando (por ensayo y error) en el día a día de la gestión, respondiendo a ellas; como en éste caso.
Qué pavada!
ResponderEliminarFraccionar operaciones en montos menores de 100 lucas para que salgan más rápido no implica que sean operaciones ilegales. Es legal hacer importaciones d emenos de 100 lucas.
Lo que si implica es que salgan más rápido, que para esas empresas era muy bueno. Ya pasó varias veces en los últimos 2 años que empresas redujeron su producción por falta de insumos. Después no se quejen, porque eso trae inflación y merma en la actividad. El desempleo llegó a un plateau, y solo puede bajar décimas desde hace 2 años.
Si cada una de esas operaciones está respaldada con el pago de una importación con destino productivo, comercial, de pago de royalties, turismo o algo no hay problemas, Marianote, muestran los pelpas y listo
ResponderEliminarSon más demoras e inconvenientes
ResponderEliminar