Leíamos en Infoabe de ayer que se reunieron los empresarios de la AEA, IDEA, el IERAL, la Fundación Mediterránea, la Scoeidad Rural y lo más conspicuo del garcaje nacional, a reflexionar sobre "Constitución y desarrollo económico".
Auxiliados por lumbreras como Kovadloff, Sabsay y Orlando Ferreres, señalaron (entre otras cuestiones) los costos económicos que tiene vivir (según ellos) al margen de la Constitución y de las leyes.
Si alguno espera que hayan explicado con lujo de detalles cuanto le representan al país la evasión impositiva, el lobby para que no se aprueben impuestos más progresivos, las mega devaluaciones, la fuga de capitales, la estatización de deudas privadas, el empleo en negro, la sobre o subfacturación del comercio exterior, la pesificación asimétrica o la licuación de pasivos en dólares; que se compre una silla bien cómoda.
El "costo" para ésta gente se mide en pérdida de negocios y ganancias por los intentos del Estado por regular, cobrar impuestos o el hecho de tener que pagar buenos salarios, medidos al menos en términos comparativos con los del resto de la región.
Pero además nos dicen que ahora los empresarios se han vuelto más "institucionalistas", porque se dieron cuenta que con reglas de juego claras, hacen mejores negocios.
Nos toman por boludos digamos, porque ya sabemos que buenos negocios, hicieron siempre: en dictadura, en democracia, con estabilidad, en medio de despelotes descomunales.
Diríamos incluso que en dictaduras o en medio de despelotes descomunales (provocados por muchos de ellos, claro) sus negocios fueron mucho mejores aun.
Así que cuando quieran hablamos de los costos que representa vivir al margen de la ley, pero en serio.
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