sábado, 25 de enero de 2014

EL DÓLAR Y LA NECESIDAD DE ELEGIR BIEN LAS HERRAMIENTAS


Por A.C. (*)

La cotización del dólar oficial registra durante el inicio del 2014 una variación importante, incluyendo una jornada como la del 22 de enero, con un alza de 23 centavos, es decir mas de un 3% en un solo día, su mayor incremento en once años. Ni hablemos de la jornada del jueves, con sus particularidades.
Después nos ocuparemos del dólar paralelo, pero primero habría que analizar -y más allá de las eternas maniobras cambiarias- cual es la estrategia del Banco Central desde que asumiera Frábega reemplazando a Marcó del Pont, y en que contexto se toman y se tomarán determinadas medidas.
La existencia actual de reservas, algo más de 29.000 millones de dólares, y pese a su paulatina disminución en los últimos meses, resulta todavía un resguardo suficiente que otorga capacidad de maniobra, para evitar el objetivo perseguido por sectores económicos, interesados en conseguir una fuerte devaluación del peso, y la correlativa transferencia de grandes ingresos a sectores como el exportador, en perjuicio de la enorme mayoría de la población, y sobre todo, de quienes viven de un salario.
En el marco actual, los exportadores retrasan la liquidación de sus cosechas, y por otro lado, los importadores incrementan la compra de dólares para cubrirse de la suba del billete americano. Si el ritmo devaluatorio del mes de enero se mantuviera, eso impactará negativamente en los precios internos, y además se incrementará todavía más el retraso en la liquidación de divisas por exportaciones esperando nuevas subas del dólar, mientras aumentará de forma importante la apurada demanda de divisas de los importadores para cubrir pagos en el exterior y especulando con la diferencia cambiaria que obtendrían comprando anticipadamente.
En estos últimos días, el Banco central  adoptó la estrategia de quitarle previsibilidad a sus movimientos sobre la divisa, y optó por no intervenir en el mercado (mediante la compra y venta de dólares), como habitualmente lo hacía para controlar la flotación de la cotización, produciendo así la baja o estancamiento del precio. Es evidente que la idea del BCRA fue dejar subir la cotización, para que los actores cambiarios compraran a un precio que, en base a la cotización de los días siguientes (supuestamente más baja), resultara un precio alto. Un mal negocio. Y que quedaran prevenidos a futuro de generar presiones. “Si saben que todos los días sube tres centavos, te toman el tiempo”, habrían argumentado desde el equipo económico.
La sorpresa en cuestiones cambiarias se agota cuando hay sí o sí disposición a comprar, aún con riesgo de pérdida, porque el negocio o el objetivo pasa por otro lado.
Y aquí el dólar oficial en alza, se vincula con el dólar paralelo, la otra pata de la presión cambiaria. El “blue”, un mercado ilegal, pequeño, de poco volumen, como todos sabemos, pero replicado y agigantado por lo medios hasta el infinito.
Un mercado al que contribuyen fundamentalmente los productores primarios y los sectores exportadores (con la parte de la producción negociada en negro), los importadores, por alguna utilidad no declarada, y los sectores económicos que operan en la clandestinidad, y entonces no pueden justificar el origen de los fondos, y por lo tanto no pueden acceder al mercado oficial, mercado ilegal que se completa con las casas de cambio y sus cuevas satélites.
Con un dólar marginal de más de $12, es decir con una brecha importante entre el dólar oficial y el “blue”, se completa la maniobra de presión contra la economía nacional, y aparecen temas como pérdida de competitividad, el aumento de especulaciones sobre la exportación, importaciones y su incidencia en los precios internos; maniobra que si termina en una fuerte devaluación, genera la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de la población, y por lo tanto menos ventas porque disminuye el consumo. 
Al haber menos ventas, hay menos producción, y si hay menos producción, comienza la pérdida de puestos de trabajo, mientras el Estado Nacional recauda menos dinero por el estancamiento de la actividad. Sería un círculo vicioso, lo contrario a lo generó éste Gobierno durante diez años, privilegiando la producción y el empleo en una economía en sostenido crecimiento con incremento del consumo y políticas sociales activas, que incluyen hasta planes de vivienda.
La nueva ofensiva cambiaria en éste 2014, es otra vez virulenta y descarada, y no tiene relación con la realidad productiva de la economía argentina, ni con su situación fiscal, ni con la balanza comercial, ni con su nivel de endeudamiento externo o interno. Es solamente la intención de unos pocos de hacer su gran negocio a costillas de la gente. Y el instrumento que utilizan es un mercado ilegal.
Frente a esto, son relativos los efectos de un dólar para turismo a cuenta de Ganancias, o el ofrecimiento a los exportadores de títulos con garantía de devaluación del peso más intereses. O incluso, la posibilidad de atesoramiento a través de la compra del dólar bolsa. Nada es suficiente cuando el objetivo es dinamitar nuestra moneda para multiplicar ganancias en forma sideral a través de una devaluación.
Y para eso, actúan en un mercado cambiario que es ilegal, mientras los medios lo amplifican, lo naturalizan, mientras cometen un delito que está previsto en nuestra ley penal. Hace casi un año, en éste post decíamos que en el caso que no hubiera lógica en éste  grupo de especuladores, existía una normativa para aplicarles:
La Ley 19.359 -Régimen Penal Cambiario- Artículo 1º: Serán reprimidas con las sanciones que se establecen en la presente ley:
a) Toda negociación de cambio que se realice sin intervención de institución autorizada para efectuar dichas operaciones;
b) Operar en cambios sin estar autorizado a tal efecto;
c) Toda falsa declaración relacionada con las operaciones de cambio;
e) Toda operación de cambio que no se realice por la cantidad, moneda o al tipo de cotización, en los plazos y demás condiciones establecidos por las normas en vigor;
f) Todo acto u omisión que infrinja las normas sobre el régimen de cambios.
La norma prevee sanciones de multas y prisión. Y en su artículo 5, faculta al Banco Central a citar y hacer comparecer, con el auxilio de la fuerza pública si fuere necesario, a las personas a quienes considere pertinente recibirles declaración como infractores o testigos y requerir de los tribunales competentes las órdenes de allanamiento necesarias, y requerir el auxilio inmediato de la fuerza pública ante inconvenientes o resistencia para practicar allanamientos, secuestros, registros o inspecciones de oficinas, libros, papeles, correspondencia o documentos de las personas investigadas.
No hay muchas alternativas para defender el interés del paìs y su economía. Frente a la comisión de delitos que perjudican al conjunto de la población, y más allá de las medidas cambiarias que implemente en Banco Central, puede haber llegado la hora de denunciar en los Juzgados a quienes violan la ley, para que un juez de la república aplique la normativa vigente, y proceso y defensa mediante, sancione a quienes delinquen. 
Posiblemente, la iniciación de los primeros procesos, signifique persuadir a aquellos que se enriquecen a través de un mercado ilegal, para que se ajusten a las normas, como corresponde en un Estado de derecho.
El Jefe de Gabinete algo adelantó por estas horas al respecto; y ya se tomaron medidas en ese sentido.

(*) Nota del editor: el post fue enviado antes de conocerse la medida por la que se permitirá comprar dólares para ahorro, pero lo ponemos igual; porque entendemos que ahora con mayor razón hay que ir contra las cuevas y los cueveros.

1 comentario:

  1. Todos sabemos que el dólar blue existe porque hay factores desestabilizadores que estan en contra de los kirchner cosa que yo no entiendo debido a que la situación política , social y económica de los argentinos a mejorado en los últimos años

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